Amnesia || Magcon [✔️]

47 ~ Los Ángeles, California

NARRA STELLE

–¿Stelle? –se escuchó la voz de Hazel al otro lado de la puerta.

–Puedes pasar.

La puerta se abrió y Hazel se recostó en el umbral.

–Sebastian ya llegó, está esperándote en la sala –avisó.

–Bien, sólo me faltan empacar unas cosas del baño y estaré lista.

–Yo le digo –respondió antes de marcharse.

Abrí uno de los cajones de mi cómoda y tomé unas cosas que necesitaría para el viaje y que había comprado recientemente.

Me aseguré de tenerlo todo y lo guardé en un pequeño estuche plástico que también había comprado específicamente para el viaje.

Con el estuche en mano, salí de mi habitación y entré al baño. Tomé mi cepillo de dientes y justo cuando estaba a punto de tomar la pasta dental, recordé que debí haber comprado una para el viaje, ya que ésta la compartía con Hazel.

Suspiré, frustrada. Tendré que comprar otra en el aeropuerto.

Regresé a mi habitación, metí el estuche en mi maleta, que reposaba sobre la cama, y la cerré. Bajé la maleta al suelo y saqué el mango para arrastrarla fuera de la habitación.

Observé mi habitación una vez más, asegurándome de no haber dejado nada importante y luego de comprobar que lo tenía todo, salí, cerrando la puerta.

Arrastré la maleta conmigo hasta la sala de estar, donde Seba y Hazel me esperaban y al notar mi presencia ambos me miraron y se pusieron de pie.

Le sonreí a Seba, dejándole saber que ya estaba lista. Me sonrió de vuelta y se le acercó a Hazel.

–Los voy a extrañar –comentó Hazel mientras abrazaba a su hermano y yo me acerqué a ellos.

–Por favor, tienen que prometerme que me llamarán todos los días... de lo contrario, moriré del aburrimiento aquí sola –se separó de Seba y lo miró por unos segundos antes de abrazarme a mí. –Y que me avisarán tan pronto como aterricen –añadió.

–No te preocupes, te llamaré –aseguré. –Además, no te aburrirás con las chicas estando a dos metros de distancia –añadí.

–No es lo mismo –comentó ella.

Hazel se separó de mí y coloqué ambas manos en sus hombros, obligándola a verme a los ojos.

–¿Tú estarás bien? –le pregunté, preocupada.

No quería dejarla aquí sola, mucho menos después de todo por lo que había pasado.

–Mientras no se olviden de mí... –se encogió de hombros.

–Hablo enserio –la miré seria, pero ella sólo me sonrió.

–No se preocupen por mí, estaré bien... enserio.

–De acuerdo –respondí sin más. –Por favor, cuídate ¿Sí? –le pedí, a lo que ella rodó los ojos, pero aun así asintió.

Duramos unos cuantos segundos más despidiéndonos de Hazel, hasta que Seba dijo que perderíamos el vuelo si no nos íbamos ahora, así que dijimos nuestras últimas despedidas y salimos del apartamento.

Antes de que Seba presionara el botón del elevador, las puertas se abrieron, dejando ver a Bethany y a Tris dentro de este, por lo que me sorprendí.

Ambas se detuvieron al vernos y, a excepción de Bethany, Tris nos saludó.

–¿Ya se van? –preguntó Tris, arrastrando sus palabras.