40 ~ El ahora

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ADVERTENCIA: Este capítulo contiene una escena de abuso que podría resultarles incómoda. Si no desean leerla, pueden pasar al próximo capítulo cuando aparezca estos emojis: .

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Si hace un par de semanas atrás al despertar en aquella playa, me hubiesen preguntado si estaba dispuesta a luchar para recuperar mi pasado, sin duda hubiese respondido con un "Sí".

Sin embargo, hoy día ya no estaba muy segura de ello.

Sí, sería genial el poder recordar quién solía ser antes y recuperar los recuerdos que me moldearon a la persona que solía ser.

Pero, veía mi vida ahora y todo lo que había construido para mí, con la ayuda de Sebastian y Hazel, y el ver todo lo que tenía ahora, me hacía pensar que el regresar a ser la persona que haya sido antes, ya no era de vital importancia como solía pensar.

Con el aumento del trabajo de camarera que me había proporcionado Jeremy, y con la ayuda inmediata que Hazel y Seba me otorgaban, había podido progresar y vivir como una persona independiente, me hacía sentir como una persona casi normal.

Aun así, en ocasiones, la realidad se apoderaba de mí y las interrogantes que creí haber dejado atrás, se hacían presentes en un abrir y cerrar de ojos.

Estaba en mi habitación, sentada sobre mi cama, cuando el llamado de mi teléfono se hace escuchar a mi alrededor, sacándome de mis pensamientos.

El teléfono había sido un regalo por parte de Sebastian y Hazel. Al parecer, Seba había sido el de la idea, Hazel le ayudó a escoger el teléfono y entre ambos lo compraron.

Al principio, me negué rotundamente, reprochándoles, pues Hazel sabía muy bien que había estado ahorrado para eso. Obviamente, al final, terminé aceptándolo.

Los únicos números que tenía registrados hasta ahora eran los de Seba, todas las chicas, compañeros del trabajo y unas cuantas pizzerías. El número de una pizzería nunca está de más.

Tomé el teléfono, viendo el nombre de Seba en la pantalla y contesté, llevándolo a mi oído.

–Hola –saludé animadamente.

–Stelle, hola.

–¿Qué sucede? ¿Estás bien? –pregunté extrañada, al escuchar que su voz sonaba diferente.

–Sí, estoy bien... Sólo, quería saber si podrías pasar un segundo por mi apartamento –dijo dudoso.

–Sí, claro... –acepté. –¿Seguro que estás bien? –pregunté preocupada.

–No te preocupes, estoy bien –contestó ahora en un tono más suave.

–De acuerdo.

–Te espero –dijo antes de colgar.

Dejé el teléfono sobre la cama, me puse de pie y fui hasta mi armario. Tomé unos jeans oscuros y me los puse, dejándome la camisa que ya tenía puesta.

Guardé el teléfono en el bolsillo trasero de mis jeans y como no saldría del edificio, decidí ponerme unas pantuflas.

En cuanto salí de mi habitación, escuché unos sonidos extraños que venían de la habitación de Hazel, por lo que me acerqué más a la puerta.

–No, por favor... hoy no, no puedo... pero, es que no me siento bien, me duele... por favor, Jake...

Enseguida que escuché ese nombre, abrí la puerta, entrando de inmediato en la habitación.

Hazel estaba sentada en el borde de la cama, uno de sus antebrazos estaba recostado sobre su rodilla y la otra mano estaba enterrada en su cabello, que cubría su rostro.

Amnesia || Magcon [✔️]Where stories live. Discover now