Amnesia || Magcon [✔️]

76 ~ Un trato

Importante: Leer nota al final.

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Hermana gemela

Esas dos palabras hacían eco en mi mente. Tenía una hermana gemela.

La foto que tanto había mirado en el teléfono no era yo, sino Amelia.

Estaba por cuestionarme porqué Bridget no me lo diría, pero recordé todas las demás mentiras que me ha dicho y resultaba obvio que no me diría algo como eso.

Miré a Stelle, aún impactada. Eso explicaba por qué me había llamado por otro nombre. No se trataba de una confusión por algún medicamento, sino que pensó que era Amelia.

–¿Cómo... –tartamudeé, aun procesando aquella información. –¿También estuvo aquí? –fue la primera pregunta que se me ocurrió hacer.

–Sí –asintió lentamente. –Edward convenció a Bridget de admitirla aquí –explicó.

–¿Las encerraron a ambas? –dije atónita.

Stelle negó con la cabeza, su mirada estaba perdida en algún punto del suelo.

–A ella la encerraron primero –dijo. –Ha estado aquí más tiempo que yo...

–¿Más tiempo? ¿Más de cinco años?

Mi expresión de asombro permanecía mientras la escuchaba hablar.

–Amelia prácticamente creció en este lugar –musitó. –La admitieron cuando era una niña, apenas tenía seis años.

Escuchar aquello me descolocó. ¿Seis años?

¿Cómo admitían a una niña de seis años a este lugar?

–¿Qué? ¿Porqué? –hablé, enojada. –¿Cómo pudieron hacer eso?

Con todo lo que había descubierto el día anterior, sobre Bridget y Edward, pensé que ya nada me sorprendería de esos dos. Pero me equivoqué.

–Hubo... –comenzó Stelle, pero se detuvo.

Apretó la mandíbula. Parecía reacia a contarme.

–Hubo un accidente –continuó. –Ni siquiera fue su culpa –añadió enseguida. –Pero Edward lo utilizó como excusa para enviarla a otro continente y admitirla a un psiquiátrico, con sólo seis años y completamente sola.

Mientras explicaba, Stelle lucía realmente disgustada. Y la entendía completamente. No recordaba a Amelia, pero el simple hecho de ser gemelas me dejaba claro el tipo de vínculo que teníamos. Un vínculo especial, diferente al que tenían los hermanos comunes.

–Luego de eso, veníamos todos los años a Europa. Edward y Bridget nos hacían pasar todos los veranos aquí para visitarla.

–Por eso pasábamos los veranos aquí –repetí, comprendiendo.

Esa era la verdadera razón por la que pasaba mis veranos aquí en Europa. No se trataba de un campamento como habían creído los chicos.

–¿Sólo la visitábamos durante los veranos? –pregunté, afligida.

No podía quitarme aquella imagen de la cabeza.

La imagen de Amelia, con sólo seis años, encerrada en una habitación como esta, esperando a que sus padres y hermanas vinieran a verla.

–El verano era la única época en la que Edward y Bridget nos llevaban con ellos. Durante otras épocas, ellos viajaban aquí sin nosotras –explicó. –Pero cuando estábamos nosotras, sólo ellos entraban a visitarla. Yo tenía prohibido entrar a verla.