41 ~ Hora de hablar

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NARRA STELLE

–¿Quieres salir mañana, luego del trabajo? –preguntó Sebastian una vez que las puertas del elevador se abrieron.

–Claro, ¿Adónde?

–Tal vez podríamos ir al cine y esta vez sí poder ver una película –comentó, por lo que reí por lo bajo.

Después de todo, la "gran sorpresa" de Sebastian había sido llevarme al cine. Sin embargo, cuando llegamos allí, resultó que estaba cerrado porque estaba bajo construcción por remodelaciones, por lo que no pudimos ver ninguna película.

Al final, terminamos yendo a una heladería que se encontraba cerca de donde estábamos y nos la pasamos el resto de la noche hablando y comiendo helado.

–Me la pasé muy bien hoy –admití, levantando la cabeza y mirándolo a los ojos.

–Igual yo.

Sin vacilar, me incliné hacia él en puntitas, presionando suavemente mis labios contra los suyos. Seba no tardó en corresponderme.

–Buenas noches –me despedí al alejarme de él.

–Buenas noches –sonrió, al igual que yo.

Me giré hacia la puerta, abriéndola y lanzándole una última mirada a Sebastian antes de entrar al apartamento y cerrar la puerta a mis espaldas.

Cerré los ojos por un momento, recostándome de la puerta y me quedé allí, sonriendo. Ignorando por completo el hecho de que las luces seguían apagadas.

Lo que me hizo recordar...

Encendí las luces de inmediato y caminé rápidamente por el pasillo, viendo que la puerta de su habitación seguía cerrada. Me acerqué a ella y toqué varias veces, pero no recibí respuesta.

Abrí la puerta y me asomé, con la esperanza de encontrar a Hazel dentro. Pero, como era de esperarse, la habitación estaba vacía.

Tomé mi teléfono del bolso y verifiqué si Hazel no me había llamado o dejado algún mensaje. Pero no había absolutamente nada; ni mensajes y mucho menos alguna llamada.

Mis ojos se enfocaron automáticamente en la hora y mi corazón dio un vuelco. Eran las 12 de la madrugada y Hazel aún no se comunicaba conmigo.

Me preocupé aún más, por lo que decidí llamarla. Entré a mi habitación, sosteniendo mi teléfono al oído mientras escuchaba los timbrazos

Hola...

–¿Hazel? –pregunté sorprendida de que al fin haya contestado.

–... Habla Hazel, lo siento, en estos momentos no... –escuché su grabadora y de inmediato colgué el teléfono, frustrada.

Llamé varias veces más, pero nada.

Me acosté de espaldas en mi cama, observando el techo con la esperanza de que Hazel llamara, o mejor aún, que llegara al apartamento, pero nada sucedía.

Después de unos minutos de estar esperando alguna señal de Hazel, no pude batallar más contra mis párpados y me dejé llevar por el sueño. Minutos después ya me había quedado dormida.

NARRA HAZEL

Sentía que me desmoronaba con cada paso que daba, apenas y podía caminar. El dolor que sentía era insoportable y difícil de ignorar.

Sin embargo, no me detuve ni por un segundo.

No sabía qué hora era, sólo sabía que era muy tarde y que probablemente Stelle me haya llamada unas diez veces mínimo.

Amnesia || Magcon [✔️]Where stories live. Discover now