16 ~ Stelle & Eva

2.7K 155 17
                                    

–Que sí.

–Que no.

–Que sí.

–No.

–Sí.

–¡No!

–Entonces no.

–Sí... ¡No! Espera, ¿Qué? –dije confundida.

–Tú lo dijiste –sonrió de forma malévola.

–No, no lo hice –me crucé de brazos.

–Sí, lo hiciste –me señaló. –Ahora entra ahí –hizo un gesto con la cabeza hacia los probadores detrás de mí –Pruébate esto y compraré lo que te guste.

–Ya te lo dije Hazel, no dejaré que me compres más ropa.

–Ya veremos sobre eso.

Hazel me extendió unos cinco vestidos de diferentes colores y diseños, dos pares de jeans, faldas, shorts, unos tops y unos cuantos pares de zapatos diferentes.

–Te estaré esperando aquí –dijo caminando y sentándose en un sofá que quedaba junto a los probadores, sonriéndome.

Entré a uno de los probadores y antes de poder tomar alguna prenda, escuché a Hazel gritar:

–¡Ponte la combinación que tú quieras!

Me quité la ropa y tomé unos shorts altos, una top corta, pero no tan corta, y unas vans. Salí del probador y Hazel me miró de arriba abajo, con una mano en su barbilla mientras asentía levemente desde su lugar en su asiento.

–Da una vuelta –dijo, haciendo un gesto circular con su dedo índice y así lo hice.

Cuando terminé de dar la vuelta y volví la vista al frente, la encontré con una enorme sonrisa en el rostro y sus ojos sacaban chispas de alegría y emoción.

–¡Me encanta! –saltó de su asiento y empezó a aplaudir, haciéndome reír. –¿Te gusta? –preguntó y giré hacia el espejo que estaba a mis espaldas.

–El top no mucho... –hice una mueca.

Me gustaba, pero me sentía rara. Mostrar demasiada carne me daba ansias; mi estómago y piernas me pedían a gritos que los cubriera. Y no es que no me gustara como se veían ni nada parecido, sólo me hacía sentir extraña.

–Sí, a mí tampoco me gusta mucho... –concordó conmigo. –Pero los shorts te quedan bastante bien.

–Eso creo –asentí.

Volví a entrar al probador para quitarme la ropa y la puse en una esquina. Revolví entre la ropa y decidí ponerme un traje, que me llegaba un poco más arriba de la rodilla y unas botas militares.

Salí del probador y vi a Hazel a lo lejos, con un traje en la mano mientras veía la ropa a su alrededor. Dejé que siguiera en lo suyo y me miré en el espejo. El traje que llevaba puesto era azul y las botas eran blancas.

–Lindo –escuché la voz de Hazel a mis espaldas y la miré a través del espejo, llevaba dos trajes y un par de tacones en la mano. –¡Me gusta! ¿A ti te gusta?

–Sí.

La verdad es que sí me gustaba, bastante, me sentía cómoda, como si este fuese mi estilo.

–Pues quítatelo, iré a comprarlo.

–¡No! –protesté de inmediato.

–¿Qué? Creí que te gustaba –frunció el ceño.

–Sí, sí me gusta, es sólo que no puedo dejar que sigas gastando tu dinero en mí como antes –dije. –Ya tengo trabajo y estoy ganando dinero, no necesito del tuyo.

Amnesia || Magcon [✔️]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt