71 ~ Nosotros

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Tuve que releer el mensaje varias veces antes de poder captar lo que decía.

Cameron me había escrito y quería verme para hablar.

No lo entendía. ¿De qué querría hablar conmigo? ¿Qué podría ser tan urgente como para venir hasta aquí y por qué no lo dijo cuando hablamos durante la cena?

Cientos de interrogantes cruzaban por mi mente, hasta que el teléfono volvió a vibrar entre mis manos. Había llegado otro mensaje.

«Te veo en el lobby a las 11»

La confusión se disipó y comencé a preocuparme. ¿Habría pasado algo malo? ¿Le habrá sucedido algo a alguno de los chicos?

Sacudí mi mente en un intento por enfocarme. Faltaban alrededor de veinte minutos para la hora que estipulaba Cameron, sería mejor que me apresurara.

Con cuidado de no despertar a Sebastian, salí de la cama y fui al baño. Me cepillé los dientes y me lavé la cara. Regresé a la habitación y, para no ponerme la misma ropa que llevaba anoche, decidí ponerme algo de Seba. Me puse una camisa que me quedaba enorme y unos boxers, que era lo único que no se me caía de la cintura y quedaban ocultos bajo la tela de la camisa.

Tomé mi teléfono y salí del apartamento sin hacer mucho ruido. Mientras el elevador descendía al lobby, más preguntas aparecieron.

Simplemente no se me ocurría ninguna explicación lógica para que quisiera hablar conmigo tan urgentemente. En especial si se trataba de él solo. Pensé que ya habíamos arreglado todo durante la cena. Lo que fuese que quisiera decirme debía ser bastante importante como para venir hasta aquí a estas horas.

Las puertas del elevador se abrieron, dejándome ver el lobby. Apenas eran las once de la mañana de un sábado, por lo que el lobby estaba desierto; a diferencia de las calles, donde a través de los ventanales podía ver a personas caminando de un lado para el otro.

Pero sí había alguien en el lobby. Cameron estaba sentado en uno de los muebles, dándome la espalda.

Me acerqué con pasos ligeros hacia él. Apoyaba sus antebrazos en las rodillas y la cabeza entre sus manos mientras que su pie rebotaba ligeramente. Parecía algo ansioso.

Cuando estuve junto a él, toqué su hombro.

–Cameron.

Este se volteó a verme y se puso de pie.

No sé qué esperaba, pero su apariencia me sorprendió un poco. No parecía preocupado, como imaginé que estaría. Se veía normal.

Cameron metió las manos en sus bolsillos y me sonrió.

–Hola.

–¿Qué sucede? –pregunté entre confundida y preocupada. –¿Pasó algo con los chicos?

–No, no, ellos están bien.

Se quedó callado, observándome, a lo que mi ceño se frunció más.

–Y, ¿entonces?

Cameron miró a nuestro alrededor, como si buscara a alguien, pero estábamos solos. Incluso el mostrador estaba vacío.

–¿Podemos hablar afuera? –señaló hacia la salida.

–¿Afuera? –repetí.

Mi mirada se desplazaba de él hacia la salida y viceversa. Aún había personas caminando en las calles. ¿Por qué no podíamos hablar aquí?

–¿Por qué no aquí? Estamos solos –obvié. –Además, no saldré vestida así.

Aquello hizo que los ojos de Cameron se enfocaran en lo que llevaba puesto, en la ropa de Seba.

Amnesia || Magcon [✔️]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt