—No lo se —contesto mientras veíamos a la gente de Hiltop caminar y hacer sus tareas.

     La noche ya había caído y no teníamos ni la menor idea de dónde estaba Jesús, justo ahora me estaba temiendo lo peor, por lo que fui a dormir un poco en el sofá del camper de él mientras Sasha y Enid hacia guardia, y Maggie estaba con Glenn, como de costumbre, me sentía muy sola.

     —Daryl... —susurre mientras las lágrimas caían por mis mejillas y el sueño se apoderaba de mí.

     En sueños, sentía algo en mi cuerpo, era una sensación extraña e incomoda, lo suficiente como para despertarme. Abrí los ojos, la luz del camper me cego momentáneamente, pero cuando me acostumbré a su resplandor, fui consciente de que tenía una presión extra en mis piernas, también de un lamento que se escuchaba reprimido, baje la mirada y me topé con una melena rubia alborotada que me estaba abrazando y lloraba.

     —¿Daryl? —pregunte en un susurro, él levantó su cabeza y me miró.

     Instintivamente, me lance hacia él y lo rodee en un fuerte abrazo. Con desesperación, enterré mi cabeza en su cuello y lloré, lloré de alegría, de tristeza, de pena y de felicidad, estaba de vuelta conmigo.

     —Vanessa... —susurraba constantemente contra mi cabellera mientras sus brazos me acercaban a su cuerpo.

     No sé cuánto tiempo estuvimos así, pero finalmente lo solté, solo para mirarlo a la cara, cosas que no me gustó, pues notaba las cicatrices de golpes recientes.

     —¿Que te hicieron? —le pregunté.

     —No importa... ¿tú estás bien? —me devolvió, yo rei mientras las lágrimas se acumulaban en mis ojos.

     —¿Que si yo estoy bien? Daryl... ahora estoy mejor... mucho mejor —admiti mientras acariciaba su rostro, él bajó sus manos a mis costados, justo donde me habían herido.

     —Jesus me dijo que era grave la lesión... ¿que hay con ella?

     —Sanaré, ya estoy mejor —admití y me limpie las lágrimas.

     —Oh, Vanessa... —repitio mientras me daba un beso en la frente, algunas lágrimas más se volvieron a escapar.

     —¿Hace cuánto llegaste?

     —No tiene mucho... Gracias a Jesús, ahora sabemos dónde están los Salvadores, es momento de hacer un plan...

     —Daryl, por favor, te lo pido de la manera más atenta que se pueda, no me vuelvas a dejar —dije y tomé su cara entre mis manos—. Estar sin ti, fue peor que la muerte, y vaya que he estado cerca de ella... No me abandones, no más...

     —Perdoname, Vanessa... por todo, por encerrarte, por abandonarte...

     —No tengo nada que perdonarte, entiendo por qué lo hiciste, pero para la próxima vez, porque debemos de ser conscientes de que habrá una próxima, no nos vamos a separar, tú estarás a mi lado y yo estaré a tu lado.

     —Dalo por hecho —prometio.

     Con una sonrisa triste, pero amorosa, presione mis labios con los suyos, se sentían resecos, incluso podía percibir la capa de suciedad que lo cubría, pero en el momento no me importó, pues ya lo tenía conmigo una vez más.

     Un ligero toquido me hizo soltarlo, mire la puerta, se abrió y ví a Sasha, detrás de ella, estaban las demás chicas.

     —Bienvenido, Daryl —le saludaron mientras entraban.

El Arquero del Fin del MundoWhere stories live. Discover now