O por lo menos, en lo que a nuestra perspectiva se refería.

     —Yo... creo que si quisiera hacer algo así de importante —finalizo Abraham, sonreí ante sus palabras, no sabía mucho de él, pero sonaba sincero.

     Con más decisión, termine abriendo la puerta, las miradas de los muchachos recayeron en mi.

     —Vaya que si disfrutan escondiéndose —dije y entre, caminé hasta llegar con ellos frente a las ventanas.

     —Bien, yo ya me voy, tengo que hacer otras cosas —se despidió Abraham y comenzó a caminar hacia la puerta, mire a Daryl con una sonrisa.

     —Eso fue discreto —comente y mire por la ventana, Daryl camino hasta situarse a mis espaldas.

     —Pense que tardarías más —dijo y recargo su barbilla en mi cabeza.

     —Prometi un baño, pero no que fuera largo —me excuse, en ese momento vimos como había más movimiento por los alrededores, todos estaban apurados, recogiendo provisiones y demás.

     —¿Crees que Gregory acepte? —pregunto mientras me abrazaba ligeramente y posaba sus labios en mi hombro desnudo.

     —Creo que él no quiere aceptar ningún trato con nosotros, tal vez nos subestime o tal vez está más apegado de lo que creemos a esos Salvadores... Pero necesitamos comida y ellos tienen un problema de plagas, así que debemos de ser exterminadores —respondí.

     —¿Ya bajaste? —pregunto, yo negué—. Vamos.

     Con un suspiro termine asintiendo. Caminamos a paso lento al piso de abajo, justo ahí estaba la mayor parte del equipo, comenzamos un diálogo con Gregory, quien seguía en total desacuerdo para recibir nuestra ayuda, por lo que dejamos que Rick tratara de negociar con él. El intento parecía ir en vano cuando terminamos saliendo de la mansión y caminando por los alrededores de Hiltop, era algo extraño, todas las personas nos miraban como si fuéramos bichos extraños, pero a Gregory lo miraban de un modo peculiar, casi con un resentimiento muy visible.

     —Podrias intervenir —me susurro Daryl, lo mire de reojo y luego negué.

     —Rick es el líder de nuestra comunidad, él debe de ser quien haga tratos así de importantes con otro líder de otra comunidad —respondí mientras nos alejábamos un poco del grupo y deteniamos en un árbol.

     —Eres muy persuasiva, si Maggie no lo hace, deberías de hacerlo tú —dijo, yo negué.

     —No soy una líder ni tan importante en el equipo como para hacerlo y tampoco me puedes obligar... Ya lo habíamos hablado, Daryl —le recordé, él suspiro y recargo uno de sus brazos en el árbol, por encima de mi cabeza.

     —Esta es una oportunidad que no debemos de perder... Alexandria podría llegar a ser así un día, sólo necesitamos un poco de su ayuda.

     —Te equivocas en eso, ¿ves las caras de todas las personas? Tienen miedo y no sólo de nosotros, sino de lo que está afuera, temen tanto a los caminantes como a esos Salvadores... Ellos nos necesitan más que nosotros a ellos, estas personas lo saben, las que salvamos también. Así que quienes no pueden perder esta oportunidad son ellos Daryl, no nosotros —dije y mire a nuestra familia, él resoplo divertido.

     —¿Y aún así no quieres intervenir y decir eso? —pregunto con burla, yo sonreí y le di un golpe en el abdomen, ni se inmutó.

     —No es tan sencillo, Daryl, es que... —iba a continuar, sin embargo, un grito me interrumpió.

El Arquero del Fin del MundoWhere stories live. Discover now