- ¡Tranquila! No voy a hacerte nada.- la tranquilizó Luke levantando su mano libre en son de paz.

- Esto... Yo... ¿¡Por qué coño me has cogido así, Luke!?- gritó conteniéndose y zafándose de su agarre.

- ¿A sí me recibes después de la otra noche?- se empezó a acercar a ella con media sonrisa y las manos en los bolsillos.

-¿La o-otra noche?

- Sí, cielo, la otra noche.- empezó a acercarse más a ella mientras Ally andaba de espaldas.

- ¿Qué pasó la otra noche?- su ceño empezó a fruncirse ante la confusión y una enorme carcajada salió de los labios de Luke.

- ¿No te acuerdas enserio?- se relamió los labios y negó con la cabeza reprimiendo una risa.- Una pena, nos lo pasamos realmente en grande.

Ally podía notar la burla en sus palabras, la situación le divertía y ella se golpeaba mentalmente por no acordarse de nada. Maldito metabolismo con tendencia a la amnesia post-borrachera. Quiso seguir alejándose, pero una pared interrumpió su paso y Luke acabó a un palmo de ella aún con las manos en los bolsillos. Odiosas paredes, siempre en los peores sitios en los peores momentos.

- No, no me acuerdo, así que ahora déjame en paz y lárgate, tengo cosas que hacer.- bufó molesta.

¿Dónde estaba el Luke agradable y divertido que la invitó a una copa esa noche y supuestamente la sacó de allí? Ya hasta había empezado a olvidarse de su bipolaridad.

- No puedo, cielo.- puso una mano a un costado de su cara contra la pared y la otra bajo su mentón.- Como se te ocurra pegarme, no me hago responsable.- la miró directamente a los ojos.

Azul contra marrón. Marrón contra azul.

- ¿Qué quieres, Luke?- dijo casi en un susurro notando su corazón a cien por hora, casi le costaba hasta hablar sin parecer idiota y no entendía el porqué.

- Hacerte recordar lo que pasó la otra noche.- sonrió de medio lado.

Ni siquiera le dio tiempo a reaccionar cuando los labios de Luke se estrellaron contra los suyos y la mano que la agarraba de la barbilla ahora se encontraba acariciándole la mejilla con el pulgar. Como si el mundo estuviera en su contra, siguió aquel inesperado beso sin escuchar a su conciencia. Al cerrar los ojos, por su cabeza empezaron a pasar imágenes fugaces de ellos, como si fueran a cámara rápida en donde ambos estaban en la piscina y se besaban desesperadamente. Pero esta vez era diferente, este era dulce y sin desesperación, con una delicadeza que Ally nunca hubiera podido imaginar en Luke.

- ¿Ya te acuerdas?- dijo sobre sus labios el rubio.

Apenas podía hablar, tenía el corazón a cien por hora y los nervios a flor de piel. Abrió los ojos y de nuevo se hundió en el azul de sus ojos. ¿Qué estaba pansando? Luke la había besado... Por segunda vez. Esto no estaba planeado, nada estaba en su plan.

- No, no...- dijo para sí misma e intentó apartarle poniendo sus manos en el pecho de Luke, ganando así algo de espacio.

- No mientas, cielo, sé que te acuerdas, lo he notado mientras me besabas.- la miró enarcando las cejas.

- No, no es eso...- se llevó una mano a su boca y miró a otro lado.- Nos hemos besado, esto está mal. Yo no...

- Ni se te ocurra negarme lo evidente, Ally.- esta vez su voz era más seria, haciendo que ella levantara su mirada y le observara mientras él daba un par de pasos hacia atrás.

- ¿Qué se supone que no puedo negarte?- frunció el ceño.

- Que no has sentido nada.

Y la respiración se le cortó durante unos segundos sin saber cómo reaccionar a ello. Se sintió como cuando algo de cristal o cerámica se rompe cerca tuyo y te congelas durante unos segundos esperando alguna reacción de tu cuerpo.

La Sombra de las Estrellas [Luke Hemmings]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ