—¿Y puedo saber por qué?, ¿acaso planeas algo?—pregunte con un tono coqueto, sin embargo, antes de poder contestar, una tos muy mala nos interrumpió, giramos la vista y vimos a Merle en la entrada de mi celda.

     —¿Interrumpo una propuesta de matrimonio o qué hace mi hermano en esa posición? —pregunto mientras entraba y se sentaba a mi lado.

     —Claro, Merle, puedes pasar —dije con sarcasmo, me sonrió.

     —Lo sé, por eso lo hice —me respondió con un toque de cinismo—, ¿que haces para que te dejen salir a cazar?

     —¿Celoso? —lo provoque, vi que Daryl nos miraba con una expresión divertida.

     —Ni lo creas, dulzura, trabajar para Rick es más cansado que trabajar para el Gobernador, ni siquiera ir a masacrar ardillas vale más que una buena siesta —respondió, alce las manos al techo.

     —¡Dios mío, al fin alguien que me comprende! —dije, ambos Dixon rieron.

     —Baja el drama, en unas horas tendrás que conformarte con la naturaleza —me recordó.

     —No tendré órdenes, podré dormir parte de la noche, seguiré practicando con mi arco —comencé a enlistar las ventajas de salir—, la naturaleza suena bien para mí.

     —Y tendrás a mi hermano para ti sola —añadió, mire a Daryl de reojo, ya estos comentarios no le molestaban, aunque preferíamos evitar que Merle supiera de nuestro acuerdo.

     —Tambien —concorde y le guiñe un ojo a Daryl, me giré a ver a Merle, él me palmeo el hombro.

     —Cuidalo por mi.

     —¿No deberías de pedirme a mi que la cuidará? —le pregunto Daryl, Merle lo miro y se volvió a centrar en mi.

     —Manten un ojo en él, a veces es un poco distraído —prosiguió como si Daryl no hubiera intervenido, bufé divertida.

     —¡Hey!, yo lo cuide mientras tú te dabas tus vacaciones forzadas en Woodbury —le recordé—, sabré que hacer, aunque nunca me la pone fácil —admití.

     —Oye —me reclamo en broma Daryl, le sonreí.

     —¿Recuerdas esa vez que te pedí un rastro fácil de seguir? —le pregunté con burla, no oculto su sonrisa.

     —¿De que me perdí? —pregunto ahora Merle, le mire mientras aguantaba mi risa.

     —Chiste local —le explique, él asintió.

     —Oh, ya veo, así que ya tienen sus secretos e historias privadas —dedujo, mordí levemente mi labio inferior mientras miraba a Daryl, él contempló mi gesto.

     —Ni te imaginas —concedí mientras Daryl se limitaba a asentir.

     —Enserio me estoy perdiendo de algo con ustedes dos —comento Merle, Daryl se levanto con un aire divertido.

     —Tenemos que irnos, anda —me dijo Daryl, yo asentí y me colgué mi arco, él comenzó a salir, sin embargo, apenas di un par de pasos, Merle me tomo del brazo.

     —Usen protección, es suficientemente problemático con un bebé ahora —pidió, yo me sonroje y me le zafe de un tirón.

     —Solo por tu cabeza pasan ese tipo de cosas, Merle —respondí, me apresuré a correr por donde Daryl se había ido, lo encontré en la salida del pabellón C—. Bien, ¿cual es el plan?

     —Tomaremos un auto y la moto, podemos ir por la carretera y adentrarnos en otros bosques —propuso mientras salíamos de la prisión.

     —Tenemos un bosque saliendo de la prisión, y ahí están tus trampas, ¿por que ir a otro bosque? —pregunte, me sonrió.

El Arquero del Fin del MundoWhere stories live. Discover now