La verdad que estaba perdida.

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El que comenzó como un beso lento y con un ligero sabor a tristeza, se convirtió en algo necesitado, bastante, como el agua en el desierto, de pronto sus labios no podían estar lejos del otro.

Hoseok había extrañado mucho aquellos labios que lo dominaban y lo mimaban con fiereza. Rosé era, aunque le costara aceptarlo, la mejor besadora del mundo. La alfa sabía cómo someterlo sin necesidad de usar sus manos y solo reclamarlo con la lengua, el omega se derretía en esos labios.

-te extrañe tanto-dijo la alfa sentándose encima de su omega y luego volviendo a besar los delgados labios del contrario, atacándolos con una dosis de excitación.

-Yo también -acepto el omega tomando una bocanada de aire, mientras ella le besaba el cuello. -alfa...ah...

-Bonito quiero...quiero probarte. -quizá, esas eran las palabras que necesitaba para dejarse llevar, porque él también quería que lo probara, no podía negarlo más, no si tenía su cuerpo encima, la tela de la bata abriéndose peligrosamente, enseñándole el pecho desnudo de la alfa.

Hoseok se quitó la playera y se dejó caer hacia atrás. Cerró los ojos.

No iba a pensar, no iba a pensar, no iba a pensar, solo se dejaría llevar, que Rosé lo guiara, que lo tomara todo, que solo se consumiera aquello y el pudiera ser libre, libre de sus tontos prejuicios, de sus ideales para estar en la realidad, en su realidad, donde la alfa comenzaba a besar sus sensibles pezones.

-Rosé...ah...-las manos de la joven desabrochando los pantalones, bajándolos junto con la ropa interior, dejándolo completamente expuesto a la mirada de la joven, que se relamió los labios al verlo, Hoseok abrió los ojos para ver la imagen, le pareció adorable el pequeño rubor de sus mejillas, salvaje e inocente al mismo tiempo-¿Vas a quedarte viendo o vas a chuparlo? -La alfa gruño demasiado complacida por el juego sucio de palabras, su bonito siendo caliente, la excitaba de sobremanera.

-Quieres que lo ponga en mi boca. -dijo con fingida inocencia.

-Solo no vayas a morderlo. -le advirtió el omega.

-Descuida será como tomar una rica paleta con sabor a mandarina. -Hoseok no podía creer que aquella comparación lo había excitado bastante, Rosé podría decirle cosas calientes y seguro se corría ahí sin nada más que la estimulación de su voz diciendo obscenidades, cerro los ojos, dispuesto a recibir placer.

La alfa mientras tanto comenzó a trazar un camino con su lengua del ombligo hasta la base del miembro, Hoseok siseaba demasiado complacido por las deliciosas lamidas que le daba y se volvió un caos de gemidos cuando Rosé se lo metió a la boca, succionándolo con fuerza, sus manos masajeando sus testículos.

Se sentía tan bien.

No había nada incorrecto, no se sentía mal, ni había asco de por medio, solo placer y Rosé era una experta produciéndolo.

-ugh...alfa...mmm...Rosé eres...ah...me gusta...

Rosé dejo de chuparlo para ir directamente a devorar sus labios, sus manos se hicieron cargo de seguir masturbando el miembro de su omega.

-Bonito ¿Quieres que continúe?

-si.

Rosé volvió a besarlo con fiereza, su loba aullando emocionada, la alfa descuido un poco el miembro de Hoseok para deshacer el nudo de la bata, dejándose expuesta por primera vez ante él, de pronto se sintió algo tímida, pero pronto la pena se desvaneció cuando se colocó encima de él, la sensación era extraña y reconfortante, el roce de piel contra piel era fascinante, pero había un pequeño detalle.

MI Bonito 💗Where stories live. Discover now