El regalo de Seungri

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Aquella mañana se sintió muy diferente.

Primero porque la lluvia hizo presencia y Hoseok podía escuchar las gotas cayendo.

Segundo, la alfa no estaba ahí cuando abrió los ojos y él se sintió extraño, con falta de calidez, su lobo refugiándose en el aroma de la alfa en las cobijas y sus almohadas, incluso el mismo se acurrucó más, para sentirse protegido, pero al final, la lluvia lo termino de despertar y se levantó para preparar un chocolate, tomar galletas de Jimin.

Luego regreso a la calidez de las sábanas y el aroma de Rosé, porque lo necesitaba, su lobo estaba deprimido.

Y le costaba aceptarlo, pero también estaba deprimido.

-Vamos ¿cómo puedo sentirme tan dependiente...? ¡han pasado solo unos días desde que nos unimos!

Entonces intento pararse y se dio cuenta que realmente no quería hacerlo, su lobo aullaba bajito y el volvió a esconder su respingona nariz en la almohada de su alfa.

Lo peor del ocio es que las preguntas se vuelven inevitables.

Y Hoseok tenía muchas preguntas, muchas dudas que lo hacían temblar.

¿Qué debería de hacer? ¿Entregarse y ya? ¿Por qué lo sentía tan complicado? ¡Cielos! Él no podía siquiera imaginarse en una situación tan intima como el sexo con Rosé ¿En qué momento se había vuelto tan puritano? Hoseok no era un santo...pero sabía que no existirían pectorales o un abdomen bien marcado, ni una espalda ancha, ni brazos fuertes, piernas musculosas, ni habría... ¡Y a él tanto que le gustaban!

Debería explorar una anatomía diferente, una con senos, cintura pequeña, brazos medianos y un... ¡oh Dioses él tenía tanto miedo!

Y es que no sabía que hacer ¿Funcionaba igual que con los hombres? O él tendría que...la idea, aunque fue interesante también le pareció sumamente extraña. Se sentía con tantos prejuicios hacia el tema.

-basta, no quiero ya pensar en esto.

No tardó mucho en ponerse ropa y salir a caminar por los alrededores de su casa, la lluvia ya había cesado así que no hubo necesidad de llevar un paraguas, además tenía la intención de transformarse en lobo y disfrutar un poco de sus cuatro patas.

Y así lo hizo, en cuanto estuvo en el bosque se transformó en el hermoso lobo de pelaje gris que era.

Corrió varios tramos y descanso otros, había decidido bordear el lago y regresar al punto de partida cuando hubiera terminado, su mente se ocupaba de la adrenalina mientras el lazo le daba ciertos tirones que lo desconcertaban de su agradable carrera.

Alfa tonta deja de preocuparte tanto estoy bien.

Hoseok terminó su paseo al rededor del lago cuatro horas después. Cuando llego al puente donde había dejado su ropa se apresuró a vestirse porque la temperatura había bajado considerablemente y el aun no estaba nada acostumbrado al clima.

El cansancio se acumuló en su cuerpo casi al instante y anhelo estar entre las cobijas con el olor de su alfa, cuando estuviera en su casa ese sería su plan.

Sin embargo, no contaba con el humo saliendo de la chimenea.

-¿Rosé habrá llegado ya? -su ceño se frunció de pronto-¿La estúpida de Lisa habrá venido a pripirirli li cimidi a esa alfa tonta?

Camino más aprisa y se adentró a la casa, dispuesta a arrastrar a Lisa por toda su casa, si estaba de fisgona, pero en cambio, cuando entro se encontró con un aroma a fresas y un hombre cocinando animadamente en su cocina.

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