La heredera de los exiliados

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Este capítulo sucede en el pasado, para entender lo qué pasó con Hoseok, hay que volver a Hyorin, su hermana y su historia no es muy larga pero es muy importante.


Hyorin jamás se sintió parte del clan Sur, algo faltaba, algo no cuadraba, no podía explicarlo con palabras, simplemente se sentía demasiado perdida entre todos, tan cualquiera y lo odiaba...ella se sentía tan especial y poderosa, ¡Dioses era la hija del líder! ¿por que nadie le daba el trato que merecía?

Y quizá por eso le gustaba perderse por horas en el bosque que estaba cerca del mar, aunque su mamá le repetía que aquello era peligroso, Hyorin no le hacía caso, desde que había aprendido a convertirse, se había refugiado en aquel lugar, llevaba años caminando por el bosque sin que nada malo le sucediera y con trece años no le parecía tenebroso, incluso podía sentir que aquel lugar la llamaba poco a poco, como un susurro que la acunaba en su misterio, ella no podía evitarlo la curiosidad sobre lo íntimo de aquel bosque la embargaba.

Además, aquello era más divertido que cuidar a Hoseok que no dejaba de balbucear y caminar torpemente, algo propio de sus tiernos tres años, pero molesto para ella, Hoseok era todo lo que ella odiaba, ruidoso, disperso y llorón...pero era un varón y probablemente un alfa, se sentía inferior de algún modo...la sola idea de pensar que podría dominarla y quitarle el lugar que tenía, la hacia odiarlo más.

Hyorin nunca lo llegó a querer, debía estar alerta constantemente.

Y el trono que anhelaba llegó a ella como una fruta prohibida.

Aquel día se había adentrado bastante en el bosque y terminó encontrando la cerca de piedra que dividía Volk del terreno de los exiliados. El peligro era inminente, tentador y su corazón, comenzó a latir rápido cuando divisó a un lobo caminando sobre la barda, majestuoso, enorme y poderoso, de un marrón oscuro, con ojos fieros.

Creyó que lo mejor era huir, aunque una parte de ella anhelaba quedarse, pero dio media vuelta y se alejó de regreso al bosque.

-Hyorin-dijo una voz masculina a sus espaldas. -No te vayas, por favor.

La loba giró a ver al dueño de la voz, un hombre alto con rasgos muy familiares le sonrió.

-¿Papá? -pregunto confundida pues el parecido con su padre era abrumador, solo que su padre no tenia barba y este hombre sí.

-¿Nos parecemos verdad? -la joven lo vio aún con desconfianza-Soy su hermano mayor, Seunghyo es decir tu tío.

-¿Tío? Papá nunca me menciono nada...

-Eso es porqué estoy exiliado pequeña, supongo que le avergüenza. -dijo con fingida tristeza.

-¿Exiliado? Pero... -Seunghyo le sonrió.

-Tu papá y yo tenemos ideales diferentes, eso me ha traído a este lado del muro, pero está bien, los exiliados somos una manada como la tuya.

Exiliados... ¿Cuántas veces había soñado con saber mas de ellos? Su mama siempre decía que eran criminales... ¿pero su tío era un criminal? Hyorin se sintió de pronto demasiado curiosa y ansiosa.

-¿En serio?

-Así es pequeña, somos una familia que se protege los unos a los otros, ¿te gustaría conocerla?

El estómago se le revolvió, ir al otro lado de la barda era romper una regla, decepcionar a sus padres...por más que odiara que su madre fuera tan estricta con ella, que su papa la obligara a estudiar mucho, Hyorin no quería decepcionarlos, pero tenía curiosidad.

-Oh...yo...no sé si sea buena idea cruzar esa barda...además si la cruzo no podré regresar, tiene el hechizo del gran hechicero de Galdur.

-De eso no te preocupes, podrás regresar con mi bendición... anda, deberías de venir y conocer a tus primos.

MI Bonito 💗Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ