- Digamos que sí.- sonrió tímidamente.

- Si ya sabía yo que tenías carácter... Sino sólo hace falta recordar el viernes por la noche.- rió entre dientes.

- No me lo recuerdes por favor Diego...- se llevó una mano a la cara.

- Bueno, pues ahí lo dejo. - puso su mochila sobre una silla libre y se acomodó sobre la que estaba sentado.- No tengo nada que hacer hoy, así que si me lo permites te acompañaré en esta hora de soledad.- dijo en un tono similar a un caballero de la edad media.

- Como usted quiera. - le imitó.

¿Qué tenía este chico que hacía que se sintiera distinta? Ni siquiera le conocía, no sabía nada de él... Pero aún así hacía que su estómago sintiera cosquillas y tuviera que romper la conexión de miradas si no quería parecer una idiota. Aunque bueno, ella ya sabía que parecía una idiota haciendo eso.

Diego era guapo, o eso opinaba ella. No era de esos chicos que deslumbraran por su belleza, no era un dios griego ni mucho menos, pero tenía algo que llamaba la atención de Ally y no sabía el qué era. Sin querer Ally tiró su móvil al suelo en un momento de incómodo silencio, por lo que se agachó a por él maldiciendo su torpeza tan oportuna. Cuando levantó la cabeza no pudo evitar el contacto visual con el brazo del chico, el cual estaba con la manga remangada hasta el codo dejando ver todos los tatuajes impresos en él. Apenas tenía hueco, solo conseguía ver desde el codo hasta su muñeca, pero dedujo que toda esa tinta llegaría hasta su hombro. Él la miró y esbozó una media sonrisa debido a la cara de ella.

-¿Ocurre algo?- rompió él el silencio y se rascó el brazo lleno de tatuajes.

- Esto... No, nada... Solo pues... - se rascó la nuca nerviosa.

- Me gustan los tatuajes.- se encogió de hombros.- Se nota, ¿No?

- Sí bueno... Un poco.- contestó sin saber exactamente que decir y se maldijo mentalmente por parecer una auténtica estúpida. Tras un momento de silencio agitó su cabeza y volvió a hablar.- Por cierto... ¿Me podrías contestar a una pregunta de nada?

- Claro, dime, no te cortes. Eso sí, si estas pensando en hacerte un tatua...

- No, tranquilo que no es eso. Ni loca me haría uno.- le cortó.- Esto... ¿Puedes hablarme sobre Luke?- dijo tímidamente.

Diego abrió los ojos como platos y pestañeó varias veces seguidas, luego de eso se incorporó un poco y apoyó los antebrazos en la mesa entrelazando sus manos. Había tocado en un tema sensible para él, pero no le mentiría sobre nada que pudiera perjudicar al rubio.

- Claro... Esto... Um.... ¿Qué quieres saber? - dudó un poco.

- Cualquier cosa. Su vida, su carácter, sus miedos... Cualquier cosa que sepas de él.

- No me llevo ni bien ni mal con él.- mintió.- Pero aquí todo el mundo le conoce bien. Es hijo de una estrella del pop como imagino que sabrás, por lo que su vida a la hora de hablar de lujos y riqueza es algo envidiable. Creo entender que tenía una hermana, pequeña me parece. En cuanto a su carácter... Solo existe él, los que le importan y su ego. Mataría por alguno de los factores previamente mencionados.

- Ya veo... Mucho de su vida personal pero poco de personalidad por lo que veo... - bufó.

- Es un chico muy cerrado con su forma de ser. Si no fuera por su fama desde que nació tampoco se sabría mucho de su vida privada.- suspiró.- ¿Por qué quieres saber de él?

- Tengo que estar una hora entera encerrada con él en un comedor limpiando mesas, no sé nada de él y tampoco sé como va a reaccionar. ¡Tengo la cabeza que me va a estalar!.- se llevó ambas manos a la cabeza y se recostó sobre la silla.

La Sombra de las Estrellas [Luke Hemmings]Where stories live. Discover now