286. Amores Complicados

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El delicioso olor a especias y a carne asada llenaba la tienda donde los Natblidas se preparaban para pasar la noche. Había sido un día bastante agitado y cansado pero la tarde había traído brisa fresca que había calmado el ambiente para bien al menos por unas horas.  

Ivory y Yakut que prácticamente devoraban en lugar de comer charlaban sobre el lugar con Keryon apartados en un rincón cerca del fuego. Hashelee estaba con ellos aunque no estaba demasiado pendiente de la conversación, sabía exactamente lo que ahora todos estaban pensando acerca de ella y que si Aranae decidía adelantarse a ella sus deseos de muerte igual se tornaban en su contra.

Treior por su parte comía en silencio sentado frente a Aden también al otro lado del fuego viendo como él no quitaba la mirada de Aranae que sentada en la otra tienda a lo lejos junto a la cama de Halena reía a carcajadas mientras Darshan le contaba mil y una anécdotas de los viajeros que de los catorce clanes allí habían ido a hospedarse. 

Nunca antes la había visto reír así, nunca.  

A decir verdad, nunca antes la había visto reír en general. Alguna sonrisa furtiva, alguna buena cara según el día que hubiese tenido eso si pero reír, reír era algo que jamás la había escuchado hacer y en cierta forma sentía celos de la forma en la que Darshan conseguía que lo hiciese. 

Tras ella tendida sobre la cama, Halena descansaba y de cuando en cuando Aranae se ponía en pie humedecía un poco más el paño que cubría su frente y tras refrescar su rostro y sus heridas muñecas volvía a sentarse junto al joven Nohara para continuar con la conversación en el punto en la cuál la habían dejado.

—No puedo creer que sea tan estúpida de creerse las cosas que le está contando —farfulló Aden arrancando un pedacito de carne para llevárselo a la boca sin quitarle los ojos de encima—. Es un Nohara, no puede fiarse de él.

Treior que llevaba rato escuchando aquella melodiosa risa se sonrió escondidamente porque realmente le hacía sentirse feliz el hecho de que Aranae riese tras tantísimo tiempo.

—Solo están charlando, Aden.

—No están charlando sin más —dijo él con un apático gesto—. Se está dejando embaucar por un...

—¿Y qué? —replicó de pronto Treior mirándole por un instante—. ¿Acaso tú ibas a hacerla reír así, Aden? ¿Ibas a corresponder lo que siente por ti? No, ¿verdad? —dijo secamente Treior con un gesto—. Has cruzado Polis y medio desierto por Halena, has dejado ya bien claro lo que sientes por ella así que no te metas entre Aranae y su felicidad porque si no te para ella, lo haré yo.

Aden que cambió la expresión de su cara al oírle tembló ligeramente por la rabia y la impotencia del momento.

—A ti lo que te pasa es que estás enamorado de ella.

—Si que lo estoy —contestó sincero Treior antes de dirigirle la mirada a lo lejos—. Y si para verla reír así tengo que verla con otro pues lo soportaré porque prefiero verla con él antes de verla sufrir contigo.

Treior que bajo la mirada a su plato terminó de comer y se levantó para llevarlo donde Rashesh. Aden no medía las consecuencias de sus palabras, mucho menos de sus actos y solía ser a quién más se le consentían las cosas por el hecho de ser quién más probabilidades tenía de convertirse en Heda pero lo que no iba a consentirle por nada del mundo es que siguiese lastimando a Aranae porque ella no se merecía aquello.

Aden que supo que había metido la pata en cuanto el recelo le dominó terminó apartando la mirada. 

¿Pero qué le ocurría?... 

Él no era así, nunca antes había sido así. Él era sencillo, era humilde, quizás saberse con la atención y el amor de ambas había sido demasiado para él. Quizás no había sabido gestionar sus sentimientos y sin quererlo se había metido en un peligroso triángulo que nada tenía que ver con la persona en la que él era ni en la que quería convertirse.

Estaba tan arrepentido de ello, aunque no sabía cómo arreglarlo porque le habían enseñado muchas cosas que le convertirían algún día en un líder justo y honorable, más el amor no había sido una de ellas y lidiar con eso le resultaba demasiado complicado ahora mismo.

Solo el tiempo diría como terminaría todo aquel embrollo ahora tan solo era cuestión de esperar a que Halena despertase, a que Halena le perdonase y a que Halena le amase.

Cosa que dudaba que hiciese tras haberle visto besar a Aranae y tras todo aquello. "Que vida más complicada es esta", no pudo evitar pensar Aden, "Bien tenían razón al decir que el amor era pura debilidad, solo había que verle a él en aquellos momentos..."

Continuara... 

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 2... (#TheWrites)Where stories live. Discover now