248. Devastadora Culpa

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Roan, Príncipe de Azgeda y consorte de la Heda de los ahora Catorce Clanes abandonaba el salón de la reunión mientras los embajadores debatían y negociaban con Emori que tierras ocuparía su gente se dirigía hacia el salón del trono cuando vio a Lexa a lo lejos tendida sobre el suelo.

Su rostro cambió y corrió a su lado al momento agachándose para recogerla y comprobar que siguiese respirando.

—¡Lexa! ¡Lexa! —la zarandeó un poco él angustiado tocando después su cara—. ¡Despierta!

Tras otra sacudida entreabrió los ojos aletargadamente sintiendo el sopor del sueño llamarla nuevamente antes de ser consciente de donde se encontraba y qué había ocurrido.

—No... no... —trató de incorporarse ella sintiéndose estrechada entre los brazos de Roan—. Halena...

—Lexa, Lexa eh... calmate... —intentó apaciguarla él fijándose bien en ella que no estuviese herida sin entender qué había ocurrido con Halena—. Calma, ¿dónde está Halena?

Lexa que sintió una nueva oleada de letargo acudir a ella se llevó la mano al rostro sintiendo algunas nauseas por la tensión del momento.

—Se la ha llevado... esa... esa mujer se la ha llevado...

—¿Qué mujer? —preguntó Roan cambiando su cara—. ¿La mujer que estaba en la sala del trono? ¿Esa mujer?

—Tengo que encontrarla... —murmuró entrecortadamente Lexa intentando ponerse en pie sintiendo las lágrimas llenar sus ojos. Todo eso era culpa suya, nunca debió liberar a esa mujer, era culpa suya.

—No, no... —le dijo él ayudándola a ponerse en pie volviendo la cabeza hacia el pasillo—. ¡Guardias!

Pronto algunos de los guardias relegados a los pasillos acudieron al oír las voces, impacientes y tensos.

—¡Jusheda ha desaparecido! ¡Encontradla y traed con vida a la mujer que se la ha llevado! —ordenó a voz en grito Roan kom Azgeda viendo como enseguida todos se replegaban por el pasillo.

Lexa que se sintió a punto de desfallecer nuevamente se sujetó de él sintiendo a Roan sostenerla.

—Ellos la encontrarán, tranquila —trató él de calmarla mientras se movía con ella para conducirla a un salón—. Lexa, tranquila...

—Es culpa mía... —murmuró Lexa abotargada reteniendo las lágrimas mientras caminaba con ayuda de él—. Es mi culpa...

Roan que entró con ella en el salón más cercano la sentó en una silla agachándose rápidamente para comprobar su rostro llevando su mano a la mejilla.

—La encontrarán —la interrumpió Roan intentando calmarla viéndola temblar de aquella manera—. La encontrarán y esa mujer pagará por lo que ha hecho.

Lexa que cerro los ojos sintiendo las lágrimas resbalar por su rostro se llevó la mano al estomago sintiendo un dolor inmenso llenar su pecho mientras todas las palabras e imágenes regresaban a ella.

—Clarke... —recordó ella mirándole de pronto entre lágrimas haciendo por levantarse, Roan que la sujetó nuevamente la paró—. Ella... yo...

—Iré a buscarla —la interrumpió Roan haciéndola sentar de nuevo disponiéndose a ir a por ella—. Si la necesitas iré por ella...

—No, ella... —murmuró aletargadamente Lexa entre lágrimas no sabiendo como explicarle bien ella—. Esa mujer... ella la ha...

Roan que frunció el ceño desconcertado al oírla la paró nuevamente sujetándola de los brazos.

—¿Qué le ha hecho?

—Ella... —murmuró entrecortadamente ella rompiendo a llorar desconsoladamente llevándose la mano a la cara presa de la amarga culpa.

Roan que cambió su cara al verla de aquella forma ya que salvo aquella vez y en privado nunca la había visto así la abrazó con fuerza pensando qué cosa tan horrible podría haberle hecho aquella mujer.

—Lo solucionaremos, sea lo que sea lo que haya hecho esa mujer, lo arreglaremos —le prometió Roan sintiendo una extraña sensación de culpa y pretensión.

Aquella mujer no tenía ni idea de con quienes se había metido.

Continuara...

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 2... (#TheWrites)Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα