172. Herederos

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La clareada mañana se cierne sobre Polis, la capital de los Trece Clanes y de la Coalición de Heda. Muchos de los embajadores que en su momento partieron, han regresado a Polis y están reunidos en la sala del trono perteneciente al Pueblo Arbóreo y gracias a la unión de sangre ahora también a Azgeda.

—Si bien lo que propone el decimotercer clan por boca de Indra es cierto, debemos responder —planteó Uzac del clan Yujledakru al resto de los embajadores y a su Heda—. Más territorios para sus gentes supondrá un coste para la nuestra que no se si estarán dispuestos a pagar.

—El decimotercer clan ha tomado la sagrada marca, no podemos negar eso —intervino Ayesha la embajadora podakru—. Nuestras tierras han de ser sus tierras también.

Roan que estaba reposado en el trono tenía la mirada puesta en ellos con expresión serena y ciertamente hastiado por sus palabras.

Lexa que permanece de pie de espaldas a la reunión justo al borde de la balconada contempla la extensa e intrincada urbe que se expande ante ella. El doliente recuerdo de la noche anterior planea sobre su mente como una sombra turbadora que amenaza con perturbar la poca paz que pueda quedar ya en ella.

—Lo debatiremos cuando la nueva líder Skykru pise Polis —repuso Leena una de las embajadoras volviendo la cabeza para verles antes de fijar la mirada en la Heda de los Trece Clanes—. La Coalición tiene otros importantes asuntos que discutir.

La inquietud y la tensión fueron ahora más palpables al recorrer la habitación cuando la Heda de los Trece Clanes se volvió a mirarla.

—Ouskejon Kru al igual que el resto de los clanes desean saber que está ocurriendo con el legado que Anya descendientes de Becca Pramheda dejó en tus manos.

Lexa que sostuvo su mirada largamente supo exactamente qué era la cuestión que estaba planteándole.

—Azgeda tiene ya un heredero, Eilan kom Azgeda, Príncipe de la Nación del Hielo, descendiente de Ontari kom Azgeda, su reina —dijo inflexiblemente Lexa endureciendo su mirada—. Y el Pueblo Arbóreo tiene ahora la suya, Halena kom Azgeda, Trigeda por vinculación a mi. No habrá más herederos —sentenció Lexa con determinación y firmeza.

Un murmullo se elevó por todo el salón, algunos de los embajadores comenzaron a discutirlo entre si y otros mostraron su evidente protesta por ello.

—Disculpas Heda, pero la Coalición desea...

—La Coalición desea lo que desee yo —dijo Lexa implacable dando un paso al frente para enfrentarlos a todos—. Y mi decisión es firme.

Roan que dirigió sus ojos hacia ella de pie cerca la contempló, tan peligrosa e imponente como siempre. Nada que ver con la noche anterior.

—Halena heredara la Coalición tras mi muerte y si alguien osa cuestionarla o cuestionar mi decisión, disolveré la Coalición y os reemplazaré a todos como representantes de vuestros clanes —sentenció Lexa con dureza, ya había sacrificado bastante y estaba harta de que jugasen con ella—. Os he permitido creer que teniais autoridad sobre mis acciones. Que teniais derecho a imponer vuestra voluntad sobre ellas y eso ha sido un error.

Algunos de ellos osaron ponerse en pie evidentemente indignados, mientras que otros se envararón en sus sillones.

—Yo soy Lexa kom Trikru. Comandante de la Sangre de la Nación Trigeda, Descendiente de Becca Pramheda, Heda de los Trece Clanes y de la Coalición —reafirmó Lexa con evidente impetú y solemnidad—. No me inclino ante nadie.

Roan que perfiló una escondida sonrisa llena de orgullo endureció su rostro al verla imponerse de aquella manera.

—No tolerare más que la Coalición decida mi camino por mi.

Ontari que estaba sentada en el sillón de Azgeda como representante de su Nación, alzó ligeramente una ceja con suficiencia. Por fin las cosas se empezaban a encausar y nada tendrían que temer ni Halena ni Eilan en el futuro.

Continuara...

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 2... (#TheWrites)Where stories live. Discover now