168. Minutos Antes...

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Clarke que cae al suelo retrocede preparándose para lo que sea que este por venir viendo como aquellos que la han arrojado dentro de la tienda de Andros se retiran y cómo al abrigo del alba Andros entra acompañado por algunos de sus hombres y por Lincoln.

Él parece inquieto y consternado, Vexor que trata de recomponer el tabique de su rota nariz hace por adelantarse para dirigirse a ella ferozmente con la sangre bañando su rostro cuando Andros le frena con la mano.

—Está prisionera te pertenece Lincoln, tal como has dicho y debes ser tú quien la castigue por tal agravio a tu hermano —dijo Andros endureciendo su mirada al ver la duda planear sobre su figura—. ¿O es que acaso temes hacerlo?

Lincoln que sabía que las palabras no iban a sacarle está vez de esta se odió por lo que iba a tener que hacer y posando sus ojos en los de Clarke se disculpó con la mirada antes de adelantarse y tomarla del pelo fuertemente.

—Se disculpará... —dijo Lincoln en un intentó de dejar aquello en una vaga advertencia.

—¡Me importan una mierda sus disculpas! —vociferó fieramente Vexor aún saboreando su sangre contenido solo por la mano de Andros—. ¡Quiero que esa zorra sangre!

Clarke que sintió siseó ante el dolor que Lincoln le estaba arrancando al mantenerla de esa forma sujeta del pelo le dirigió a Vexor una dura mirada de rencor y odio.

—¡Calmate, hermano! —le ordenó Andros escuchando algunos bramidos y protestas tras ellos—. Lincoln, ya le has oído. Castiga a esa zorra por lo que ha hecho...

Lincoln que sintió su corazón acelerarse al no haber conseguido ganar más que unos pocos segundos. Volvió la mirada hacia abajo capturando los afligidos ojos de Clarke por un efimero instante.

Lincoln que extendió la mano le dio un bofetón en la cara que hizo caer de nuevo a Clarke al suelo. Cuando levantó la mirada herida su labio sangraba y temblaba por la inminente contienda.

—Pide disculpas —ordenó Lincoln a Clarke temblando de pura impotencia al verse entre la espada y la pared.

Clarke que le escuchó volvió la cabeza dirigiendo la mirada hacia los mercenarios viendo a Vexor sonreirse jactancioso y enteramente satisfecho de si mismo ante la escena.

—No —respondió Clarke decidida con gesto indignado y dolido.

Lincoln que la miró de inmediato supo en ese mismo momento que el orgullo de Clarke no iba a permitirle ceder y que si no lo hacía las cosas se pondrían mucho peor.

—¿Cómo has dicho? —replicó Vexor indignado al instante tratando de llegar de nuevo a ella.

—¡No! —se impusó Andros volviéndose retador hacia él, endureciendo esta vez aún más su mirada—. ¡Quiero que él demuestre de qué lado esta!

Lincoln que estaba inclinado sobre Clarke vio nuevamente los ojos de Andros posarse sobre los suyos.

No iba a dejarlo pasar. No iba a hacerlo. Era algo que podía ver claramente en sus ojos. El corazón empezó a latirle más fuertemente en el pecho. Estaban en verdaderos problemas.

—¡Levantala! —ordenó Andros ante el alboroto de sus hombres que no perdían ojo.

Lincoln que bajó la mirada tomó a Clarke por los brazos alzándola del suelo para dejarla en pie. La pierna le dolió y él reconoció que no era nada con lo que sentiría a continuación.

—¡Raja a esa ramera, rajala! —gritó exaltado Vexor con dureza. Sus hermanos gritarón consignas de aprobación ante la proposición.

Clarke que tembló al escucharle le miró llena de resentimiento y rencor, entendía que Lincoln tenía que hacer lo que tenía que hacer para favorecerlas ante tales agravios pero temía que la situación se descontrolase.

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 2... (#TheWrites)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant