226. Nuevos Comienzos

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Halena que está sentada en la cama de su habitación se deshace el trenzado y largo cabello mientras Emori frente a ella termina de responder sus preguntas ya sin ningún tipo de recelo.

—Me parece muy valiente por vuestra parte, y lamento mucho que hayas tenido que pasar por todo eso... —murmuró Halena contemplando su apesadumbrado gesto—. Ha debido de ser muy duro para ti y para el resto vivir alejados de todo y de todos, especialmente para ti ahora que tu hermano ha muerto...

Emori que jugó con un hilillo de su pantalón evasivamente asintió con triste gesto.

—Le echo de menos...

—Estoy segura de eso —la consoló Halena llevando la mano a su brazo para reconfortarla un poco para sorpresa de ella—. Pero debes seguir adelante por él, Emori. Otan querría que lo hicieses...

Emori que se la quedo viendo a los ojos largamente sacudió la cabeza desconcertada imperceptiblemente más que sorprendida.

—¿Cómo es posible que con todo el daño y el mal que dices que te han hecho, no les odies y les detestes tanto como lo hago yo, Halena? —quiso saber Emori insistentemente no pudiendo creerse que hubiese tanta bondad en ella.

—No lo hago, Emori —respondió sincera Halena viéndola de cerca—. Durante años lo hice y ese dolor casi me consumió al igual que consumió a la reina Nia su odio por Heda, al final me di cuenta de que no merecía la pena vivir llena de odio y de rencor porque al final del día, ellos seguían siendo tal y como eran y la que sentía ese intenso dolor era solamente yo...

—Yo no podría ser tan buena —reconoció con resignación Emori bajando la mirada a sus piernas.

—Tú eres buena, Emori —dijo convencida de ello Halena—. Has tomado malas decisiones, has cometido errores y ofensas pero yo sé que eres buena. Alguien me dijo una vez que en ocasiones la vida nos pone a prueba más duramente algunas veces que otras y que para sobrevivir debemos hacer cosas que jamás querríamos tener que hacer.

Emori que bajó la mirada sintiendo formarse lágrimas en sus ojos sintió la mano de Halena amable elevar su barbilla para verla a los ojos recordando las sabias palabras de Ontari de nuevo.

—No te avergüences nunca de quien una vez fuiste porque eso es lo que te ha traído hasta aquí, Emori y es hora de comenzar una nueva vida... —dijo Halena conmovida al verla así rodeándola con sus brazos protectoramente queriendo darle todo su consuelo—. Yo te ayudaré, te lo prometo...

Emori que cerro sus ojos sintiendo resbalar por su cara lágrimas de desconsuelo, no podía ni creerse lo que estaba viviendo. Había tenido que ser tan dura, tan despiadada y tan fuerte durante tanto tiempo que había olvidado casi por completo la sensación de seguridad que Halena le estaba transmitiendo en ese momento. Contar con su sincera amistad y su aprecio era un regalo que un tonto tropiezo había provocado sin siquiera quererlo y no podía estar más agradecida por ello.

Para ella hasta que conoció el amor de John Murphy era un sinfín de malos y malos momentos, ahora que al fin la obsequiaba con algo bueno por nada del mundo deseaba perderlo.

Halena era la voz de su conciencia, la esencia de su corazón y la bondad de su herida alma todo personificado en forma de amiga. Una amiga que sabía que conservaría en el tiempo...

Continuara...

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 2... (#TheWrites)Where stories live. Discover now