194. Como Antes...

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El sol brilla alto y radiante en el despejado cielo de la capital de la Coalición. Las primeras horas de la tarde hacen que el bullicio y la algarabía se hagan presentes en las cercanías de la imponente Torre, hogar de la Heda de los Trece Clanes.

En uno de los amplios y dispuestos salones sentados en torno a una larga mesa, los trece embajadores de los clanes que componen la Coalición así como algunos de sus líderes están preparados para debatir el futuro de la Nación Trigeda ante la Heda de los Trece Clanes y su consorte, el Príncipe Roan de Azgeda.

—¿Dices que Skykru derribaría sus murallas? —planteó Roan posando los ojos en Octavia nada más oírla al otro lado de la mesa contemplándola a los ojos largamente—. ¿Con qué fin?

—¿Y por qué ahora? —preguntó Uzac con desconfianza sentado a un par de sillas de ella.

Octavia que tenía los ojos algo rojos enfrentó aún así la mirada de Roan y Lexa manteniendo el tipo antes de mirar también a los embajadores.

—Skykru ahora forma parte de la Coalición, acepta sus términos y a sus líderes. Acata sus costumbres y no ataca a los demás pueblos —explicó Octavia con voz tensa pero firme—. En el pasado es cierto que cometimos muchos errores, invadimos vuestras tierras y matamos a muchos de los vuestros. Ese tiempo pasó.

Muchos se miraron con recelo a sabiendas de los anteriores agravios cometidos.

—Aprendimos de nuestros errores y nuestra gente comprendió que somos invasores. Estas no son nuestras tierras, son las vuestras —dijo Octavia sincera mirándoles.

Lexa que la observaba en silencio mientras ella se explicaba vio como Roan se inclinaba ligeramente hacia delante prestándole más atención al escucharla admitir eso.

—No nos hemos ganado el derecho a estar aquí pero queremos cambiar las cosas. Queremos merecer ese derecho y queremos aportar todo lo que está en nuestra mano para lograr eso. Vuestra sociedad está construida sobre sólidos cimientos. Vuestras costumbres y valores os han mantenido con vida —dijo Octavia con determinación—. A nosotros las nuestras.

Muchos se miraron entre si sopesando lo que decía y de cuando en cuando dirigiendo su mirada hacia Roan o Lexa que parecían inmersos en la explicación de ella.

—Nuestro pueblo no es tan fuerte como el vuestro pero es inteligente. Sabe cuando admitir una derrota, y cuando asumir una victoria —repuso Octavia flaqueando un poco al hacerlo—. He mantenido una relación con uno de los vuestros, él me ha enseñado todo lo que sé ahora sobre vuestro honorable pueblo. Me mostro que no erais tan barbaros como en un principio podría parecer, que había una posibilidad de convivencia y le creí en ello.

Lincoln que permanece sentado a su lado es incapaz de levantar la vista de la mesa mientras que Bellamy asiente al otro lado de ella ante sus acertadas palabras. Clarke que está junto a Bellamy parece inmersa en sus pensamientos pero las palabras de Octavia calan en ella. Estar bajo el mismo techo que Lincoln no solo le resulta incomodo sino doloroso por eso ni les mira ni se dirige a ellos.

—No exigimos nada pero si pedimos la oportunidad de demostrar que podemos llegar a ser útil para vuestro pueblo. Nuestra sociedad es mucho más avanzada, contamos con tecnología y con avances médicos muy superiores a los que tenéis aquí en la Tierra. Estamos dispuestos a intercambiarlos por más tierras que cultivar y por una comunicación abierta. No queremos guerra, no queremos contiendas, solo coexistir pacificamente a cambio de poder comerciar y formar parte de la Nación que ahora nosotros también representamos.

Roan que se la quedo mirando largamente terminó echándose hacia atrás y volviendo la cabeza para posar sus ojos sobre Lexa que la miraba fijamente, ignorando el murmullo de discusiones, y opiniones respecto a su propuesta que se había levantado por toda la habitación.

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 2... (#TheWrites)Where stories live. Discover now