186. Libre Al Fin...

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Clarke que se la quedó mirando largamente finalmente se apartó permitiéndole que entrase en la habitación.

—Imagine que tú tampoco podrías dormir —murmuró la chica quedamente jugando inquietamente con sus manos fijándose en las reconfortantes velas y en la acogedora habitación—. Y al parecer estaba en lo cierto.

Clarke que terminó de cerrar la puerta despacio, se volvió hacia ella viéndola allí. Starlette era la viva imagen de ella, de lo que debía ser ella si reuniese el valor para volver a mirarse al espejo.

Starlette que bajó la mirada al suelo hizo un apenado gesto frente a ella.

—Tranquila, entiendo que no quieras hablar solamente quería darte las gracias por... bueno, por todo... —murmuró ella algo avergonzada y rendida—. Lo creas o no vuestra presencia allí fue un consuelo para mi, antes de que llegaseis yo...

—Preferiría no oírlo —musitó Clarke afectada parándola con la mano.

Starlette que la miró hizo un débil gesto apenada.

—A veces no medito mis palabras, lo siento —se disculpó ella bajando un poco la mirada al suelo—. Nunca creí que pudiese recuperar mi libertad y ahora que de nuevo la tengo, yo...

Clarke que vio como afloraba una amarga sonrisa en el rostro de Starlette y que las lágrimas llenaban sus ojos se sobrecogió.

—No es que tuviese grandes planes pensados si algún día tuviese oportunidad de escapar de allí pero... no sé, quizás creí que al lograr hacerlo me sentiría distinta. Que todo lo malo y deshonroso quedaría allí —se encogió de hombros ella sintiendo una lágrima morir sobre sus labios con una cándida sonrisa—. No es así. No lo es, ¿verdad?

Clarke que sintió su barbilla temblar mientras luchaba por retener las lágrimas en sus ojos finalmente negó imperceptiblemente.

Starlette que se sonrió con tristeza se paseó ahora por la habitación.

—Me he pasado la noche contándole cosas que desearía no haber vivido a un embajador que no ha dejado de mirarme como si fuese el ser más despreciable y vil del mundo —explicó ella fijándose en cada detalle a su paso, nunca había estado en unas estancias tan hermosas—. Azgeda es implacable, pero todos saben que el Acantilado Azul es inflexible con su gente.

Clarke que ladeo la cabeza al escucharla se preocupó al oírla hablar así. Las palabras lucharon por formarse y supo que temblarían en cuanto saliesen pero necesitaba saberlo.

—¿A qué te refieres?

Starlette que la escuchó se detuvo muy cerca de la balconada.

—Todas luces de ahí abajo, todas ellas, ¿son gente?...

Clarke que se apartó las lágrimas de la mejilla con la mano se acercó un poco al sillón para volver a sentarse en él. A decir verdad tenía punzadas en el bajo vientre y ese incombatible malestar no parecía querer abandonarla de momento.

—Si que lo son...

—Siempre quise conocer más gente —murmuró Starlette contemplando la lejanía—. Cuando era una niña, solía lanzarme desde lo alto del acantilado junto con otras niñas, solíamos pasar horas en el agua desafíando a los chicos para que también se lanzasen —recordó ella sonriendo amargamente—. Creíamos que creceriamos juntos, que encontraríamos aventuras... y que tal vez incluso algún día se las contaríamos a nuestros pequeños...

—Es un bonito recuerdo —reconoció Clarke al escucharla quedándosela viendo.

—Si que lo es, pero es solo eso un bonito recuerdo...

—Starlette...

Starlette que cerro sus ojos al escucharla la interrumpió con una melancólica sonrisa.

—¿Crees que algún día podré vivir eso?...

Clarke que se compadeció al escucharla apartó la mirada de ella sin poder evitar que nuevas lágrimas escapan de sus ojos.

—Algún día te reencontrarás con ellos —quiso animarla Clarke—. Estoy segura, Starlette.

Starlette que sintió las lentas lágrimas surcar su apacible rostro volvió la cabeza para verla con una dulce sonrisa.

—No hay un solo día que no anhelase reunirme con ellos...

Clarke que cambió lentamente su mirada al sentir que algo iba muy mal con ella se puso en pie.

—Starlette...

—Ni uno solo en el que no desease volver a verlos... Gracias a ti voy a poder hacerlo...

Clarke que dio un paso cauteloso hacia ella advirtió su placida sonrisa.

—Ahora seré libre al fin de nuevo —le dedicó ella una cálida sonrisa antes de cerrar sus ojos y dejarse caer hacia atrás cayendo al vacío.

—¡¡Starlette, no!!

El gritó que escapo de los labios de Clarke al lanzarse en vano para lograr alcanzarla fue tan fuerte y atronador que en cuanto su cuerpo chocó contra el suelo Clarke perdió el aliento, apartando la mirada entre lágrimas al dilucidar el cuerpo de Halena bajo los primeros rayos del amanecer bajo la Torre.

"No... no por favor, no", se dijo Clarke impactada y afligida cubriéndose con las manos la boca con visible impresión.

¿Pero qué era lo que le había dicho el embajador de Ouskejon Kru para que ella reaccionase así?

¿Qué?...

Continuara...

Asumamoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 2... (#TheWrites)Where stories live. Discover now