30 Amenazas que convertir en verdad [FIN DEL LIBRO 1]

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No podía creerlo. Al llegar la tarde el agua volvía a caer en la cascada, el cielo despejado mostró el sol de nuevo y el mar se meció como en cualquier día de verano. Ahora, horas después, un cielo estrellado sin ninguna nube. La tormenta se fue tan rápido como llegó. 

A lo lejos, en el castillo, se escuchaban las risas, los aplausos, la felicidad, la música. A todos parecía olvidárseles que la reina estuvo a punto de matarlos. A pesar de la inmensa prueba de su poder, de la amenaza que podía significar en sus vidas, del peligro que significaba si volvía a perder el control, la gente de Arendelle la perdonaba y celebraba a su alrededor su regreso cuando a otros no les habían dado ni una sola oportunidad.

La mujer no podía ni distinguir todo lo que sentía ante toda esa situación. Cuando despertó, la llama en su interior se había vuelto a avivar, a arder con fuerza. Despertar significaba un pacto roto, una tarea por cumplir, amenazas que convertir en verdad. Pero luego la reina se fugó y la mujer quedó en un estado de confusión. No habría acción sin la protagonista principal. Huyó y ya. Se acababa la historia y ella se quedaba ahí, sin nada que hacer ni nada por lo que luchar. Era el fin más soso e insatisfactorio, en su interior el fuego pareció extinguirse. La cabeza había dejado de dolerle. Al regresar del pueblo incluso sintió pena por la reina, por el odio con el que hablaba de ella el viejo enano. Se enfureció por ella. Algo de su odio se volvió simpatía, después de todo, parecía que las consecuencias iban a cumplirse y ella juró que si eso pasaba no haría anda más. Aunque no fuera por su mano y la dejaran completamente de lado no haría nada.

Para cuando se enteró del regreso de la reina todo empeoró. Fue peor que cuando creyó ya no tener propósito. Ahora contemplaba desde su cima con horror y furia las nulas consecuencias de todo el desastre que habían sido los últimos dos días. Y algo más. Algo intenso y que no se suponía debería de sentir: Miedo. Miedo a la reina de las nieves.

Era demasiado poderosa. Quizá, incluso más que ella. Eso ponía en riesgo no sólo a Arendelle, también a la mujer que lo vigilaba desde hace tantos, tantos años...

¿Y ahora qué? ¿Dónde quedaba todo lo que le habían jurado? ¿La justicia? ¿El castigo? ¿La muerte?

¿Dónde quedaba ella en esa historia?

Todos tenían una razón de ser, un papel qué cumplir. A algunos les tocaba la gloria, la dicha, el protagonismo. Otros no tenían tanta suerte y funcionaban sólo para ser el camino que los afortunados pisan. Ella sabía lo que le tocaba; su papel era grande, aunque su historia aun no le trajera su momento. Fue paciente, lo esperó. Cuando creyó que había llegado se fue en un parpadeo. Aceptó la oportunidad perdida, aceptó que quizá no obtendría lo que quería del modo que quería, pretendió que no le molestaba ni dolía. Pero ahora dolía muchísimo.

Apretó los puños, viendo el castillo iluminado lleno de vida. Lleno de amor. Le daba asco sólo imaginarse la fiesta celebrándose en ese mismo momento. Siempre había odiado las fiestas, incluso cuando ella asistía. Cuando se paraba en una esquina y veía a todos los demás bailando y coqueteando, esperando por los pocos momentos donde alguien se le acercaba y la hacía reír, momentos que no valían la pena estando el resto de la noche con un dolor intenso en el pecho. En especial cuando veía uno de esos besos.

El dolor de cabeza se le hizo más intenso, logrando apartar las memorias de su cabeza. Obligó a las voces a calmarse, los recuerdos fueron sólo un momento. No iba a llorar. Todo el tiempo esperando no iba a ser tiempo perdido, este nuevo percance sería sólo eso, porque iba a esperar un poco más. Lo iba a resolver, aunque tuviera que enfrentarse al reino una vez más y a su poderosa gobernante. No importaba que tan fuerte fuera la reina, la haría pagar por romper la promesa.

Esperaría, sí. Pero no sentada en una esquina. No más.

Y no sola.

Se dio vuelta y entró a su cueva. Aún estaba débil por el sueño, pero el enojo encendía el fuego y el calor comenzaba a darle poder.

Se agachó y acarició el suelo de piedra con la yema de los dedos. Sintió debajo lo que había escondido hace muchos años, latiendo, esperándola.

—Pánico. Grito —los llamó.

El suelo se partió. Sus criaturas despertaron. Su plan de venganza comenzó.

Fin del libro 1. 



N/A

Oh. Por. Dios. 

TERMINÉEEEEEEEEEEEEE

No sé si alguien lee estas notitas pero yo soy feliz escribiendo todos mis gritos de emoción, así que ahí va uno...

AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH
AL FINNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNN

Estoy muy feliz. Al fin empieza lo bueno.

Ha sido un largo camino, ha sido un poco tedioso y ha tenido muchos baches, pero lo logré, lo logramos!!!!

En fin. Cómo terminó la primera parte y aun me falta estructurar un poquis la segunda, va a haber una pequeña pausa que espero no tome más de un mes. Cualquier cosa les aviso en mi tablero. Pero no se preocupen que mientras tanto estaré compartiendo material adicional que incluye:

ºPlaylist oficial de A través del tiempo I: La reina de las nieves

ºSinopsis y portada del segundo libro

ºDedicatoria del segundo libro

Y más 7u7

Estoy muy emocionada, les prometo que el resto de la historia va a valer muchísimo la pena :D

Y por cierto, no suelo pedir comentarios, pero leer opiniones sobre este primer libro me haría muy feliz, así que si les nace y por favor cuéntenme un poquis qué les pareció. Lo bueno y lo malo, sin pena uwu

Por ahora les agradezco a los que me estén leyendo hasta acá, espero estén disfrutando mucho. Volvemos a leernos dentro de poco y yo como siempre los leo a ustedes en los comentarios<3

Trilogía: A Través Del TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora