𝕻𝖑𝖆𝖞𝖎𝖓𝖌 𝖂𝖎𝖙𝖍 𝕱𝖎𝖗𝖊 - 𝕵𝖊𝖓𝖑𝖎𝖘𝖆

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El personal arreglaba los últimos detalles para iniciar la ceremonia. La iglesia estaba hermosa y el lugar se estaba empezando a llenar por los invitados. En una habitación, Jennie se encontraba con sus amigas y hermana que la ayudaban arreglarse. Faltaba aún mucho para comenzar, los nervios estaban al 100. Las chicas arreglaban su vestido blanco. Debido a su embarazo, Jennie tuvo que hacerle muchos cambios al vestido. Por suerte todo salió bien. El vestido era precioso. Su encaje estaba bordado con mariposas. Su escote resaltaba los grandes senos y una cola larga. Jennie ayudo con el diseño, ya que quería empeñarse de que fuera perfecto, como el de sus sueños. Estaba tan ansiosa por ponérselo, no podía creer que ese día ya había llegado.

- Dios, se ve tan hermosa – dice Sana dando saltitos – me quiero casar – Tzuyu abre los ojos.

- Jennie te ves preciosa – dice Irene suavemente con una sonrisa. Jennie sonríe y muerde su labio.

- ¿En serio? – todas asienten.

- Lisa se va a morir cuando te vea – Joy termina de arreglar la cola del vestido. Jennie suspira.

- ¿Será que sí? – dice mirándose al espejo – me veo gorda – dice mirando su panza.

- Claro que estás gordita – dice la voz masculina – pero por estar llena de mucho amor – Jennie lo mira.

- ¡Papá! – se dirige hacia él – papá – lo abraza.

- Mi princesa, tiempo sin vernos – le acaricia la panza – mira lo grande que están – sonríe. Mira a su hija y suspira – qué hermosa te ves. Extrañaba verte – Jennie sonríe. Las chicas se miran y asienten.

- Vamos a salir – Jennie asiente. Las chicas salen de la habitación.

- Lamento no venir antes. ¿Hace cuánto no nos vemos?.

- Desde que me acompañaste con todo el proceso con mamá – su padre asiente.

- ¿Cómo vas con ello? – Jennie asiente.

- Mejor que nunca. Desde que mamá fue condenada a todos esos años me siento un poco en paz – dice sin ánimos. Su padre le acaricia la cabeza.

- Mi niña. Sé que nada de esto ha sido fácil, pero debes de entender que esto se lo busco ella. Tal vez si ella hubiera buscado ayuda, si ella me hubiera escuchado. Hubiera sido diferente – dice dulcemente,

- Sé que trataste de ayudarla. Pero no puedes salvar a alguien que no quiere ser salvado – dice suavemente.

- Lo sé, por eso dejé de insistir. Pero nunca debí irme, ese fue mi error. Si tal vez me hubiera quedado a lado de ustedes, les hubiera evitado este infierno.

- No es tu culpa, padre, trataste de hacer lo mejor para ti. Mamá trató de destruirte de cualquier manera, si te quedabas, acabaría contigo – el alto asiente.

- Lo sé, pero los deje solos con ella, deje que ella los controlara a su gusto. Perdón – Jennie sonríe y le coge las manos.

- Lo importante es que ahora aprendimos de nuestros errores y hemos crecido como familia – el mayor sonríe.

- Cierto – le besa la cabeza – te ves preciosa – la coge de la mano – a ver, una vueltica – Jennie ríe. El mayor la observa orgulloso – mi niña, te vas a casar – Jennie lo mira.

- Padre, no es la primera vez que lo hago – suelta una risita.

- Pero si es la primera vez que lo haces porque de verdad quieres. Porque de verdad amas. No porque te obligaron – Jennie asiente – estoy tan orgulloso de ti. Nada me hace más feliz que ver a mis hijos organizados, es un sueño. Saber que Jisoo será madre también y que encontró una asombrosa mujer como Rosé. O que Tae esté tan feliz a lado de Jung. Y ahora tú, con Lisa – sonríe – ¿a qué horas crecieron tanto? – ríe – hace unos años solía alzar a Jisoo mientras tú le contabas tus historias locas y Tae solo se reía – suspira – mis niños. Verlos crecer ha sido el mejor regalo de mi vida – los ojos de Jennie se llenan de lágrimas.