𝕻𝖑𝖆𝖞𝖎𝖓𝖌 𝖂𝖎𝖙𝖍 𝕱𝖎𝖗𝖊 - 𝕵𝖊𝖓𝖑𝖎𝖘𝖆

93.

Se remueve en la cama cuando no puede reconciliar el sueño. Trataba de ignorar aquellas voces que se escuchan afuera de su habitación, pero era imposible. Se quita las cobijas de encima y mira a la puerta que está entreabierta. Se levanta de su cama y se dirige a ella. Da suaves pasos para no ser escuchada. Cuando llega a ella se detiene al escuchar la voz de su madre y tía. Se asoma en el pequeño espacio que hay entre la puerta y escucha atenta.

- Rosé, ¿me dirás que ocurre? – dice la voz de su madre.

- No lo sé, Alice. Solo sé que no es nada bueno. Jisoo me llamo llorando – Lisa frunce el ceño.

- ¿No te dijo nada? – se quedan en silencio.

- Sé que debería quedarme, y quiero quedarme, es Lisa. Pero Jennie también es mi mejor amiga – el corazón de Lisa se acelera cuando escucha aquel nombre – ella también me necesita – suspira – no sé qué paso, pero sé qué tiene que ver mucho con lo que averiguamos – Lisa se esconde cuando ve la sombra moverse – estoy más que segura.

- ¿Crees que ya lo sabe?.

- Sí... — su madre da un largo suspiro.

- Ella va a preguntar por ti, ¿Qué le diré?.

- Que se me presento algo, no sé. Maldita sea – susurra. Lisa toma aire y sale de la habitación.

Observa a las dos mujeres conversar en la sala. Rosé empacaba sus cosas en la maleta mientras su madre la observaba.

- A Lisa no le va a gustar eso – dice suavemente su madre.

- ¿Qué sucede? – ambas la miran. Lisa las mira esperando alguna respuesta. Rosé suspira y se acerca a ella.

- Tengo que irme – pone las manos en sus hombros.

- ¿Por qué? – Rosé mira a Alice.

- Se me ha presentado algunas cosas, así que tengo que volver – Lisa se queda mirándola seriamente.

- No me mientas, Rosé – dice con voz gruesa – sé que te irás por ella – dice con enojo.

- Lisa, yo...

- ¿Acaso has olvidado como me trato? – dice tratando de no dejarse llevar por la ira - ¿acaso has olvidado como te dejo a un lado?. Ella no merece que vayas a salvarle el culo – dice duramente.

- Lisa – regaña su madre.

- No, no me pidas ser amable con ella. Por su culpa estoy así, por su culpa estoy jodida.

- Lisa, ya lo hablamos.

- Y lo pensé – dice cortándola – yo ya no voy a llorar más por ella. Que se quede con su puto esposo y familia. Quiero seguir mi vida, quiero volver a ser yo antes de conocerla, quiero volver a ser Lisa, no un cuerpo sin alma caminando sin rumbo.

- Lisa, para, te vas a arrepentir.

- ¡En lo único que me arrepiento es de haberla conocido! – la mira – no puedo creer que te largues a correrle en vez de quedarte. Soy tu sobrina – Rosé presiona sus labios - ¿te irás?, ¿lo harás? – Rosé desvía la mirada – bien, vete – le da la espalda.

- Lo siento, Lisa. Espero puedas entenderlo algún día – Lisa la mira.

- Yo no tengo por qué entenderle nada a ella. Ella no lo hizo conmigo, ¿Por qué yo sí? – se dirige a su habitación.

Entra y cierra la puerta. Sabe que tiene prohibido hacerlo, pero honestamente no quería a nadie a su lado. Se dirige a su cajón y saca algunas cosas de él. Se detiene cuando ve el saco. Lo bota al suelo a igual que las pocas cosas que tenía de ella.