10.

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El agua caía en las plantas mojándolas completamente, las gotas se resbalaban de ellas mojándole las botas a Lisa, no le prestaba atención, su mente estaba perdida en aquellos ojos gatunos, que desde que salió de casa no han dejado su mente en paz. Recuerda todo lo de anoche y su cuerpo temblaba, no tiene idea de que sucedía, pero no podía dejar de recordar con detalle cada cosa. Recuerda como sus labios tocaban la dulce y suave piel de la morena, sus manos apretando su culo, y en como su intimidad húmeda mojaba su erecto pene. La manera en como sus labios encajaban con los de ellas, y en como su pene sintió un poco aquella preciosa vagina. Su respiración se acelera y muerde su labio.

- ¡OYE! – sacude su cabeza y lo mira - ¿quieres? – dice mostrándole la jarrada de limonada.

- Sí, gracias.

Lisa deja de pensar en ello y cierra la manguera. Se queda mirando las plantas y suspira. La deja en el suelo y se acerca al chico que le entrega el vaso con una sonrisa.

- ¿Todo bien? – lo mira – llevas en el mismo lugar como unos cinco minutos exactos.

- Sí, solo pensaba en cosas – asiente.

- Gracias por venir a salvarme, otra vez – sonríe – mi esposo se llega a enterar que Bam de nuevo daño todo y nos mata – ríe.

- No pasa nada – dice con la mirada perdida.

- Debería volverte mi jardinero personal. Esta es la cuarta vez que vienes a salvarme el culo – ríe.

- Espero que me paguen bien, venir arreglarte el desastre de tu perro a escondidas de tu esposo no es fácil – ríe.

- Te pagaré bien, lo juro. Incluso, si quieres vamos esta noche a beber a mi pequeño bar, invita la casa – sonríe. Lisa lo piensa – vamos – anima – te ayudará a sacar de la cabeza sea lo que sea que te tiene mal – Lisa frunce el ceño.

- No estoy mal – Jungkook suelta una risita.

- Te recuerdo que duraste cinco minutos en el mismo lugar – Lisa se avergüenza – vamos, si quieres emborracharte te lo pagaré.

- Bien, acepto, pero solo porque es trago gratis – Jungkook sonríe.

- Bien, entonces termina y cancela cualquier trabajo que tengas, esta noche nos vamos a beber.

Lisa mira el jardín y suspira. Tiene que sacarse de la cabeza a esa mujer.




Kai la miraba sin decir nada, su cara se puso tan pálida que podía camuflarse en la pared, no sabía que decir, lo tomo por sorpresa aquellas palabras. Por otro lado, Jennie esperaba a que su esposo dijera algo, mientras sentía sus lágrimas resbalar por sus mejillas. No pudo más, iba a seguir su plan, pero no pudo más con el peso, ahora que su esposo sabía que ella se enteró, no había marcha atrás, ahora solo queda afrontarlo.

- ¿Cómo? – dice al fin.

- Que ya lo sé Kai, que ya sé sobre tu aventura con Krystal – Kai cierra los ojos.

- Jennie...

- ¿Por qué? – se le quiebra la voz – Kai, ¿Por qué? – lo empuja - ¿Por qué me hiciste esto? – empieza a pegarle - ¿Por qué? – se ataca a llorar.

- Jennie – su voz suena temblorosa – mi amor – le coge las muñecas para detenerla – perdón, perdóname – se arrodilla – perdóname.

Ambos lloraban. Kai se aferra en las piernas de Jennie.

- Perdóname, y-yo solo caí, mierda lo siento, por favor no me dejes. Te amo, yo te amo Jennie – Jennie cierra los ojos – no me dejes, te lo pido.

- Kai... - el chico se levanta.

𝕻𝖑𝖆𝖞𝖎𝖓𝖌 𝖂𝖎𝖙𝖍 𝕱𝖎𝖗𝖊 - 𝕵𝖊𝖓𝖑𝖎𝖘𝖆Where stories live. Discover now