𝕻𝖑𝖆𝖞𝖎𝖓𝖌 𝖂𝖎𝖙𝖍 𝕱𝖎𝖗𝖊 - 𝕵𝖊𝖓𝖑𝖎𝖘𝖆

15.

Termina de bajar las escaleras y se dirige al patio trasero. Decidió por ponerse un mezclilla holgado azul con unas líneas blancas en los costados, una camiseta crop top blanca, y unas zapatillas del mismo color de su camiseta. Iba a recoger su cabello, pero aun está empapado. Saluda algunos familiares y sale de la casa, el rayo de sol le golpea los ojos obligándola a entrecerrarlos. Busca con la mirada a su esposo para saber donde esta metido, sonríe cuando lo ve jugando con los pequeños.

- No te parece tierno – dice su madre a su lado.

- Sí – la mira – buenos días madre.

- Buenos días, ¿descansaste? – pregunta su madre curiosa. Jennie ríe nerviosa y asiente.

- Sí, ¿y tú?.

- No. Tu abuelo no dejaba de roncar, y eso que duerme a dos habitaciones de la mía – Jennie ríe.

- ¿Qué es lo que dirá el abuelo hoy? – pregunta curiosa..

- No lo sé, solo informo que todo estuviera listo para anunciar algo – asiente - ¿todo bien?, ¿estás bien? – la mira.

- Sí, ¿por?.

- No lo sé, ayer te vi tan callada, estabas tan perdida en tus pensamientos que no prestabas atención – Jennie moja sus labios.

- Estaba pensando en muchas cosas – admite.

- ¿Kai? – asiente levemente - ¿Qué ha pasado? – Jennie suspira.

- He decido darle otra oportunidad – vuelve a mirarlo.

- Eso es un buen avance, escuchar eso me hace feliz – asiente. Jennie frunce el ceño cuando no ve a su hermana.

- Oye, ¿y Jisoo? – la busca.

- Salió a pescar con Haein y Jay, hoy será de cena pescado guisado.

- Me imagino que es porque el abuelo lo pidió – su madre sonríe.

- Sí. Lo conoces tan bien.

- ¡Hye, ven! – llama su padre.

- Hablando del rey – levanta su mano – sea lo que sea que decida tu abuelo – la mira – tendremos que aceptarlo – Jennie frunce el ceño.

- ¿Decidir? – asiente.

- Pronto lo sabrás, por ahora, trata de relajarte y centrarte, te necesito aquí Jennie – Jennie asiente - hablaremos luego, por favor dile a Kai que cuando termine necesito que cargue unas cosas.

- Vale, le diré – asiente.

Su madre se aleja dejando a Jennie pensativa, aun no entendía porque tan misterio. Suspira y se dirige donde su esposo. Los niños jugaban felices con él.

- Kai, ¿me enseñas? – Kai sonríe.

- Claro, mira es así – coge el cubo Rubik y empieza a ordenarlo por colores.

- ¡Woo! – los niños empiezan a mirarlo animados.

- Listo – todos aplauden.

- Vamos a mostrarle a papá – cogen el cubo y salen corriendo.

Kai se levanta del suelo y mira a su esposa. Ambos sonríen.

- ¿Estás hace arto ahí? – niega.

- No, acabo de llegar – asiente – que bien te has llevado con los chicos – Kai sonríe.

- Son unos niños muy juguetones – dice mirándolos – sabes, ayer pensando, creo que no he sido justo contigo – lo mira – he sido duro contigo con ese tema y sé cuanto te afecta a ti cuando lo soy – la mira – tal vez tenía miedo tomar esa decisión porque, bueno, a veces siento no estar preparado para ello – se acerca a ella – pero, a veces lo he imaginado, y no se ve tan malo – Jennie frunce el ceño, confundida.