𝕻𝖑𝖆𝖞𝖎𝖓𝖌 𝖂𝖎𝖙𝖍 𝕱𝖎𝖗𝖊 - 𝕵𝖊𝖓𝖑𝖎𝖘𝖆

79.

Lisa movía su pie, nerviosa. Observaba a su madre cocinar junto a Rosé. Ambas hablaban con sonrisas y risas. Tenía un poco de sueño, ya que se acostó demasiado tarde con su tía. Ambas no se fueron a la cama hasta que las llamas se apagaran. Lisa sintió que soltó un poco el peso de sus hombros con la charla. Aunque se sentía mejor, aún tenía miedo en cómo podría reaccionar Jennie si lo supiera. Como siempre lo ha pensado, nadie podría querer a alguien con un pasado tan oscuro. Sin embargo, no se lo quiere ocultar más. Jennie era su pareja, va a ser su futura esposa. No puede seguir alejándola de ella por miedo. Jennie siempre ha sido sincera con ella, era hora de devolvérselo.

- ¿Con hambre? – la mira.

- Un poco – dice sonriendo suavemente.

- Ya casi terminamos – se sienta - ¿Cómo te sientes?.

- Un poco mejor – asiente – estoy nerviosa. ¿Crees que lo liberen hoy? – Rosé sonríe.

- Claro que lo harán, lo verás. El pequeño Bambam regresará a casita lo más pronto posible – anima. Lisa suspira y mira a su móvil.

- Chicas, siéntense a comer – ordena Alice.

- Venga. Tenemos cosas que hacer – Lisa asiente.

La familia desayunaba en silencio. Todos estaban nerviosos. El día de ayer Rosé y Lisa se reunieron con el amigo de Kai. El hombre les juro sacar al chico de ese lugar negociando. Antes de la noche recibieron la noticia de que hoy le daban salida. La familia se sintió tranquila cuando escucharon la buena noticia, estaban emocionados. Sin embargo, desde hace unas horas Lisa ha sentido que algo malo pasará. Aún no sabe que es, pero por culpa de ese sentimiento no ha podido descansar bien. Ya iban 3 días aquí. Aunque Lisa está feliz de tener a sus padres cerca, se sentía mal estando lejos de su novia, y más en estas últimas horas que la ha sentido tan rara. Sus mensajes eran fríos y cortos, y no aceptaba ninguna llamada. Desearía estar con ella para asegurarse de que todo está bien y que tal vez es su cabeza que se lo imagina.

- ¿Todo bien cariño? – levanta la mirada. Su madre la miraba fijamente.

- Sí, solo tengo un poco de sueño – dice para no preocuparla.

- Eso les pasa por estar jugando en el patio – dice el hombre - ¿creen que no vi la gran llama? – Alice abre los ojos.

- ¿Cómo así? – las mira. Rosé respira hondo y se acomoda.

- Es que Lisa y yo estábamos limpiando nuestras almas soltando cosas del pasado – explica – no se preocupen, ninguna hormiga salió lastimada – Alice voltea los ojos.

- No vuelvan hacer eso, es peligroso. Les recuerdo que esta casa es un setenta por ciento de madera.

- Tranquila hermanita, lo único afectado será la habitación de esta tonta – empuja levemente a Lisa.

- Tonta – le devuelve el empujón.

Lisa deja de jugar con su tía cuando recibe una llamada de Jennie. Se levanta de golpe y se aleja de su familia. Su pantalla vuelve a iluminarse con el nombre de la mujer. Toma aire y contesta.

- ¿Bueno? – dice suavemente. Había silencio en la otra línea - ¿Nini? – la escucha suspira.

- Hola – es lo único que dice.

- Hola – se encierra en su habitación - ¿Cómo estás?.

- Bien... — Lisa asiente.

- ¿Todo bien, mi amor?. Te escucho extraña – de nuevo, se queda en silencio.

- ¿Cuándo regresas? – Lisa suspira.

- No lo sé, creo que el viernes – se sienta en la cama.

- Okey... - Lisa presiona sus labios.