𝕻𝖑𝖆𝖞𝖎𝖓𝖌 𝖂𝖎𝖙𝖍 𝕱𝖎𝖗𝖊 - 𝕵𝖊𝖓𝖑𝖎𝖘𝖆

11.

Baja del auto y se dirige a la casa. Toca el timbre y espera a que abran. La puerta se abre y Jennie sonríe.

- Hola... - se detiene cuando ve a la chica – buenos días.

- Buenos días – dice educada.

Las dos estaban rojas, no podían verse a la cara, no después de lo que sucedió.

- Tú tía – pregunta Jennie matando el incomodo silencio.

- Acaba de salir, ya viene – asiente – pasa – se hace a un lado

- Permiso – le sonríe.

Pasa a su lado y se dirige al sofá. A los segundos Lisa la acompaña y se sienta en la otra esquina del sofá.

- ¿Deseas algo? – ofrece.

- No, gracias – dice con una sonrisa.

- Vale – dice suavemente.

Vuelven a quedarse en silencio. Jennie muerde su labio y suspira.

- ¿Cómo has estado? – Lisa la mira.

- Bien, trabajando – asiente - ¿y tú?.

- Bien, he estado un poco ocupada los últimos días – asiente.

Jennie siente la mirada de Lisa sobre ella, la mira disimuladamente y tiembla cuando la encuentra mirándola de arriba abajo. Sus ojos se encuentran y se quedan mirándose fijamente.

- Que hermosa esta el día de hoy, Jennie – Jennie sonríe.

- Gracias, cariño.

- Lamento haberme ido sin decir nada – dice de repente – es que no sabía que decir – dice sonrojada.

- No pasa nada, entiendo – sonríe.

- debió ser grosero de mi parte, perdón – Jennie sonríe de ternura, Lisa era una chica que le causaba ternura y curiosidad.

- Está bien, no pasa nada – asiente.

- Lamento lo de esa noche – Jennie la mira – Dios, que vergonzoso – dice apenada.

- Está bien, no se lo diré a nadie – Lisa la mira. Jennie siente algo cuando la chica le sonríe, su sonrisa, era muy atractiva.

- Gracias – asiente – prometo que no volverá a pasar – asegura.

- Será nuestro secreto – Lisa sonríe.

- Nuestro secreto – afirma. Jennie muerde su labio y pasa saliva.

No puede evitarlo pero sus ojos bajan. La chica tenía una sudadera color gris, ajustada a su cuerpo, dejando a la vista el bulto. La respiración se le acelera y desvía la mirada, se regaña por ser sucia. Aprieta las piernas cuando recuerda el miembro acariciando su intimidad.

- Disculpa, iré al baño – se levanta.

- Está bien – mira como la mirada de Lisa baja suavemente cuando ella se acomoda la corta falda.

- Permiso – asiente.

Jennie se encierra en el baño y suspira. Sacude su mano en su cara roja y moja sus labios.

- Dios – susurra. Se moja la cara y pasa sus manos – no seas sucia Jennie, no hagas eso – se dice.

Respira hondo y se arregla la falda. Coge el pomo y abre la puerta. Lisa levanta la cabeza y se quedan mirándose a los ojos, la mirada de Lisa pasa atrevidamente por el cuerpo de Jennie haciéndola temblar. Lisa se aleja de la pared y se acerca a ella.

- ¿Pasa algo cariño? – se detiene a unos centímetros de ella. Jennie levanta un poco la cabeza, ya que Lisa era más alta que ella.

- Sí – dice en un tono que nunca le había escuchado – y es que, yo no puedo sacarte de la cabeza desde esa noche – admite.