𝕻𝖑𝖆𝖞𝖎𝖓𝖌 𝖂𝖎𝖙𝖍 𝕱𝖎𝖗𝖊 - 𝕵𝖊𝖓𝖑𝖎𝖘𝖆

53.

Las chicas seguían mirándose fijamente a los ojos. Todo lo que estaba alrededor de ellas, dejo de existir. Solo eran ellas, Lisa y Minnie. Es complicado, eran muchas cosas, sentimientos encontrados. Al final, para Lisa, Minnie siempre será su primer amor, y tenerla al frente después de tanto, le trae recuerdos. Estaba hermosa. Su cabello pasó de ser castaño a rubios. Estaba un poco mejor que la última vez que la vio, su mirada era más tranquila, ella se veía más tranquila hasta que la vio. Después de tanto tiempo, Lisa nunca estuvo preparada para esto, porque en el fondo pensaba, que esto jamás iba a pasar.

Después de varios segundos, por fin Lisa desvió su mirada. Se encuentra con aquellos ojos gatunos, que la miraban preocupados, asustados. Por fin Lisa despierta del pequeño trance. Dudosa, sin saber qué hacer y con miedo de que estar tan cerca de ella, suceda algo. Se empieza a cuestionar si debería saludarla, o no.

- Buenas noches – dice mirando a la chica. Decidió que lo mejor era actuar como si nada – Lalisa – estira su mano. Minnie mira la mano.

- Buenas noches – la estrecha – un gusto conocerla – las dos se miran a los ojos.

Jennie miraba todo en silencio. No entendía qué pasaba y por qué su novia se comportaba tan diferente. Del tiempo que lleva conociéndola, es la primera vez que ve aquel brillo particular de sus ojos, hacia otra persona. Eso provoca una rara sensación adentro de ella, para nada le agrada eso.

Era claro que algo pasaba. Todos los que estaban alrededor de ellas, podían sentir la fuerte tensión. Las manos de Lisa y Minnie seguían juntas, haciendo que esto a Jennie le afecte más. No le agrada lo que está pasando. No entiende por qué su novia mira de esa manera a esa chica, o por qué esa chica no paraba de mirar a Lisa con esa cara de tonta. Tenía una sonrisa en la cara, y sus ojos, brillaban con intensidad, al igual que los de Lisa. Voltea los ojos, y muerde su lengua para tragarse el sentimiento.

- Entonces – Minnie mira a los Kim – sería bueno hablar más tarde – dice con una sonrisa falsa – me gustaría hablarlo en un lugar un poco más privado – dice riéndose – Kim Jennie fue un gusto conocerte – Jennie la mira y sonríe falsamente.

- Lo mismo – dice con un tono grueso. Tanto que su abuelo se sorprendió.

- Señorita Lalisa – Lisa la mira.

- Hasta luego señorita Nicha – Minnie estira su mano con una sonrisa.

Lisa se queda congelada mirándola. Baja en seco y la toma cuidadosamente. Le da un beso en la mano y se aleja de ella.

- Hasta luego, Lalisa – Jennie desvía su mirada. Aquella sensación se vuelve más fuerte, faltándole aire por la fuerte presión de su pecho.

Minnie se aleja sin quitarle la mirada a Lisa. La alta desvía la mirada encontrándose con la mirada de aquel guardaespaldas. El mismo que las ayudo todos estos años con sus salidas clandestinas. Él le hace una seña y ella asiente. Sabe que lo que acaba de hacer es peligroso.

- Venga – dice el mayor – sentémonos – Jennie asiente levemente. Dirige su mirada a Lisa. Voltea los ojos cuando la encuentra mirando donde se fue aquella chica.

- Vamos – se aleja de ella.

Lisa se queda de pie, observando el lugar vació. Trataba de reaccionar, pero su cuerpo no respondía. No sabe en qué coños se ha metido, pero sabe que acaba de arruinarlo. Sacude su cabeza, y toma aire. Se aleja del espacio donde se encontraba y se dirige a la mesa.

- Maldición – susurra.

Jennie se acomoda sin quitarle la mirada a la chica. La observaba detalladamente desde la distancia que se encuentran, tratando de entender que sucedió hace pocos segundos. Todo era confuso. No podía entender por qué Lisa reaccionó así. Al principio pensó que tal vez, Lisa la admiraba, o algo así. Pero aquella mirada, era más que eso. Era la misma mirada con la que la miraba. Se remueve en su asiento, incómoda. Lisa se sienta a su lado. Jennie muerde su labio y mira a su abuelo.