𝕻𝖑𝖆𝖞𝖎𝖓𝖌 𝖂𝖎𝖙𝖍 𝕱𝖎𝖗𝖊 - 𝕵𝖊𝖓𝖑𝖎𝖘𝖆

88.

 Caminaban por las calles del pueblo. Jisoo seguía a la rubia mientras observaba todo con curiosidad. No podía creer a donde se encuentra. Cuando Rosé le dijo que iba a demostrarle todo, no pensó que se lo tomará tan serio. Ahora, se encuentra lejos de casa y de su hogar. Ahora está en un lugar al que nunca había ido. Todo era nuevo para ella, el idioma, la cultura. La hermosa ciudad y el pueblo.

- ¿Lisa creció aquí? – la mira.

- Sip – Jisoo asiente - ¿Por qué estamos aquí?.

- Dijiste que querías pruebas, pues bueno, haré que las veas tu misma sin trucos de magia – Jisoo suspira.

- Rosé, ¿puedo saber por qué se fueron esos días? – la mira. Asiente y suspira.

- Te lo diré, pero necesito que de verdad me creas – Jisoo frunce el ceño.

- ¿Por qué me pides eso?, por algo estoy aquí, porque quiero creerte – Rosé asiente.

- Porque sé que lo que diré no te va a agradar – detienen sus pasos. Jisoo asiente levemente.

- Es sobre mamá, ¿no? – asiente.

- Y Kai – la castaña abre los ojos.

- Kai, ¿Qué tiene que ver él aquí? – Rosé presiona sus labios.

- Mucho, Jisoo. Demasiado – Jisoo se queda mirándola - ¿estás segura de escucharme y creer en mi palabra?.

- Sí – Jisoo ya estaba lista para lo peor. Al final, no cree que pueda ser peor que lo que le contó su hermano.

Una semana después:

Lisa hacía sus trabajos mientras Diana la observa. Ambas estaban en la biblioteca disfrutando el tranquilo silencio. Ya ha pasado una semana en la que empezaron a salir, todo ha ido muy bien para ambas, algo que es demasiado bueno. Desde que ha empezado a pasar sus tardes con Diana le ha ayudado alejar de su cabeza a Jennie. Sabe que está mal, que debería seguir dándose tiempo. Pero después de hablarlo con Diana, aunque sin detalles, la chica entendió y decidieron lo más lento que puedan. Como dijo la chica, a pasos de bebé. Las tardes a su lado han sido asombrosas. Diana es muy buena persona, tiene un gran corazón y siempre hace lo que sea por hacerla reír. Lisa era afortunada de haberse cruzado con ella en el camino.

- Ves, no es tan difícil – dice cuando por fin termina de solucionar la ecuación – sabía que podías hacerlo, solo es de tener un poco de fe – Lisa ríe.

- Entiendo – mira orgullosa el resultado – gracias Diana por tomarte el tiempo de enseñarme.

- No es nada – Lisa le coge la mano. Diana la mira y sonríe.

- D-Diana, quería saber si quieres salir conmigo. Esta noche habrá una fiesta, pero no quiero ir sola.

- Claro. Me encantaría ir a bailar contigo – Lisa ríe.

- No. Yo no sé bailar – Diana sonríe.

- Yo te enseño – se levanta – tengo que irme, no demoro en tener clase – se acerca a Lisa.

- Suerte – se besan. Lisa sonríe y se aleja – nos vemos luego.

- Vale – le da un pico y se aleja. Lisa da un largo suspiro y sigue resolviendo las ecuaciones guiándose de la primera.

Camina por los pasillos mientras revisa su móvil. Hablaba por chat con la chica. No tenía clase, así que no sabía qué hacer. Decide por ir al campo libre y relajarse un poco.