24.

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Jennie terminaba de arreglarse. Se miraba al espejo nerviosa, arreglaba su cabello de un modo otro, tratando de que este quede bien. Decide por dejárselo a un lado. Maquilla sus ojos con una línea gruesa provocando que sus ojos se vean más intimidantes y pinta sus labios de un rojo carmesí. Cuando termina de retocarse el maquillaje se arregla el vestido negro que se ajusta a sus preciosas curvas, y se coloca los tacones negros alto, aunque no lo suficiente, no quiere verse tan alta a lado de la chica. Trata de calmar sus nervios contando números mientras se recalca en la cabeza que todo saldrá bien. No es su primera cita con alguien, pero se siente así. Anoche, antes de que se fuera a dormir, Lisa le recordó que tenían una cita. No pudo dormir en la noche. No podía creer que tenía una cita con ella, nunca paso por su cabeza ni menos por las circunstancias. Revisa su nuevo móvil y mira la hora. Muerde su labio cuando nota que son las 8. Lisa no demora en llegar. Vuelve a mirarse al espejo arreglándose un poco el vestido y su cabello suelto. Deja de hacerlo cuando ve las luces de un auto al frente de su casa. Frunce el ceño y se dirige a la ventana. Ve como un auto negro se estaciona. Su corazón se acelera, espera que alguien baja del auto. Ruega de que no sea la persona que cree que es. Suspira aliviada cuando nota quién estaba en el auto. Rápidamente se dirige al primer piso, no si antes darse una ultima mirada al espejo y coger su bolsito.

Lisa se acomodaba la chaqueta mientras se dirige a la puerta. Se detiene y arregla las flores que están en sus manos. Respira hondo y empieza a susurrar lo que tiene pensando decirle cuando la vea.

- Buenas noches nena... no, eso se escucha feo – se rasca la cabeza – buenas noches Nini. No, muy informal – resopla – vamos Manoban, piensa – lleva sus dedos a la barbilla – señora Kim, no, a ella no le gusta que la llames así. Maldición – se queda pensando.

Antes de poder decir su siguiente opción para saludar a la mayor. La puerta se abre haciendo que Lisa deje debatir con ella misma y levante la mirada. Cuando se encuentra a la bella mujer en la entrada de la casa, queda totalmente paralizada. Su boca se abre levemente y sus ojos se quedan mirando la hermosa cara de Jennie. Siente como el corazón le salta como loco y su respiración se entrecorta. Sus ojos estudian aquel vestido negro ajustado a las perfectas curvas, y como la línea gruesa sobre sus ojos hacen su mirada más profunda.

Jennie puede escuchar como Lisa maldice cuando Jennie parpadea con coquetería mientras muerde su labio. Sabía que iba provocar algo, sin embargo, siempre que lo hace sentía mariposas en su panza provocándole nervios.

Se queda sorprendida mirándola. Lisa lucia un traje negro, con un top del mismo color reemplazando la camisa típica de botones. Unos zapatos blancos, y claro, sin perder su típico estilo, una gorra negra y su cabello corto suelto.

- Buenas noches, Jennie – dice Lisa sin dejarla de mirar.

- Buenas noches Lisa – Jennie sonríe.

Baja en seco cuando Lisa se le acerca para dejarle un beso en la mejilla. Sentir los labios de Lisa sobre su piel, le nubla la razón. Jennie suelta un jadeo sonrojándose y su cuerpo tiembla por el simple toque de esos labios carnudos. Lisa se aleja y cuando la mira, le sonríe.

- Mira, para ti – pone las flores al frente de ella.

Jennie las mira y sonríe de ternura. Las coge y se queda mirándolas.

Lisa se sorprende cuando Jennie la abraza. Sonríe y rodea sus brazos en la cinturita de la mayor. Se quedan unos segundos así disfrutando el cómodo y agradable abrazo. Jennie se aleja y le da un beso en la mejilla.

- Gracias por las flores – Lisa sonríe.

- ¿Vamos? – asiente – bien.

Le coge la mano y entrelaza su brazo con el de ella. Jennie le regala una tímida sonrisa y caminan hacía el auto. Jennie se queda mirándola.

𝕻𝖑𝖆𝖞𝖎𝖓𝖌 𝖂𝖎𝖙𝖍 𝕱𝖎𝖗𝖊 - 𝕵𝖊𝖓𝖑𝖎𝖘𝖆Where stories live. Discover now