65.

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La morena da un largo suspiro. Mordía su labio mientras observaba el trayecto del vuelo por la pantallita. Su mirada se desvía, mira a su novia que observa la ventana ansiosa, moviendo su pie de manera rápida. La mirada de la chica alta se dirige a sus ojos cuando le toma la mano.

- Tranquila, ya vamos a llegar – dice suavemente tratando de relajar el cuerpo tenso de la chica. Lisa da un suspiro y mira a la ventana.

Jennie esperaba a su novia que recogía las maletas pesadas. Se comunicaba con las chicas para saber cómo seguía su mejor amiga, desde que subió al avión no ha dejado de pensar en ella, estaba tan preocupada como su novia. Aunque obtenía respuestas inmediatas de sus amigas, eran sencillas. Un "está bien" no era suficiente, necesitaba comprobarlo. Estaba tan dolida como enojada, no podía creer que otra vez su mejor amiga haya caído de nuevo a ese método de "sanar". Hace tiempo que no lo hacía. Volver a ello abre algunas heridas que solo ellas dos han tenido que pasar, recordar ello la pone triste, pero a la vez le enoja. Rosé le había prometido que todo eso acabaría, que era pasado. Tenía ansias de verla, no solo para asegurarse que ya estaba mejor, sino para jalarle las orejas.

Deja a un lado sus pensamientos cuando ve que su novia se acerca. Era muy pocas veces que Jennie le prestaba atención a la altura de su novia. Lisa es demasiado alta, tanto que sobresalta por la multitud.

- ¿Lista? – pregunta cuando ella llega a su lado.

- Lista – asiente. Jennie va a coger la maleta, pero Lisa no se lo permite – yo me encargo de ellas. Tú lleva las menos pesadas – Jennie asiente y las coge - ¿has hablado con las chicas? – la mira.

- Sí. Dice que ya están en casa, Rosé está descasando – Lisa asiente. Su semblante era frío - ¿estás enojada? – Lisa la mira.

- Dime por qué no estarlo. No puedo creer que ella se deje moler a puños por una simple mujer – dice con mucho enojo.

- Lili, es complicado – dice suavemente.

- Yo sé, entiendo que duele. Joder, lo sé. Pero eso no significa que ande por ahí rompiéndose la cara – aprieta su agarre – es que cuando la vea me escuchará – salen del aeropuerto.




Se vuelve a remover mientras gruñe. Arruga su nariz y aprieta sus ojos. Se queja cuando le duele la cara. Sus ojos se empiezan abrir poco a poco molestándole la luz del sol que entra por su habitación. Se acomoda dándole la espalda a la ventana. Vuelve a quejarse cuando el movimiento le hace doler la costilla. Trata de recordar que sucedió. Nada era claro, solo pequeños fragmentos. Escucha pasos afuera de su habitación. La puerta se abre. Abre los ojos, o bueno, eso trata, ya que uno de ellos está tan inflamado que no lo puede abrir completamente. Se queda totalmente congelada cuando ve quién es. Cierra sus ojos y niega con la cabeza.

- Es un sueño, lo es – susurra.

- Para nada lo es – dice la chica con una sonrisa – buenos días, dormilona. Hasta que por fin despiertas – la mira.

- Jisoo, ¿Qué haces aquí? – la chica de cabello castaño se acomoda en la silla a lado de la cama.

- ¿Tú qué crees?. Vengo a verte – Rosé no entendía nada. ¿Por qué la vendría a ver?, ¿Qué tiene de especial para hacerlo?.

- Pensé que estabas enojada.

- Lo estoy, mucho – Rosé hace un puchero - ¿crees que es divertido verte así? – "¿Así?". Pregunta Rosé en su mente.

- ¿Cómo?.

- Dios, ni siquiera recuerdas – niega con la cabeza. Se quedan en silencio.

- No deberías estar aquí – dice suavemente – tú acabas de...

𝕻𝖑𝖆𝖞𝖎𝖓𝖌 𝖂𝖎𝖙𝖍 𝕱𝖎𝖗𝖊 - 𝕵𝖊𝖓𝖑𝖎𝖘𝖆حيث تعيش القصص. اكتشف الآن