Capítulo 86.

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Personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, los créditos son para sus respectivos creadores.




Rossweisse de pronto terminó en el suelo mientras sostenía su boca evitando regresar lo que su estómago guardaba, en estos momentos el ambiente cambió y no precisamente para bien.

El grito de Yasaka se transformó en un rugido estruendoso, el campo de batalla tembló ante tal poder del Kyubi que estaba fuera de control ante los actos que la brigada del caos generaba.

—¿Y ahora qué hacemos Kuroka-san? —Asia preguntó con angustia por el repentino cambio de ambiente, era verdad que en un principio parecían tener la ventaja sobre los ciervos de Cao Cao, pero ahora, era evidente la preocupación en el rostro de la Neko, solo ella podría darse una idea de la peligrosa situación en la que estaban.

—Y yo qué sé, este tipo es fuerte, un corte de su lanza puede matarme, puede matarnos a todos. —explicó la Neko ante las cuestiones que no podía contestar. —Podría ser tan fuerte como Vali, incluso más. Se supone que ya tenemos lo que queremos, pero Go-kun aún no llega y seguramente no nos la pondrán fácil para escapar. —Comentó después, una gota de sudor descendía por su mejilla y no evitaba delatar su angustia al hablar.

—Tal vez si atacamos todas juntas podamos tener una oportunidad. —propuso Irina mientras sostenía a la valkiria que continuaba vomitando a consecuencia del alcohol que había bebido.

—Tienes Razón, si no lo intentamos no lo sabremos. —Contestó Xenovia y blandiendo a Ascalon apuntó a su enemigo completamente decidida a continuar la batalla.

—Les recomendaría no hacerlo, no si quieren continuar viviendo... —Declaró Cao Cao y más de sus hombres avanzaron al frente, decididos a corresponder si eso era lo que deseaban.

—Parece que realmente estamos en problemas... —Dijo Irina que aún intentaba ayudar a Rossweisse a reincorporarse.

—Si no tenemos opción, ¡solo podemos luchar!. —Con valor, Xenovia habló y las demás estuvieron de acuerdo en ese punto, al menos las que alguna vez fueron y eran ciervas de la iglesia, Kuroka y Rossweisse escuchaban su determinación.

—Gokú-san confía en que podríamos encargarnos, no vamos a defraudarlo! —la sonrisa de Irina apareció mientras la imagen del chico cruzó por su mente.

—Yo-yo las apoyaré todo lo que pueda. —Inspirada Asia continuo, un brillo esmeralda rodeó sus manos compartiendo el mismo sentimiento de sus compañeras.

—Vaya, ¿así que realmente están decididas a continuar? —Kuroka cuestionó impresionada por el valor de las chicas, actitud que le inspiró coraje y marcó su sonrisa nuevamente sobre sus expresiones. —Bien ¿Qué se le puede hacer? no pienso perder contra ustedes. — Declaró desafiante a sus compañeras y luego señaló a Cao Cao sin miedo.

—Deberías saber que yo no busco jugar como lo hace Vali. —Cao Cao habló. —Si piensas en detenerme, necesitarán mucho más que determinación, necesitan de un poder que pueda vencer a Dioses incluso, y sabes a lo que me refiero. 

—Go-kun vendrá, así que no te preocupes, intentaré entretenerte hasta entonces. —Dijo Kuroka dibujando una sonrisa desafiante, fue suficiente para desconcertar a Cao Cao por tal confianza que expresaba y conocía bien lo que ella era capaz de hacer y no encontró motivo alguno para preocuparse, sin embargo, muy pronto comprendería que esta no es la misma mujer que sirvió a la brigada del caos.

Mal de Amores.Where stories live. Discover now