Capítulo 19.

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Personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores.


—¡¿E-es kokabiel-sama?! —alteradamente Kalawarner preguntó ante el incidente que se pudo escuchar en la lejanía.

—¡Eso significa que Mittelt también debe estar ahí! —añadió Reynare.

—Gokú-san ¿qué está pasando? —Le preguntó Asia con temor en sus palabras, pero el joven simplemente observó la cortina de humo y polvo que en la lejanía se mostraba, pronto una luz resplandeció intensamente y un gran poder mágico amenazó toda la ciudad.

—Debemos ir por mittelt, no podemos permitir que continúe en manos de kokabiel —añadió la pelinegra y el joven rubio se mostró sorprendido ante esa declaración.

—¿Piensan ir por Mito? —sin comprenderles muy bien decidió preguntar y el par de jóvenes asintieron, podía verse que no decían mentiras.

—De seguro está enfadada conmigo por haberle mentido —explicó Reynare, estaba claro que aquellas tres debían ser muy amigas y en parte también se preocupaban, sin embargo pudieron notar algo en los ojos de Gokú, indecisión tal vez, porque se desviaron levemente y no les miró directamente.

—¿Sucede algo Cariño? —le dijo Kalawarner un poco intrigada por esa actitud. —¿No piensas ayudarnos? —fue más clara esta vez, pero aún así el joven no respondió.

—¿No vas a ir a detener a kokabiel? —fue Reynare esta vez la que preguntó y la mirada aburrida de gokú se posó en ella.

—¡Hasta hace poco dijiste que no me permitirías ir! —le reclamó cómicamente y luego desvió la mirada otra vez. —Su amiga ahora está en contra de azazel, teniendo en cuenta mi posición con ese idiota no saldremos beneficiados — explicó cruzándose de brazos, pero luego sintió cómo su rostro fue sumergido en los dotes femeninos de la peliazul que le abrazó.

—Vamos Cariño, nosotras también dejamos de seguir a azazel-sama por tí, así que nada cambiará —continuó mientras mantenía el rostro de gokú en esa posición, que avergonzado trataba de separarse de ella.

—¡Además nos lo debes por meter esas brujas a la casa! —sugirió Reynare y eso causó que una gota de sudor apareciese en la frente del joven, pues ella también le tomó de uno de sus brazos y apegó sus atributos al chico que no hacía más que ponerse nervioso.

—Po-por favor, lo están incomodando! —ahora fue Asia la que le abrazó en un intento de alejar a las caídas que intentaban convencerlo de esa forma poco formal, sin saber que formaba parte del pervertido momento.

—¡Mierda, si me siguen tratando así voy a terminar aceptando!" —pensaba con un tinte rojo en sus mejillas. —Ustedes no lo entienden —Contestó él con fuerte voz, siendo señalado por los ojos que buscaban una respuesta.

—¿Sucede algo Gokú-san? —asia continuó preguntando también curiosa por esa extraña forma de actuar que no conocía del chico, y aunque parecía no respondería, sí que hubo alguien que si lo hizo.

—Sucede que de actuar; un mal mayor se desatará —repentinamente alguien habló tras ellos e inmediatamente giraron a ver hacía aquella dirección, encontrándose con alguien muy conocido.

—¡Azazel-sama! —exclamaron las mujeres al unísono cuando le vieron salir de un sello mágico fumando tranquilamente un cigarrillo.

—¿Qué haces aquí idiota? —preguntó gokú levantando una ceja y con una voz que se tornó repentinamente seria.

Mal de Amores.Where stories live. Discover now