Mal de Amores.

Capítulo 48.

Personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores.

Las magas miraron con algo de preocupación al son cuando fue capaz de romper el sello que les protegía, Koneko miró con algo de alivio la llegada del joven.

—Cómo pudieron entrar aquí?! —gritaron las mujeres encapuchadas que no perdieron tiempo y se prepararon para atacar con su magia peligrosa.

—¡Son Cuidado! —alertó la chica, pero pronto la valkiria se presentó y utilizando la misma combinación, en un instante todas esas personas sucumbieron y todos los magos fueron derrotados.

—E-es el novio de la presidente —dijo el chico vampiro que sujetado por un sello en la pared era obligado a desatar su poder sobre toda la academia. —Yo no quiero esto, yo no quiero esto! —continuó diciendo mientras algunas lágrimas salían de sus ojos.

—No te preocupes gasper-san, te ayudaré y te llevaré con Rias —aclaró Gokú acercándose al chico que era prisionero en uno de los sellos. 

—No puedo controlarme, estoy causando muchos problemas a la presidente, soy un monstruo! —chilló el joven. —¡por favor mátame! —suplicó entre sollozos, más sin embargo gokú ni siquiera lo consideraría.

—No te preocupes, deja de llorar que es irritante... —dijo Gokú y golpeó el cuello del vampiro dejándole inconsciente en el proceso. —Por favor rossweisse-san, puedes liberarlo? —dijo él dirigiéndose esta vez a la bella valkiria que asintió y se acercó al joven vampiro, mientras Gokú regresó la mirada hacia quien suponía era el causante de este caos.

—Vaya, verdaderamente tú eres alguien bastante fuerte —una voz llegó a sus oídos y en el marco de una alejada ventana, una dama de cabellera morena observaba todo con unos ojos brillantes y una pequeña sonrisa.

El joven le miró detenidamente, ella traía un kimono oscuro y tanto si ki como sus ojos eran muy similares a los de Koneko, demasiado similares.

—¿Y tú quién eres? ¿eres la causante de todo este alboroto? —preguntó Gokú mirando fijamente a esa chica.

—No negaré que hay algo que puedo afirmar de esa pregunta, pero la realidad es que todo esto no me importa —declaró la chica. —Solo he venido por Shirone —declaró la mujer, solo trayendo más confusión a todos los presentes, pero cuando esa retina avellana se posó en koneko supo de lo que esto se trataba.

—¡Son, Ten cuidado! —alertó Koneko. —¡Ella es muy peligrosa! —informó.

—¿Por qué dices eso, sigues negando que el mismo poder que tengo también corre por tus venas hermana? —continuó indagando riendo juguetonamente.

—Yo no soy como tú, no aceptaré ese poder! —declaró Koneko y posteriormente tanto ella como Gasper fueron liberados de aquel sello que había invadido a la academia.

—Ya basta, qué es lo que estás buscando! —preguntó Gokú.

—Ya te lo dije, he venido por mi hermana. —respondió la chica. —Te entrenaré correctamente, no permitiré que alguien como Rias Gremory te tenga —declaró la bella chica y luego, juguetonamente detrás de ella, un par de colas se asomaron y de alguna manera, esa revelación hizo que gokú no solo se asombrase, de alguna manera se paralizó.

—Ya entiendo, ella es un youkai —comentó Rossweisse en voz baja.

—¿U-un youkai? —con bastante intriga gokú preguntó y la peli plateada asintió. 

—Son una especie de seres que pertenecen a la cultura japonesa, se dice que utilizan el senjutsu y las bases del ki como fuente de poder, debemos tener cuidado —continuó explicando, revelaciones que de alguna forma impactaban a Gokú, sin embargo, no tuvieron tiempo de continuar hablando, pues un repentino ataque llegó y tal fue el impacto que destruyó todo el edificio en un instante.