Capítulo 69.

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Personajes Utilizados en esta historia no me pertenecen, los créditos son para sus respectivos creadores.

—Son-kun. —Una voz interrumpió sus sueños y poco a poco abrió sus grandes ojos esmeralda. —A mi también me gustaría dormir todo el día contigo, pero tengo que ir a entrenar con mi padre. —La voz de akeno informó juguetonamente con una risita, en ese momento miró la posición en la que se encontraba, pues su rostro permanecía sumergido en la suavidad de la dama mientras consciente o inconscientemente apresaba su cintura con sus manos.

—Lo-lo siento Akeno-san. —Respondió él apartándose nerviosamente y frotando sus ojos, inmediatamente después cuando su vista se aclaró notó la desnudez de la diablesa y se giró avergonzado. —De-debí quedarme dormido, tenía mucho sueño. —se excusó.

—No pasa nada, me gusta verte dormir. —Afirmó ella con una risita. —Aunque no es lo único que me gustaría verte hacer en la cama. —con su dedo recorrió el pecho de gokú y le apresó antes de que pudiera marcharse regresándole a ella.

—A-akeno-san... —balbuceó cuando sintió el peso de esa desnuda mujer sobre él y contempló su piel descubierta. —Tal vez podamos tardar un poco más si lo quieres... —propuso pícaramente y gokú tragó hondo ante la llamativa propuesta, no obstante cierta pelirroja salió eufórica de la ducha no sosteniendo más que una toalla sobre su cuerpo.

—No van a hacer nada, ni le harás nada a Son-kun. —aclaró con su mirada fulminante y Akeno quien le sonrió desafiante.

—Ara, resulta que ahora es pecado estar con mi novio? —preguntó la azabache y Rias mostró un puchero de molestia ante esa afirmación que no podía negar. —Oye gokú, ¿sabías que mis pechos son más grandes que los de Rias? —indagó y un sonrojo se apoderó de Gokú en su totalidad, Rias también continuó disgustándose por las insinuaciones de su reina.

—Él se va a casar conmigo, mi compromiso es más importante... —intentó confrontar a Akeno, sin embargo una voz más le desafió.

—Yo fui la primera en comprometerse con él y tendremos un hijo. —especificó Xenovia quien interrumpió la discusión.

La tensión fue inevitable y lo único que gokú pudo hacer fue rogar para que no pasase a mayores, aunque poco a poco se le venía haciendo costumbre.

—Realmente te ves muy linda Xenovia. —Halagó Gokú al ver la ropa que ella traía, no era nada formal ni elegante, sin embargo le recordó el primer día en que se conocieron, pues era su ropa de exorcista la que cubría y hacía resaltar su bien formado cuerpo.

—Gracias Querido, el entrenamiento de Azazel-sama se torna más pesado y quiero moverme de mejor manera... —Explicó con un tono dulce.

—Te estás esforzando mucho, pero procura no hacerte daño... —suplicó y ella negó ante su angustia.

—Te hice una promesa y quiero cumplirte... —tiernamente respondió y se acercó un poco más a su chico y le tomó de sus manos. —Me volveré más fuerte. —con esa afirmación el corazón del Son dio un salto demás cuando la miraba, quiso gritar lo mucho que quería a esa mujer.

—Bueno, supongo que nosotras también nos vamos. —Informó Rias acercándose junto con Akeno. —Procuraré terminar temprano, debes sentirte aburrido, si quieres puedo pedirle a Azazel-san asistir a los entrenamientos de Xenovia y kiba. —Propuso la Gremory, sin embargo los planes de Gokú se alejaban bastante de eso.

—No se preocupen, pensaba en ir a visitar a Rey-chan y las demás. —informó dibujando una sonrisa. —Hace tiempo que no las veo, quiero estar con ellas. —explicó causando que algo de disgusto se dibujase en el par de diablesas.

Mal de Amores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora