Capítulo 7

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Personajes utilizados en esta historia no son de mi propiedad, los créditos son para sus respectivos creadores.

—Podríamos ir a comer pizza o algo rico —comentó  kalawarner mientras abrochaba los botones de su blusa.

—Eso engorda, pero supongo que está bien, ¿verdad? —Reynare preguntó mientras se observaba ansiosa con su nueva ropa en el espejo que había en la sala, observó a gokú en el sillón y se detuvo a pensar un momento y quiso decir algo, pero alguien más ganó su turno.

—Oye Son-kun ¿no vas a decir cómo me veo? —kalawarner preguntó acercándose al chico.

—Te ves muy bonita kalawarner-san —contestó y rascando su mejilla desvió la mirada. —Parece que te gusta el rojo —comentó apenas notando que ella traía una camisa oscura cuyos últimos 2 botones se abrían dejando ver aquel buen escote que poseía, era hermosa de eso no había duda.

—Pero si ni siquiera estás mirándome ¿acaso no quieres que me ponga la ropa que me compraste? —seguía diciendo mientras se sentó junto al joven y acercó su rostro cuestionando su forma de pensar.

—No quiere verte porque aceptaría que es un pervertido! —Dijo Reynare y apartó a la chica del joven que a ella sí le miró detenidamente, porque su vestido violeta y negro era muy llamativo.

—Tú también estás muy linda Reynare-san —comentó y eso causó un rubor en la dama.

Dudas y Respuestas - Capítulo 7.

Salir a cenar en las noches se volvió agradable en tan solo una semana, claro que lo hacía para que ellas se sintieran a gusto y no fuesen una carga, aunque no negaba que le gustaba también.


—Si sigo así el dinero que tengo no durará mucho... —pensó, pero, de alguna manera cuando analizaba lo bien que se sentía no estar solo, simplemente algunas cosas dejaban de preocuparle.

—Mañana iremos a algún lugar ¿no? —la pregunta salió repentinamente a flote y gokú se silenció mientras pensaba la manera de decirlo, ya aunque sólo fuesen dos semanas desde que las conoció, sabía que no importaba los motivos, ellas dos saldrían con él fuera de casa el fin de semana, al menos así habían sido las últimas dos semanas.

—Koneko-san me dijo que la llame si ocurría algo —Pensó levantando la vista y se encontró con la violeta mirada de Reynare que se apartó con molestia.

—Si te molestamos solo dilo y ya —aclaró y siguió comiendo, kalawarner levantó sus hombros y siguió devorando, en ese momento no hubo respuesta pues tampoco es que entendiese muy bien cómo ellas pensaban.


Más pronto de lo pensado regresaron a casa, él sacó de entre su bolsillo aquella servilleta en donde se encontraba el número de la chica albina.

—Oye Son-kun, ¿hoy no hay necesidad de hacer tareas no? —se escuchó la voz de la caída de cabellera azul débilmente en su oído —Qué tal si nos divertimos de otra manera? —habló acariciando los rubios cabellos del joven.

—¿De qué demonios hablas?, ¿por qué te le pegas tanto a este tonto? —dijo después Reynare interrumpiéndoles, sin embargo gokú sacudió su cabeza para dejar de pensar en tantas cosas.

—Solo hablaba de ver televisión — dijo y apegó al joven a ella obligándole a sentarse en el sofá

 —ka-kalawarner-san... — al estar entre los montículos de la chica pronunció su nombre, otra vez presenciando aquella suavidad que tantos nervios le traía.

Mal de Amores.Where stories live. Discover now