Capítulo 11

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Personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores.

Podía verse a la chica de corta cabellera permanecer en sus deberes habituales tranquila y hermosa que cualquiera que la viese no evitaría cautivarse por su belleza.

Pronto escuchó un par de golpes provenir de la puerta y con su voz permitió seguir al que llamaba.

-Vaya, me pregunto por qué Sona Sitri me ha enviado a llamar tan temprano -se escuchó la animada voz de la chica que entró y se sentó frente al escritorio de Sona.

-Es por algo importante, de lo contrario nunca te llamaría -contestó ella desafiantemente-. Puedo preguntar ¿cómo te fue con Son Gokú? -continuó con esa pregunta, dejando de un lado las cosas que podría hacer como presidente del consejo estudiantil.

-No pude saber nada. -contestó.-, solo me confirmó que sí se relaciona con los ángeles caídos, además me insultó diciendo que los demonios somos seres que solo buscan matar humanos, ¿me pregunto de dónde habrá sacado esa conclusión? -terminó por contestar, cruzando sus brazos y suspirando con pesadez-. Pero no niego que parece bastante fuerte, ya ha sometido a dos de mis siervos con facilidad -añadió después.

-Concuerdo con eso -comentó sona-. Hace dos días descubrió a Saji cuando lo seguía, fue lo suficientemente fuerte para derrotarlo -Confesó, declaración que hizo abrir los azules ojos de la pelirroja inmediatamente.

-¡¿Hablas en serio?! -preguntó, teniendo en cuenta que aquel rubio no se le podía llamar débil.

-Desafortunadamente así fue, Pero gracias a eso pude hablar con él y con las caídas, que de hecho viven con él -habló, no dejando de sorprender a la pelirroja que se puso en pie por esa noticia-. No te preocupes, tal parece que son exiliadas de grigori, no siguen órdenes y viven ahí porque al chico se le paga por darles vivienda -explicó la diablesa Morena.

-Ya veo, pero por qué los ángeles caídos contratarían a alguien como él, debe estar relacionado a esa gente -concluyó la pelirroja y Sona sonrió.

-Tal vez de hecho sea así, pero las caídas dijeron también no saberlo y tal vez tengan razón -habló, dejando una aura de misterio en el sitio y se agachó para buscar algo en su escritorio.

-Actualmente se ha venido presentando un problema que no ha tenido solución y de seguro ya te habrás dado cuenta, pues los casos de demonios renegados en kuoh se han resuelto sin intervención nuestra y no ha habido rastro de algún tipo de exorcista o un poder mágico -explicó la bella mujer de lentes que dejó pensando un momento a la gremory-. Ahora te das cuenta del por qué habló tan mal de los demonios? -con una risita hizo esa última pregunta.



Hubo un momento de tranquilidad en el descanso mientras se dispuso a ir a la cafetería, sin embargo, sus ojos se dirigieron hacía cierta dama que también se puso de pie, caminando lentamente hacía la salida o eso creyó, pues la chica cambió su dirección y se acercó al él.

-Hola Tojo-san -saludó sin ser correspondido.

-la presidente del club quiere verte otra vez después de clases -informó inexpresivamente y luego se dispuso a marcharse-. Si quieres solucionar tu problema debes obedecer -dijo y luego sí que salió del salón de clases.

No habían hablado mucho desde lo ocurrido aquel domingo y seguramente con lo último que pasó le esté odiando, después de todo al amenazar a todos los demonios también lo hizo con ella, no evitaba sentirse mal, pero muy seguramente ella no aceptaría sus disculpas ni el hecho de que escondió que vivía con sus enemigas.

Sin poder hacer más regresó a aquel club, supuso que todo este problema entre ángeles caídos y demonios no concluiría sin hablar con Rias, aunque algo le dijo que tampoco disminuirían.

Mal de Amores.Onde as histórias ganham vida. Descobre agora