Te propongo un desliz

By N_Jairi

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Amanda acaba de salir de una relación de años por un error que cometió. Ahora, a sus 25 años, debe afrontar q... More

UNO
DOS
TRES
CUATRO
CINCO
SEIS
SIETE
OCHO
NUEVE
DÍEZ
ONCE
DOCE
TRECE
CATORCE
QUINCE
DIECISÉIS
DIECIOCHO
DIECINUEVE
VEINTE
VEINTIUNO
VEINTIDÓS
VEINTITRÉS
VEINTICUATRO
VEINTICINCO
VEINTISÉIS
VEINTISIETE
VEINTIOCHO
VEINTINUEVE
TREINTA
TREINTA Y UNO
TREINTA Y DOS
TREINTA Y TRES
TREINTA Y CUATRO
TREINTA Y CINCO
TREINTA Y SEIS
TREINTA Y SIETE
TREINTA Y OCHO
TREINTA Y NUEVE
CUARENTA
CUARENTA Y UNO
CUARENTA Y DOS
CUARENTA Y TRES
CUARENTA Y CUATRO
CUARENTA Y CINCO
CUARENTA Y SEIS
CUARENTA Y SIETE
CUARENTA Y OCHO
CUARENTA Y NUEVE
CINCUENTA [Final]
EPÍLOGO
Extra #1

DIECISIETE

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By N_Jairi

Hay un capítulo antes de este, por si Wattpad te trajo aquí.
...

:= Adán =:

Derrotado por la semana, me dejo caer en el sofá de mi sala, con Picky no tardando en subirse en mi piernas y dormir arriba de ellas, imposibilitando moverme, pero tampoco es como que quiera hacerlo.

Me gusta mi carrera, pero andar de un juicio a otro es cansado, y más cuando no son mis casos. Tan cansado y asfixiante que no sé nada de Amanda desde el miércoles, y el tiempo no me alcanzó ni para enviarle un mensaje. Hasta ahora.

Adán: Hola, Amanda. ¿Qué tal estás? Lamento desaparecer, tuve días ocupados.

Lo envié y esperé su respuesta mientras observaba el techo. Picky suspiró en mis piernas y se movió para acomodarse más en ellas, pero mucho no podía hacer cuando es puro hueso, hasta le ha de doler, pero parece no importarle.

Cierro los ojos e intento no pensar en nada, siendo eso imposible, pues mi estómago gruñe. Intento visualizar lo qué hay en el refrigerador y recuerdo que dejé un poco de la comida china de ayer. Tengo muy mala alimentación. Creo que saldré a correr todas las tardes que regrese o en la mañana antes de irme.

Decidido a alejar la flojera y levantarme por comida, mi celular vibra en mi pecho. Lo tomo y leo el mensaje de ella antes de desbloquearlo y contestarle.

Amanda: Estamos bien. ¿Qué tal tú? ¿Muy pesado el trabajo?

Adán: Algo, estoy cansado.

Ahora recuerdo porqué no envío tantos mensajes: soy pésimo para mantener una conversación a través de una pantalla. Yo necesito ver las expresiones de las personas para saber su ánimo, necesito estudiarla para saber lo que le gusta y así sacar un poco de conversación. Por una pantalla solo veo el chat y lo que la otra persona quiere que lea.

Bloqueé el celular y saqué mis piernas de debajo de Picky para ir a la cocina. Ella me observó en todo momento, pero no se movió. Recordé que hoy era viernes y Zoey prometió venir por ella.

—Tengo que acomodar tus cosas. Mamá va a pasar por ti —le dije y ella movió levemente la cola. Le sonreí—. Ya veremos si no te alegras de verla.

Yo me alegraré de verla. No ha ido a la oficina y no sé de su existencia. Quizá me engañó con mi primo, pero eso no quiere decir que voy a dejar de preocuparme por su bienestar. Antes de ser novios fuimos amigos, ya que no somos novios, creo que volvimos a ser amigos.

El rencor es malo, mata el alma y la envenena, así que prefiero pensar en las cosas buenas que dejó y que todo pasa por algo. No sé porqué pasó esto, sin embargo debe de haber una razón que no buscaré pero, estoy seguro, pronto entenderé. Solo debo tener paciencia.

Saco la comida del horno y regreso a la sala, enciendo la televisión, poniéndole en la siempre confiable serie de La teoría del Big Bang.

No sé cuántos episodios me vi cuando el timbre de la casa sonó. Me levanté aún mirando la escena y riendo de las respuestas de Sheldon.

Abro y le sonrió a Zoey cuando aparece en el umbral. Ahora sí puedo notar su maquillaje y se ve mejor a hace días. Su sonrisa me recibe.

—Vine por Picky.

Tan solo escuchar su voz, la cachorra salió a su encuentro. Zoey se agachó y es entonces que mis ojos se cruzaron con los de mi primo, que se acercaba a mi casa después de salir de su auto.

«El rencor es malo», me repito mientras veo su sonrisa ladeaba, «pero más malo es darle un golpe en la quijada.»

Por suerte soy una persona pacífica.

—¡Primo! —saluda con efusividad. Correspondo su abrazo y trago el improperio que quería soltar.

—José.

—Iré por las cosas de Picky —avisó Zoey poniéndose de pie.

Asentí y los dejé entrar a los dos, fulminando la nuca de mi primo y apretando la madera de la puerta.


:= Amanda =:

Le agradezco a Lucrecia haberme traído a casa. Mis ojos me arden y los siento pesados, si me venía en el colectivo, me habría quedado dormida hasta la base.

Piso el pasto y me saco los zapatos, sintiendo la textura de la naturaleza. Camino por el jardín hasta llegar a la puerta, pero no entro, me voy directo al columpio del pórtico y me siento en él, abrazando mis rodillas.

Este día me sentí más destruida que cuando Eder me terminó en casa de Tobías. Sus palabras dolieron más, pues yo ya las pensaba y que él las mencionara hicieron que se enterraran más en mi corazón y mente.

No he parado de repetir la horrible persona que soy. En primaria fui una niña solitaria —admito que sigo siéndolo—, al ser mi piel negra recibía decenas de insultos y malas miradas que me hacían sentir... horrible. Con el paso del tiempo fui reconstruyendo mi autoestima. En secundaria la que hacía sentir mal a los demás era yo, una chica hasta tuvo que cambiarse de escuela gracias a mí.

En preparatoria reinventé la persona que era, pues entendí que no debía hacer el mal para sentirme bien. Pero de nuevo me sentí horrible cuando me dijeron que la chica que se cambió de escuela, se quitó la vida poco después, pues allí también la molestaban.

Sentí culpa y de nuevo las palabras: «eres una horrible persona», «eres un asco de persona», resonaron en mi cabeza a cada momento. Pero entonces llegó él a mi vida, llenándola de colores y sacando esas ideas de mi mente.

Antes decía que no era mi culpa, que yo no era horrible, pero realmente no sentía eso, porque ahora exterioriza lo que siempre quiso decir: soy un asco de persona.

Estiré mis piernas y toqué la madera del piso con las puntas de mis dedos para balancearme, sin embargo, mi estómago gruñó por comida, y no estoy en posición de saltarme una.

Bajé e ingresé en mi casa, pero me detuve en seco al ver unas maletas en el recibidor. Miré las cabezas de mis padres, pues estaban sentados en el sofá, de espaldas a mí. ¿Se van a separar? ¿Por qué? Ellos no creen en el divorcio.

Tragué en seco, cerrando la puerta y rodeando las maletas que reconocí como las mías para acercarme a ellos. Pero volví a detenerme. Es más, hasta sentí que mi corazón dio un brinco del susto y empezó a latir con rapidez para huir de aquí.

Sobre las piernas de mi madre estaba mi álbum de fotos, ese donde guardé la ecografía. Apreté los dientes y mis ojos se cristalizaron al entender todo el escenario.

—Toma tus maletas, Amanda —ordenó con seguridad mi madre.

Solté un jadeo y caí de rodillas a sus pies.

—Mamá, por favor, puedo... —me silencio con una cachetada que me volteó la cara. Mantuve la mirada en el suelo, pues yo sabía que era la mejor opción.

—Tú no eres nuestra hija. ¡No te criamos de esta manera! —me encogí más ante su grito. Justo esto era lo que quería evitar al no decirles, sabía que los perdería—. ¿De quién es?

Apreté los labios y me alejé de ella poniéndome de pie, pero no fui capaz de verlos a los ojos.

—¿Es del muchacho que conocimos? —pregunta mi papá más relajado, pero puedo notar su enojo contenido en la voz.

Negué en silencio con la cabeza.

—¡¿De quién es?! —de puro instinto me alejé más de ellos, pues mi madre se puso en pie y pude ver como mi álbum cayó al suelo—. Mejor no nos digas, no queremos saber nada de ese bastardo o de ti.

»¡Fuera de aquí, Amanda!

Me agaché con rapidez para tomar el álbum y como pude saqué las tres maletas. Las arrastré hasta la salida de mi casa, en la calle, y sé que mis padres agradecen que los vecinos no estén tan cercas uno del otro; la mayoría aquí va a la misma iglesia, serían la burla por...

No, mi hijo no es un bastardo. Su padre y su madre lo son, pero él no. Él es perfección comparado conmigo.

Pienso pedir un Uber con la aplicación, pero no sé qué dirección poner en el destino. Cierro la aplicación y pido un taxi normal; le daré las indicaciones para llegar al lugar.


Estoy batallando mucho para no derrumbarme en un taxi por segunda vez en el día. Inhalo y exhalo con dificultad, intentando contenerme, pero es difícil. Hoy se juntaron todos y decidieron tirarme al vacío con sus palabras. Primero Eder y ahora mis padres corriéndome de casa.

Busco la hoja dónde está la ecografía hasta dar con ella. Levanté la mirada hacia la calle, reconociendo el inicio de los suburbios. No sé qué voy a decirle, o sí podré hablar, pues ya estoy al borde, solo quiero tirarme al suelo y llorar durante horas por este día.

Deseé haberle pedido su número a Lucrecia y poder, al menos, mandarle un mensaje. No. No puedo hacer eso, ella me ayuda en el trabajo porque somos compañeras; no tengo derecho de también invadir su vida privada.

—Ahí dónde está el auto negro —murmuré al conductor y cuando se estacionó, mi estómago se encogió.

¿De verdad haré esto? Tengo suficiente dinero para quedarme un tiempo en un motel.

Él no lo permitiría.

Le pagué al taxista y se bajó a ayudarme con las maletas mientras yo iba a tocar la puerta. Suspendí el puño a centímetros de la madera, pero al final lo dejé caer.

No tardó mucho en abrirme y al hacerlo, sus ojos marrones se posaron en los míos. Tan solo necesité la calidez de ellos para derrumbarme y avanzar a envolver mis brazos en su cintura. Necesitaba con urgencia un abrazo.

—Amanda —dijo sorprendido.

—¿Aún está abierta la oferta de vivir contigo? —oculté mi cara en su pecho y me apreté más a su cintura.

—¿Adán?

Me tensé por la voz de una mujer y me separé lentamente hasta poder ver detrás de él, dónde estaba parada su exprometida.





▪️🔲▪️

Ocho capítulos después y se terminó la maratón. Perdón por desaparecer de esa forma, tenía un bloqueo terrible en el capítulo 10, peeeero, sí contamos las semanas y los capítulos, técnicamente escribí para cubrir el mes de septiembre y octubre.

Espero ya no perderme tanto.

Ahora sí, ¿emociones de este capítulo... y los demás? Sucedieron muchas cosas en tan poco tiempo, literal, apenas pasó una semana desde que se conocieron jajajaja

Pero el drama apenas comienza.

Nos leemos después 💋

▪️16/10/2020▪️

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