Espero que les guste~
Nota: Basado en el capitulo 2 de la temporada 3
Nota-2: Macaque huele a mango pero la parte de podrido viene de su contacto con Lady Bone Demon que tenía en esa temporada
Petición de: Mitsuki-san2212
Estar encerrados en un calabozo de un reino bajo el agua no era algo que realmente habían esperado pero ninguno de ellos puede hacer mucho. Mei fue llevada lejos de ellos, a Sandy y Mo los mantuvieron para limpiar el desorden que habían hecho en su aterrizaje. Mientras tanto, están ellos, con Tang deprimido en una esquina y con Pigsy intentando romper una pared con una cuchara, teniendo la mala suerte de que ni Wukong ni MK tienen la cantidad de poder necesario para escapar. Así que no hay más opción que esperar.
-Espero que Mei-Mei este bien- murmuró el chico con algo de ansiedad, sin poder detener el ligero rebote que hacía su pierna. No le gustaba la sensación de estar indefenso, así como tampoco el no poder saber si su mejor amiga estaba en problemas o algo peor.
-Nha, no te preocupes por ella Bud...- Wukong tarareo, luciendo demasiado tranquilo para la situación en la que estaban y por haber sido regañado por el dueño del lugar. -...estoy seguro que ella estará bien- puso toda la seguridad que tenía en esas palabras.
-Ella es muy fuerte- esa era la verdad, la había visto enfrentarse a tantas cosas, aunque eso no quitaba que aún así estuviera preocupado.
-Exacto~- el dios cerró los ojos y respiro profundo, un olor particular llegando a sus fosas nasales. -Agh...- arrugó la nariz, asqueado. Los demonios, en general, tenían un muy sentido del olfato. Usualmente, lo adoraba, el dulce aroma a duraznos que él mismo tenía, el muy suave aroma a recién nacidos que conservaban sus pequeños monos más recientes durante un tiempo, el de la comida recién hecha que inundaba la ciudad a ciertas horas pero en esos momentos, estaba oliendo algo. Era mango, estaba seguro de ello, pero acompañado por un olor a podredumbre que le daba vueltas a su estómago. -¿De dónde rayos viene?- se sentó, molesto, mirando a su alrededor y oliendo con una ligera mueca, intentando identificar el origen, solo para terminar mirando a su alumno. El menor solo estaba allí, sentado de piernas cruzadas en el suelo, dibujando formas aleatorias con uno de sus dedos. -¿MK?- llamó, sonriendo como siempre cuando el mencionado alzó la vista para verlo con curiosidad. -Ven aquí- hizo un gesto con su dedos, manteniendo un tono alegre y una expresión tranquila.
-¿Eh?- estaba confundido pero aun así obedeció, acercándose a su maestro, un grito ahogado saliendo de su boca cuando fue repentinamente rodeado por los brazos ajenos. -¡¿M-Monkey King?!- chillo, aunque rápidamente empezó a reír, el pelaje que ahora rozaba rostro y cuello haciéndole coscillas, sin notar que estaba siendo olfateado.
-¡Lo sabia!- se escucha ofendido y victorioso al mismo tiempo, cesando su ataque por el momento para separarse un poco y mostrar la ligera mueca. -¡Hueles a él!-
-¿A quién?- aún se estaba riendo un poco, la sensación persistente sobre su piel.
-¡Al tonto de Macaque!- y eso lo molesta mucho más de lo que le gustaría admitir. Bufo, murmurando algo entre dientes, para luego volver a abrazar a su alumno con la intención de borrar ese feo olor. MK parpadeo, más confundido que hace unos segundos, pero aun así alzó sus propios brazos para devolverle el gesto.