¡Hay Booktrailer de Ambición! Vayan a verlo y darle mucho amor ♥
Narrador omnisciente.
La doctora Alessia Carvajal tiene muchos planes en mente, mucho que ganar y demasiado que perder, la mayoría ya están siendo ejecutados, pero con lo que no contaba es que el único infiltrado, aparte del líder de la extinta organización Rojo Sangre, sigue sus pasos.
—¿Qué hay que hacer? —inquiere el infiltrado a quien Mónica ha bautizado como chino.
Al infiltrado no es algo que le incomode.
—Nada chino, por el momento encárgate de que la entrevista sea a la hora indicada y Hot and Spicy tiene prohibida la entrada.
—De acuerdo. —se retira.
Él siente que le han robado todo y si antes pensaba hacerle la vida imposible a la doctora, ahora los motivos han incrementado.
De OFR se sale únicamente muerto y eso fue lo que él hizo creer a la organización. Siguió la pista de la doctora y ahora trabaja con su equipo más cercano.
—Ya me preocupé, Alessia no da señales. —comenta Melany sin despegarse de la pantalla.
—Está con su bombón ruso, si yo fuera ella no volvería a este país de mierda nunca, así que es mejor que no la agobies.
Melany sin ser mexicana ese comentario la ofendé, pero no le dice nada porque es poco lo que sabe de ella y no quiere provocarla para que le dé algún té que la maté.
—Tengo noticias de Young Min y Pedro, es obvio que necesito contactarla. —agrega para que la ex convicta deje de verla mal.
—Ya tienen el antídoto de EBÓSIL y es lo que a ella le importaba, ahora que se tome unas vacaciones, no la estreses. —rueda los ojos sin dejar de verse las uñas—. Tampoco le digas del nuevo brote en el hospital, ya no trabaja allí. No es su problema.
—No es solo eso, el licenciado Axel también necesita contactarse con ella lo antes posible. —soba sus sienes.
Ambas siguen hablando hasta el punto de discutir por el mismo tema, pero cuando el encargado de las armas llega, las dos guardan silencio. El hombre tiene un aura que a Mónica no le gusta, pero averiguara a que se debe antes de informar a su salvadora.
—Tengo entrenando a cien personas, estarán listos para cuando la doctora vuelva. —Su acento marcado en cada palabra pone los vellos de punta de la colombiana.
—¿Cómo les está yendo? —inquiere queriendo despejar su mente.
Cuando el ex militar la llamó para informarle de que ya tenía a los hombres que había solicitado la doctora, se sorprendió de su apariencia y se guardó el comentario de que parecían unos matones profesionales.
—No fallarán. —es su única respuesta.
Él tiene todo calculado y aquel encuentro en donde la doctora descargaba el cargamento no fue casualidad, de hecho él fue quien despistó a PODER para que no dieran con ella antes.
La estaba estudiando para conocer qué es lo que planeaba y cuando lo descubrió se burló de la organización a la que antes perteneció.
Lo que no pudo evitar fue lo que sucedió con Rojo Sangre debido a que tuvo que viajar de imprevisto a Rusia, al volver se enteró de que si no fuera por Vyshe y su líder, la hubieran capturado.
Él tiene planes con ella, pero lastimarla físicamente no es una opción. Alessia a sido venerada por Oleg y no será él quien la baje del pedestal en que la tiene, tampoco quiere aumentar la enemistad.
Simplemente necesita algo que solo ella puede conseguir.
—¿Young Min sigue en el mismo lugar? —cuestiona Melany.
No deben perderle la pista porque de eso depende su vida. Por lo poco que sabe, Young Min se ha ganado el odio de la doctora y no considera de que es por ser la ex pareja de Oleg.
Ya antes hablaron del tema y ella no sentía nada por la otra, que ahora la esté cazando significa que sucedió algo de peso.
—La coreana no se ha movido, al parecer ha contactado con alguien y espera su llegada. —responde sin mucho ánimo, ya que lo que la doctora solicitó fue lo más fácil.
Lo que él no sabe es que Young Min está jugando con todos para hacer caer a la reina del tablero.
Sabe como atacarla para que el dolor sea suficiente para doblegarla.
—Muy bien, ¿Algo más? —el Ruso niega y se retira bajo la atenta mirada de ambas.
Pasan algunos segundos hasta que una decide romper el silencio.
—Iré con Carla. —dice Melany cuando ya se ha levantado.
No pueden dejar pasar mucho tiempo.
Lo que Melany no imaginó es que Carla estuviera con una persona que ella conoce bien debido a que Alessia les ordenó contactar con ellos.
—¿Puedo ayudarte en algo? —inquirió Carla confusa al no conocer a la colombiana que la busca.
—Soy socia de Alessia Carvajal y me gustaría mostrarle los avances que está haciendo mi constructora. —la mentira le sale natural.
Sofía Carvajal también la analiza porque quiere saber en qué anda metida su sobrina menor. Desde que se aliaron con el ruso ella insistió en volver a México y cuando convenció a su hermano las cosas no han salido bien.
Saben que Alessia ya sabe de ellos por lo que les ha dicho Axel y aún le cuesta trabajo imaginar todo lo que está construyendo.
Belial ya no va a esperar más tiempo porque a decidido acercarse a sus hijas, la primera es Carla, con Geraldine será después porque son consientes de que será la más complicada de explicarle como sucedieron las cosas.
Con su esposo Alex Merino tiene poco contacto debido a que en la organización están vigilando sus pasos.
—No sabía nada, pero le diré a Tyler que me acompañe...
—No se preocupe, yo puedo acompañarlas. —se ofrece Sofía.
Melany finge una sonrisa mientras Carla la mira raro porque según ella, Sofía quiere trabajo y por la historia que le comentó hace unos momentos sobre su hermano maltratador no cree que sea conveniente.
—Gracias, pero no y ya hemos terminado, puede empezar la próxima semana. —sonríe como si no la estuviera corriendo.
Carla puede ser amable, comprensiva e incluso demasiado buena, pero sabe que esa propuesta no fue real y que es algo lo que oculta.
—¿Entonces... vamos?
La mayor de las Carvajal sonríe y se encaminan al lugar. En el camino, Melany traza el recorrido porque no es algo que tuviera planeado y no sabe cuál será la reacción de Alessia cuando se entere de que está involucrando a su hermana.
—Increíble, jamás imaginé que Alessia estuviera interesada en este tipo de cosas. —comenta al ver las casas, escuelas y clínicas que están en construcción.
En un momento que Melany encuentra a Tyler a solas se acerca y ambos se quedan más preocupados cuando ni Julio se ha comunicado.
Melany sigue conversado con Carla hasta que ella da por terminado el recorrido al tener un asunto pendiente.
No le ha dicho de la cita anónima que tendrá ni siquiera a su guardaespaldas y espera estar haciendo lo correcto.
Todo por su hermana.
Carla sabe que su hermana se ha metido en muchos problemas y si acudiendo a esa cita logrará salvarla, pues no le importa arriesgarse
Cada uno toma su camino y cuando Tyler baja a revisar el perímetro junto a otros dos, aprovecha y se mete la pastilla que ha estado acompañándola durante los últimos días.
***
—Quiero ver a mi salvador ¡Ya! —exigé la adolescente.
Los del psiquiatra ya no saben qué hacer con la chica que ahora parece más loca de cuando ingresó.
—Montserrat, el Superior Oleg fue claro en las órdenes. —se harta un agente y los del sitio lo ven mal porque ese tipo de comentarios no se les dice a los pacientes.
—¡Está en peligro, es que no entienden! —Montserrat no está loca y nunca lo ha estado.
Le dolió que su salvador la encerrara, pero eso ya pasó y ahora las cosas han cambiado y necesita salir de inmediato.
Necesita advertir de lo que va a suceder, son dos cosas las que harán en contra de ellos, pero hay una que no se la puede decir a nadie que no sea Oleg, por eso debe verlo.
—¿Qué le sucede? —pregunta el mismo agente que desde que la ingresaron está en las instalaciones.
—No lo sabemos, desde que la mujer del Superior vino a...
—¿¡Quién!? —se altera.
—Hace unos días vino su prometida a hablar con la paciente. —aclaró confuso por la actitud del otro.
El agente pierde el color y sale del salón para comunicarse con el agente Rustam Kozlov. Después de revisar, las cámaras confirman que la mujer que visitó a Montserrat fue Young Ming.
Desde ese momento sacan a Montserrat para iniciar el interrogatorio que pone alerta a Rustam quien es el único en saberlo, él no desea que su amigo se preocupe ahora que está en buenos términos con la doctora, es por eso que decide encargarse del problema.
Young Min está planeando dañar a Alessia por la promesa que hizo y por lo mismo Rustam viaja a México. Carla Carvajal está en peligro y está vez no sabe si se salvara.
***
Ágata nunca se mete en las cosas de sus hijos y ahora que ya son unos hombres menos, pero que entre ellos se hayan querido matar no es algo que le agradó.
Entendió ambos puntos, pero desde hace mucho sabe a quién va a apoyar si esto sucedía y es momento de dejarlo en claro.
—¿Estás segura? —inquiere Yuri preocupado.
—Es hora de volver. —es su única respuesta.
Tiene años de estar encerrada en su fortaleza, pero lo que la llevó a tomar la decisión de salir es su aún marido, Dmitry Bogdánov.
Sabe lo que todos saben y es que hace años desapareció porque Oleg estuvo a punto de matarlo al enterarse del porqué ella se había ido, pero que ahora Dmitry haya vuelto no es bueno.
Conoce los alcances de su esposo y no va a permitir que dañe a su hijo al meterse con la mujer que él ya ha elegido.
—¿Adónde iras? —pregunta Yuri resignado al saber que no la hará cambiar de opinión.
—Entre menos sepas mejor. —se encoge de hombros al ya haber obtenido la información que necesitaba.
Y así como apareció en las afueras del cuartel sin que nadie la viera para encontrarse con su nieto, así mismo se va.
Pero ella sabe que Dmitry se encuentra en México, y es ahí para donde se dirige. No le importa que su hermana Raisa hoy sí haya muerto. La odia porque su calvario inició cuando la confundieron con ella.
Ágata fue secuestrada el día del cumpleaños de su hijo por culpa de Raisa y es algo que jamás podría perdonarle, es por ello que después de veinte años por fin decidió matarla. Primero la golpeó hasta cansarse para después pedir que curaran sus heridas y continuar con la tortura.
La mató hasta haberse sentido satisfecha.
Sin embargo, antes de ir a buscar a Dmitry se sube al auto y emprende viaje hasta la casa de Oleg, se queda en un lugar que no podría verla mientras trata de verlo aunque sea de lejos, lo que no esperaba es ver en persona a Alessia.
La doctora se encuentra en el patio de la fortaleza jugando con dos perros, le parece extraño que esa mujer sea la misma que ha sido capaz de enfrentarse sola a varios tipos armados.
—El amargado de papi está por venir, así que los quiero bien portados. —aconseja asiendo que Ágata arrugue las cejas.
¿Papi?
Es conocedora de cada detalle desde que está cerca de su hijo y aún le cuesta trabajo aceptar sus diferentes facetas, pero se conforma con saber que es lo que Oleg quiere.
Se lo forma un nudo en la garganta cuando su hijo sale de la casa llamando loca a la doctora.
Su respiración se acelera ante el parecido con Dmitry a excepción del color de ojos. Sus manos pican porque lo que más desea es acercarse y tocar su rostro, pero no puede.
Decide marcharse cuando Oleg tira a la doctora a la nieve y empieza a besarla con rudeza mientras cuela su mano debajo de las capas de ropa.
A los pocos kilómetros de distancia vuelve a ponerse la máscara fría, mientras se baja viendo la camioneta blanca con la placa de oro de su organización. La rápida visita a Rusia fue por muchas cosas, entre ellas arruinar uno de los planes de su hijo Oleg.
—Ya se encuentra en el auto, ¿Desea algo más? —pregunta uno de sus empleados.
Ágata ve la parte trasera del auto en la que se encuentra uno de los rehenes que mantenía Oleg en el sótano. El rehén está sucio, golpeado y a punto de tener una infección si las heridas no se curan.
—Nada, hiciste lo que quería, buen trabajo Esteban, ya no te necesito. —cuando el agente alza el rostro palidece.
Ágata tiene su arma alzada y le dispara en la frente dejando que la nieve se tiña de rojo.
—Tengo unas deudas pendientes y Alexander Carvajal será la carnada perfecta. —comenta para sí misma.
Emprende el viaje teniendo todo fríamente calculado.
***
—¡Me mintió! —el puño de Carsten choca con la mesa.
Acaba de darse cuenta de que Rebeca le mintió, pero en lugar de irse decide esperar a que ellos regresen.
Quizá nadie esté en México, pero todos están detrás de la doctora y cuando ella vuelva también lo harán sus cazadores.
Pedro Marín y Young Min son sus objetivos porque por destruir a la doctora no le importara con quien debe aliarse. Después de lo que le hizo su hermano ya nada le importa y si su enemistad lo hará entrar en razón no le importa ser el villano.
Si Oleg quiere su puesto como Gobernador, pues que le cueste así como le costó a él.
—No debiste confiar en esa mujer. —comenta Nikolay.
—Es una maldita puta. —cada músculo de su cuerpo se encuentra tenso.
Nikolay a su lado también está tenso, pero no por su primo Carsten sino por Oleg. Ya no quiere el bando que eligió y sabe que ahora es imposible cambiar.
—¿Qué harás ahora?
—Oleg volverá a México, pero el cuartel ya no lo tocará porque si para que entre en razón lo tengo que encerrar, es lo que haré. —sentencia.
Nikolay asiente sin estar convencido.
***
Al otro lado Oleg se encuentra contemplando el cuerpo desnudo de Alessia, ella se pasea en la habitación de la casa, pero se detiene para verse fijamente en espejo de cuerpo completo.
En su mirada descubre lo que está viendo y ya puede suponer la tortura interna por los cambios físicos que hay en su cuerpo, a Oleg no le importan las cicatrices, él la va a venerar como siempre lo ha hecho.
—Vístete, tengo la polla dura y si no te follo es porque no me voy a conformar. —realza molesto.
—¿No te basto toda la tarde? Creo que dejaste mis muslos más adoloridos de lo normal. —suelta sin apartar la vista del espejo—. No es una queja, pero...
—¿Cuándo ha sido suficiente? Jamás voy a saciarme de ti Alessia y ya va siendo hora de que lo entiendas.
Sin embargo, el comentario nunca llega a Alessia porque se está viendo tan fijamente el cuerpo que no puede concentrarse en otra cosa. Está tratando de encontrar algo diferente, pero lo único son sus cicatrices, la última es la que le hizo su hermano y quizá la que más le dolió.
—Tengo entrenamiento, Yuri no estará así que me quedaré con algunos agentes. —comenta para despistar lo que en realidad le preocupa.
Oleg hace una mueca al no estar de acuerdo y se lo hace saber quejándose.
—Bestia, podrías ser tan amable de guardar silencio. —se estresa.
Oleg no quiere discutir a sí que se levanta a tomar un baño y parte para el laboratorio en que está creando el traje de Alessia.
La piedra del exterior que él intercambió, la tuvo en estudio por unos días y ahora está seguro de lo que hará. Desde hace mucho quiere que Alessia tengo un traje especial, pero no había encontrado descifrar los códigos correspondientes para iniciarlo.
Ahora eso no será un problema, porque si la doctora quiere arriesgarse él estará seguro si ella está completamente blindada.
—No es necesario que vayas, no sé en donde está Yuri, pero si no está no tienes por qué hacerlo. —repito.
Una vez más no soy escuchado.
—Nos vemos más tarde. —se acerca a mí para plantarme un beso en la mejilla.
La veo mal cuando se va sin más. Julio la acompaña y al no quedarme conforme busco mi móvil para llamar a Iryna.
Estoy por tomarlo de la mesa cuando me percato de la gota de sangre manchando mi piso. Saco mi arma observando el segundo error y es que el desayunador no ha llegado a cerrar por completo.
—Los quiero a todos, de inmediato. —llamo a mi equipo.
Introduzco los dígitos haciendo que el desayunador se abra por completo dejándome libre la entrada al sótano.
Con el arma en mano camino volviendo a sentir el horrible hedor. Es hasta que llego a las celdas, que me percato de, que es lo que falta.
—¡Mierda! —golpeo los garrotes con el arma.
Mariana se sobresalta mientras el otro tipo medio reacciona.
—Mi amor... ahora si viniste por mí. —con esfuerzo se levanta—. Ya se llevaron a uno, les dije que me llevaran a mí, pero no me hicieron caso.
Hago uso de mi autocontrol para no volarle los sesos.
Se lo llevaron, de mis propias narices se lo llevaron.
Los pasos se escuchan y en pocos segundos tengo a mi equipo a mi espalda.
—¡Quiero que revisen todo el maldito lugar! —ordeno—. Las cámaras, sensores y todo. Quiero a agentes en aeropuertos porque Alexander Carvajal no sale de Rusia.
Subo hasta llegar al cuarto en el que empiezo a guardar lo que me llevaré. Saco los fajos de dinero hasta llenar los diez maletines negros que Iván y Rebeca se llevan del sitio.
Pasa lo mismo con el oro y joyas con distintos diamantes.
Cambio las contraseñas de mi laboratorio y del almacenamiento de armas repleto. Me llevo los avances del traje y salgo al lugar en el que espera Vyshe.
—¿Moscú o Kazán? —inquiere Sebastián.
Los veo de reojo.
—Grecia. —me miran atónito—. Vamos al territorio de Ágata Bogdánov.
—¿Y qué hacemos con ellos? —señalan a la basura.
—Nos iremos en la madrugada porque antes ellos van a dejar de existir. —los veo con odio sabiendo que han sido culpables de demasiado dolor.
—Los llevaremos a una de las galeras de tortura, ahí llevaré a Zhestokiy. —asiento ante las palabras de Iryna.
Mariana y Rubén ya no serán un problema porque sus muertes serán el obsequio que se llevara Alessia de Rusia.
Observo como Iryna se dirige a la base en busca de Alessia.
—¿Dónde está Vyshe? —pregunto al llevar media hora buscándolos.
Desde que salí de la casa de Oleg me intente comunicar con Iryna, pero ni ella ni otro Vyshe responde.
—Al parecer hay problemas y el Superior los mando a llamar. —arrugo las cejas ante las palabras de Martina.
Eso tuvo que ser inmediatamente yo saliera, porque antes no me percate de nada diferente y la idea de que me esté mintiendo ni siquiera la valoro.
Aunque me cueste aceptarlo, estos días han sido un buen respiro. Pasamos nuestro tiempo libre juntos disfrutando del otro. Todo antes de mis sospechas.
—¿Podría entrenar con otro escuadrón? —me ve dudosa.
—No estoy segura de que se pueda, pero puede intentarlo aunque no creo que el Superior lo acepte...
—Es todo Martina. —La corto.
No me agrada que piense que porque estoy con él, ahora soy una sumisa que no hace nada sin consultar
Soy libre entregándome a él porque quiero y viceversa. Nuestras no escritas cláusulas que van incluidas en nuestra retorcida relación son para comprobar que si funcionamos en todos los sentidos.
—Tienes lo que te pedí. — Detengo a Julio cuándo me lo encuentro.
—Sí, le conseguí diez, como me lo pidió, pero las tengo guardadas. —alza la mano callándolo.
—Las quiero en tres horas, llévalas a la alcoba, pero si no te las recibo yo, no ¿Entendido? —asiente.
Sigo caminando, pero las dudas me están volviendo a atacar y por mi propio bien busco a los agentes.
***
Termino mi rutina excesivamente agotadora, en la que me permitieron entrenar, pero fue en vano porque no pude dejar de pensar y ni siquiera mi cansancio físico me ha ayudado.
Tengo mi cabeza en otro lado y estoy en piloto automático.
—Ya no más Alessia. —me reprendo en voz baja.
Saco mi móvil buscando mi calendario menstrual y al verlo todo se viene abajo.
No es cierto.
Llevo mi mano a mi boca mientras la otra tiembla sosteniendo el móvil que me muestra el resultado de más de dos meses de retraso. Siento mi mirada empañarse cuando la verdad de la que tanto me he negado es evidente.
¡Mierda no, ahora no!
—Rápido Carvajal, vamos a la última prueba de la noche. —parpadeo confusa cuando me arrebatan el móvil.
—¿Qué?
—Vamos a probar tu resistencia. —responde.
No sé a qué se refiere, y ni siquiera protesto cuando empezamos a caminar. Mi mente está en que llevo desde que estoy en Rusia follando a lo desgraciado.
El condón hace mucho no es parte de nosotros, pero cuando desintoxicaron mi sangre extrajeron mi Diu y no había nada que me librara de un embarazo.
Tanto que me cuide para que esto no sucediera, y resulta que en medio de mi calentura lo olvide. Estúpida Alessia. La rabia me está cegando porque soy una maldita descuidada.
No soy una adolescente que no sabe lo que hace oh como se deben. Soy una mujer que no desconoce del tema y que ahora está envuelta en...
Mi cabeza empieza a dar vueltas.
¡Dios mío, arruine las cosas!
Toda confusión se evapora cuando veo que nos acercamos a las piscinas olímpicas.
—Oigan. —aclaro mi garganta—. Si se da cuenta de que estamos bajo...
—Los grados de afuera no son los mismos que dentro de la base, eso incluye el agua. Creí que ya lo habría deducido.
La presión en mi pecho es grande, siento que me asfixio con la seguridad de mi estado, y sumado a lo que quieren que haga, la situación es peor.
Debo controlarme, porque con lo observadores que son todos no tardaran en descubrir que algo va mal.
—He dicho que no. —me detengo a pocos pasos.
—Así que eres la mujer de nuestro Superior. —comenta un agente a mi espalda.
—¿Me hablabas? —me giro por el tono con el que me lo dicen.
Al hacerlo puedo ver la sonrisa del agente que nunca había visto. No puedo detener sus intenciones porque lo siguiente que siento es el golpe de su peso en mi estómago cuando me empuja hasta hacerme caer de espalda.
Mis entrañas duelen y el grito que suelto me hace tragar agua. Mi cuerpo impactando con el agua es el detonador de mi pánico.
Me retuerzo en el agua sintiendo como cada vez me hundo. Lo intento, juro que lo intento, pero es en vano.
¡No! no puede estar pasando esto.
El miedo me impide hacer las cosas bien, porque sé que no puedo hacerlo y cada vez que lo intento me condeno a no salir.
Trago más agua y ya no sé que hacer para salvarme. No quiero morir... ¡No debo morir! No ahora, hay muchas cosas que...
Mis pulmones se quedan sin oxígeno y es por eso que dejo de luchar.
No, no puedo, no ahora.
No sé de adonde saco fuerzas, pero hay algo que me impulsa a que me siga moviendo. Llevo mi mano a mi vientre cuando...
La silueta de un cuerpo se aproxima a mí llenándome de esperanza. El cabello rubio, largo y los brazos delgados es de lo último de lo que soy consciente.
***
¡Ya hay Booktrailer! Espero que les haya gustado ♥ Está en multimedia, también pueden encontrarlo en el instagram de
¡ATENCIÓN!
Desde hace unos días estoy en desintoxicación porque el medicamento que me han recetado es demasiado fuerte así que casi me les voy.
Por otro lado... Ambición esta en sus últimos capítulos y estoy muy emocionada. Quiero que me digan sus teorías.
¿Qué tal el capítulo de hoy?
¡Teorías señores, quiero leer sus teorías! No importa que estén locas.