Capítulo 40

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Adele - Easy on me. One hour.

Al llegar al apartamento, unos ladridos me hacen sonreír, Bolas y Pelos vienen corriendo a mi encuentro

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Al llegar al apartamento, unos ladridos me hacen sonreír, Bolas y Pelos vienen corriendo a mi encuentro.

—Pero miren qué cositas tan bonitas. —me agacho para acariciarlos. —Que grandes están mis amores. —sonrío al verlos tan inquietos y felices.

El recuerdo de Scott viene a mi mente. Siempre se emocionaba cada vez que llegaba.

—Es hora de su comida y...

Veo mal a Tyler.

—Son mis perros. —lo interrumpo. —Es obvio que sé cuándo les toca comer.

Se queda en silencio y posterior se va para el cuarto.

Los otros tres agentes van a la habitación continua, ya saben que cuando les avise saldremos, antes no.

Voy a la cocina y preparo la comida de mis perros, bajo su atenta mirada. Corto en trozos la carne y la coloco en los nuevos platos que les mande hacer, cada uno con su nombre añadido.

Lo mejor para los mejores. Sonrío.

Cuando ya está listo los pongo en el suelo, ellos la ven y luego me ven a mí.

—Bolas. —lo llamo, él me sigue y lo dejo en la entrada del apartamento.

Cuando regreso a la cocina, Pelos sigue en el mismo lugar.

—Pelos. —hago lo mismo con la diferencia de que lo dejo en la sala.

Regreso a la cocina y me sirvo un vaso con jugo de naranja. Cuando creo que es tiempo, hago lo que he estado mejorando.

—¡Ahora! —exclamo.

De sus puntos vienen corriendo, sin dejar de correr, ven mis ojos, hago un asentimiento permitiendo que coman. Llegan a los platos y cada uno, come del suyo.

Espero que terminen y cuando lo han hecho, levanto sus platos, los dejo en la cocina y me apresuro a ir a tomar una ducha.

Mi móvil suena y cuando lo reviso la sangre abandona mi rostro.

Ahora que ya sabe de nosotros, nos será más fácil comunicarnos con usted, recuerde que se le dijo que la próxima vez que nos viéramos sería cuando usted trabajara para nosotros. Feliz tarde doctora.

Rojo Sangre.

¡No me chinguen!

Llevo la mano a mi boca, a mi mente viene el recuerdo del asiático con el que baile el día que perdí el control frente a Oleg.

—Nos ha estado ignorado Doctora. —Lo veo incrédula. —Sé intentó comunicar con usted por las buenas, pero viendo las circunstancias. —Me intento soltar, pero me lo impide. —Tendrá que ser a las malas.

Ambición.Where stories live. Discover now