Capítulo 18

2.4K 199 42
                                    

Dusk Till Dawn - Zayn & Sia. One hour.

Mis pensamientos nublan mi cordura, pido las incoherencias que pienso, pero no lo quiero

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Mis pensamientos nublan mi cordura, pido las incoherencias que pienso, pero no lo quiero.

—Mátalos. —reitero.

Su cabello rubio muy bien peinado me distrae.

—No puedo hacerlo. —Frunce las cejas y lleva una mano a mí frente para luego pasar sus fríos dedos por mi mejilla golpeada.

Cierro de golpe los ojos evitando jadear por el contacto.

—Tienes un arma con la que ya los heriste. —Me detengo al sentir ardor en mi garganta. —Si no lo haces es porque no quieres, no porque no puedes.

Empieza hablar por un intercomunicador en su oreja que no me había dado cuenta que tenía.

¡Joder! Me duele la cabeza.

—No te duermas. —Pide, no sé cómo, pero presiona mi vientre y al estar en la misma área de donde recibí el golpe y la patada gimo de dolor. —Mierda, eso no se ve bien. —susurra cuando descubre mi estómago.

—No me estoy durmiendo. —Mis ojos se cierran. —Lo más seguro es que tengo un hematoma en formación y si tengo suerte no será una hemorragia interna.

—La ayuda viene en camino.

—Lo sé. —reconozco. —Presiona el golpe y consigue una compresa fría. —ordeno.

Presiona donde le indico y el dolor no tarda en aparecer. Suspiro. Mi visión se torna borrosa mientras trato de removerme, sin embargo, el hombre mete su antebrazo bajo mis pechos inmovilizándome.

Cierro los ojos para darle lugar al vacío provocado por el choque de sensaciones.

—Alessia, no en mi primer día. —Odio no poder seguir estando consciente. —Esto es lo que tenía que evitar sin duda él va a matarme. —su voz solo es un susurro.

***

Siento un dolor agudo en mi costado izquierdo, trato de moverme, pero algo me lo impide, abro los ojos poco a poco para que la luz no me ciegue, cuando estoy adaptada a la claridad me doy cuenta que estoy inmovilizada.

Tengo las manos amarradas con una cuerda al cabecero de la cama, los pies cruzados y doblemente amarrados.

—Pero que... —me frustro.

Hay otra cuerda que pasa sobre mis piernas y otra bajo mi pecho.

Intento mover alguna articulación, pero las cuerdas están socadas al punto que dejaran marcas.

¿Qué demonios sucedió?

Tengo mi pantalón de uniforme junto a mis calcetines, pero en la parte de arriba me han despojado de mi bata y el complemento de mi uniforme, dejándome solo en mi sostén deportivo que se me hace súper cómodo para trabajar cuando tengo muchas horas dentro del quirófano.

Ambición.Where stories live. Discover now