Capítulo 36

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Who i am -  The score. One hour.

Abordamos el avión especial que nos lleva directo a Italia, me siento alejado de todos, mientras cierro los ojos recordando el informe detallado que me dio Iryna de los primeros tres días del estado de Alessia

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Abordamos el avión especial que nos lleva directo a Italia, me siento alejado de todos, mientras cierro los ojos recordando el informe detallado que me dio Iryna de los primeros tres días del estado de Alessia.

No me agrada que esté teniendo pesadillas, eso no es bueno ni sano.

Estará bien, dejaría de ser ella si no lo estuviera.

Me tengo que convencer, para no mandar todo a la mierda, e ir a verla.

Sobrepasamos los límites permitidos para que ningún localizador inteligente nos detecte, al llegar doy las órdenes de bajar y todos los pelotones lo hacen con destreza. Cada agente viene armado hasta los dientes, dispuestos a matar a todo aquel que se interponga, incluyendo a los agentes que estoy viendo y son los que deberían hacer esta misión.

—Superior, que bueno que llega. —se levanta. —Tenemos los detalles que necesita para que la misión salga perfecta y...

Doy un paso a tras cuando su cuerpo se va al frente, debido al proyectil que lanzó Iryna entre sus cejas. En un momento pensé que ellos podrían ser de ayuda, pero estoy enojado y la rabia de querer estar de vuelta en México, me hizo dar la orden de acabar con todos los malditos ineptos, que no pudieron hacer su trabajo.

Los agentes que se encuentran sentados esperando nuestra llegada se levantan y antes de tomar sus armas ya los hemos acabado.

—Adelántense. —ordeno a mi grupo. —Los quiero a todos en sus posiciones porque a las 1700, horas, se llevará a cabo el ataque. —asienten y se van.

Observo sin interés los papeles regados ahora salpicados de la sangre de todo el escuadrón. Estamos a dos cuadras del palacio presidencial, es por ello que no tengo problemas en deshacerme de la evidencia que vincula a OFR.

Al finalizar le prendo fuego y salgo por la puerta trasera yendo a mi posición.

Desde donde estoy puedo ver al ministro de seguridad a un lado del presidente. Mi lente lo apunta y cuando veo como un policía se le acerca, a dar aviso del incendio a pocos metros del lugar, sé que el primer paso está listo.

La seguridad del palacio disminuye cuando una buena proporción se van al sitio, el mandatario empieza a hablar y cuando el ministro de salud cae frente a todos, sé que es hora.

Disparo justo en la frente al maldito ministro de seguridad, es un agente de OFR y cuando alcanzó un mayor cargo y poder, se creyó con el derecho de abandonar la organización, incluso cuando eso es imposible. Sin embargo, él lo hizo y no solo eso, también dio información de uno de nuestros cuarteles en Italia.

Es un traidor que no se saldrá con la suya.

Me escabullo en el techo del palacio y puedo escuchar los proyectiles que son lanzados, ninguno me toca, pero estos si lograr acabar con la vida de ellos mismos, porque no saben quiénes somos. Por lo tanto, no saben a quién disparar.

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