Capítulo 56

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1. Yo te esperaba - Alejandra Guzmán.

2. Yo te extrañare - Tercer Cielo

Me gustaría que comentaran el capítulo, es una forma de ayudarme. Gracias ♥

Escucho lo que me dice el doctor Bastián y trato de ser fuerte, juro que lo intento, pero no puedo con la noticia

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Escucho lo que me dice el doctor Bastián y trato de ser fuerte, juro que lo intento, pero no puedo con la noticia.

No puedo...

Oleg aprieta mi mano que hace unos momentos beso y es él quien habla con el médico queriendo que haya alguna otra posibilidad, pero el resultado es evidente.

—No hicimos el procedimiento que se debía queriendo esa posibilidad que buscas, pero no cambia en nada la situación. —la frialdad con lo que lo dice me hace apartar la vista.

No es cierto.

Trato de convencerme, pero al escucharlos sé que no hay nada que se pueda hacer.

—Alessia. —veo al hombre que me llama.

Mantiene su rostro sin ninguna expresión, pero se encuentra rojo conteniendo mejor que yo lo que quiera que esté sintiendo.

Con sus pulgares limpia mis lágrimas que no me di cuenta cuando empezaron a salir, pero ahora no paran.

—Quiero estar sola. —exijo conteniendo el llanto.

Corre al médico con un grito y cierra la puerta con el pestillo

Llevo mi mano a mi vientre que se encuentra vacío... así como yo.

—Te prometo que haré pagar cada lágrima. —su promesa es un detonador que activa mi llanto—. Cada gota de sangre derramada será cobrada con creces. —besa mi frente aumentando el sentimiento de dolor y vacío.

Lloro, lloro como nunca he llorado desgarrando mis cuerdas bucales.

—¡Mi... mi, no hay nada! —me retuerzo sintiendo como mi vientre duele.

Duele, pero no se compara con lo que siento dentro. Siento el vacío que nunca podré recuperar, porque estoy malditamente rota.

Mis gritos son fuertes llevándose consigo mis ganas de vivir, intento quitar la intravenosa y me lastimo en el trayecto cuando esta se dobla.

—¡Para joder! —lo ignoro, porque no creo que pueda imaginarse el dolor que siento.

La agonía es un maldito martirio.

—¡¡Me mataron... me quitaron lo único bueno que podía tener!! —grito con el dolor atorado en mi garganta —. ¡Así que no me pidas que pare, porque simplemente no puedo!

Se me viene encima y me abraza para inmovilizarme y lo logra. Dejo salir todo lo que tengo retenido, lo lastimo, pero no se va de mi lado.

Nunca se va.

Ambición.Where stories live. Discover now