Capítulo 54

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Lovely - Billie Eilish, Khalid. One hour.

Quiero ver esos comentarios explotando mi bandeja ♥ Los amo y sé que no es mucho pedir por lo que se viene... quien sabe, puedo adelantarlo si veo su entusiasmo.

Estrello el móvil contra el pavimento ante la noticia

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Estrello el móvil contra el pavimento ante la noticia. Subo a mi auto maldiciendo a los desgraciados de la organización hasta el cansancio.

¡Hoy si los mato!

En tiempo récord llego a la base, pero lo único que encuentro es el disturbio provocado por el accidente de la doctora.

—¿En dónde está? —ladro.

Jiku deja de golpear al agente para encararme. Ella al igual que Bastián se han encargado de golpear a los hijos de puta que la lanzaron al agua.

Destrúyanlos por mí, pero sobre todo por ella.

—Se la llevo Iryna, están en su alcoba...

Me doy la vuelta con la mandíbula tensa y las palabras en la boca. Mis hombres tienen las órdenes de llevar a esos agentes a uno de los cuartos de torturas, porque nadie puede obligarla a hacer lo que no quiere sin tener consecuencias.

Llego a la alcoba en donde me detengo de golpe al ver el cuerpo desnudo de Alessia, tiene tonalidades rojas en la espalda que delatan el golpe contra el agua. Iryna también está empapada de agua mientas le coloca una bata y me da una mirada que hace que mi sangre hierva de enojo.

Me la volvieron a dañar.

Cuando Alessia se percata de mi presencia, aparta la mirada y traga grueso. Arrugo las cejas ante el gesto.

—Oleg, ella necesita descansar...

—Retírate. —demando, me necesita a mí y no pienso moverme de su lado.

Iryna pasa a mi costado hecha una furia.

Me acerco a la cama y cuando la doctora sigue sin dirigirme la mirada me planto frente a ella y me arrodillo para levantar su mentón.

Su respiración se vuelve pesada mientras los ojos le brillan con intensidad. Calma Sumasshedshiy. Con mis pulgares acaricio sus mejillas frías, mi toque la inquieta cuando lo que trato es tranquilizarla, sin embargo, el temblor en sus labios me indica de que hay algo más.

—¿Cómo te sientes? —cierra los ojos nerviosa.

Por unos segundos se queda callada tratando de regular su respiración, pero es imposible. Continúo acariciando sus mejillas detallando cada ángulo de su cara.

Está inquieta.

—Agotada, furiosa, humillada. —se estremece—. Fue demasiado intenso, ya estaba abrumada, así que no pude detenerlos y...

Ambición.Where stories live. Discover now