Ambición.

By nickrespin

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La dependencia es un estado físico y mental al que Alessia se niega ser una adicta. Ella es un mujer que ha... More

♣ADVERTENCIA♣
Epígrafe.
Sinopsis
♣PRÓLOGO♣
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Extra Matías
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 12/2
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 15/2
Capítulo 16
Extra Javier
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 32/2
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
EXTRA VYSHE
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Final
Epílogo

Extra Vilma

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By nickrespin


Human - Christina Perri. One hour.

Vilma Salazar.

Mientras Alessia iba a Colombia.

¡Maldita, doctora! ¡Maldita, Alessia!

Camino por el cuarto de mi consultorio. Maldigo todo lo que puedo a la maldita Dra. Carvajal. Paso las manos por mi cabello, la frustración recorre cada célula de mi cuerpo.

No le hice nada, desde que llegué al hospital traté de llevarme bien con todos. Me emocione de poder participar para el ascenso, pero si hubiera sabido que ese maldito puesto me traería la enemistad con ella jamás hubiera aceptado intentarlo.

—¿Qué más dijo? —pregunto.

Desde que llegue Rubén es el único que se ha portado bien conmigo, a pesar de que él también quiere el ascenso, no dudo en darme su amistad.

—Dijo que tu no estabas capacitada para el trabajo. —maldigo. —Ese puesto debía ser tuyo, pero es tan odiosa que prefirió ir ella con sus amigos a darte la oportunidad a ti. —veo en su rostro sinceridad.

—Quiero ahorcarla. —me recargo en mi escritorio.

—Demasiado tarde. —comenta. —A estas alturas estará tomando el vuelo, tu vuelo. No se sabe adónde, solo que es lejos y es una gran oportunidad. Oportunidad que te robo Vilma. —se acerca.

—No entiendo porque me odia tanto. —mis ojos se llenan de lágrimas. —¿Qué hice en esta puta vida para que ella me sabotee en todo? —la impotencia me ciega.

Rubén termina de llegar a mi y me da un abrazo.

—Te tiene envidia. —hago puños. —La idea de que te quitaran internos fue suya. Cuando nos regañaron por el interno que se desmayó, también fue su culpa. Las operaciones que de la nada han cambiado de tus manos a las suyas de igual forma es su culpa.

—Pero...

—Shhh. —me calla. —Si ella no existiera tu vida fuera más fácil. —susurra en mi oído. —Tenemos que hacer algo al respecto, Vilma. —me remuevo incomoda.

—¿Qué estas queriendo decir? —no quiero alarmarme antes de tiempo por la interpretación que le puedo dar a sus palabras. Me separo de él.

—Solo es un comentario, Vilma. —sonríe. —Si Alessia no existiera todo fuera diferente ¿No crees? —asiento.

Claro que si Alessia no existiera todo fuera diferente. El prestigio del hospital es un ejemplo, la primera vez que intente entrar me lo negaron ya que el puesto se lo dieron a una nueva.

Por raro que parezca no me moleste, solo me sorprendí y admire que la joven que estaba terminando su especialidad ya tuviera un puesto importante en este hospital. Confié tanto en ella que di mi aprobación para que fuera ella quien operara a mi madre.

Por nuestro parentesco no lo pude hacer yo, dándole la oportunidad a ella. Soy cinco años mayor, pero eso no quito la emoción en mi al saber que la iba a conocer.

Mi decepción fue enorme al conocerla, nada de lo que se dice es real.

Ella no es real.

Me sorprendí cuando Rubén me comento todos los problemas que le ha provocado, desde un abuso que nunca ocurrió hasta las veces que le han querido quitar el cargo por sus mentiras.

Una de ellas la presencie cuando mandaron a Rubén a otro hospital y me dieron su puesto a mí. Él me dijo que Alessia lo invento para sacarlo de su camino, solo faltaba yo.

Según todo lo que me ha pasado y me ha comentado Rubén, Carvajal me quiere fuera de su camino para ser ella quien obtenga el ascenso. No importa si es un juego sucio.

—No importa lo que haga Carvajal. —suspiro. —Vamos a demostrarle que no nos puede sacar de su camino sin antes darnos una batalla justa.

—Ajá. —dice. Ve su reloj. —Nos vemos después tengo... unas cosas que hacer. —asiento.

Sale de mi consultorio dejándome con preguntas. Así paso unos minutos, pero mi paz es interrumpida cuando tocan la puerta. Los golpes son fuertes e indico que pasen.

—Tiene media hora de retraso. —dice el doctor Avalos al entrar.

Su rostro está serio demostrando su molestia, cada musculo bajo ese uniforme está en tensión. Pero no entiendo el motivo.

—No estoy retrasada. —me paro. —El Dr. Urbina me comento de las modificaciones. Por lo tanto, la intervención a mi paciente es en dos horas. —culmino.

Me ve como si me hubiese salido un tercer ojo. Lo veo respirar antes de volver hablar.

—¿En donde esta la circular en la que se notifico ese cambio? —pregunta.

—Yo...

—¡Como se le ocurre que se va a cambiar de hora a último momento! —trato de justificarme, pero no tengo argumentos. —Mientras más rápido se sale de un proceso es mejor. Dando más oportunidades de vida.

—Quizá el Dr. Urbina se equivocó y... —bufa.

—Es demasiado ingenua. —se voltea. —Debería tener cuidado en sus amistades. Aunque no creo que él se considere una amistad.

Camina de regreso y abre la puerta, pero antes de salir hablo.

—¿Qué me esta queriendo decir? —se detiene. —¿Qué el Dr. Urbina me dio datos incorrectos? Porque desde ya le digo que un error lo comete cualquiera.

—Cállese antes que mi paciencia se termine. —gruñe.

—A mi no me viene con aires de superioridad. —alza una ceja. —Ya se le están pegando las mala mañas de Aless... —callo.

No puedo faltarle el respeto a mi compañero, como tampoco puedo hablar de otro si no esta presente.

—Termine. —se burla. No digo nada así que continua. —Pues prefiero que se me peguen sus mañas de superioridad, que las suyas de ingenuidad. —sonríe. —Pero como no se me pega nada, —se encoje de hombros. —Significa que no me lo creo, soy superior.

Antes de irse lo sujeto para que me escuche. Sin embargo, me da una mirada que me hace soltarlo. La pupila de sus ojos se ha oscurecido.

—Lo siento. —bajo el rostro.

Me maldigo y siento un escalofrió cuando sus dedos se posan en mi mandíbula para levantar mi mentón.

—Esa pose déjala para otro momento. —arrugo las cejas. —Perdiste la cirugía de hoy. Rubén se esta haciendo cargo. Dijo que no te sentías bien, porque te estaban robando. —ironiza. —Puedes retirarte, total desde que estas aquí tu expediente va en caída.

Sin mas sale y me quedo con el corazón chiquito. Rubén pensó que lo de Alessia me afectaría a tal manera que no podría seguir trabajando.

Es tan lindo, pero no se debió preocuparse.

Damián Avalos tiene razón, desde que estoy en el mejor hospital de México mi trabajo es cuesta abajo. Todo por Alessia.

***

Termino de recoger mis cosas dispuesta a irme, pero los gritos en uno de los consultorios me sobresaltan. Me escondo antes de ser descubierta ya que la puerta esta abierta.

—¡Cálmate! —pide el doctor Damián a un hombre de los de la junta.

—¿¡Cómo mierda quieres que me calme!? —grita.

—Creí que te lo había dicho, por eso no te comenté nada. —las palabras de Damián son en vano, el rubio las ignora. —Oleg, ella fue a trabajar tienes que confiar en ella y...

—Como me pides que confíe si es una loca insensata, que se va en el peor momento. —golpea el escritorio. —Ni siquiera sé dónde está.

Damián se sobresalta luego de la declaración del rubio.

—¿Cómo? O sea ¿No te dijo donde iría?

—¿Crees que si supiera donde está la loca, estaría preocupado? —me da miedo su rostro, es como si fuera un demonio un demonio sexy. —Tendría que estar protegida y no en el culo del mundo, expuesta a que le hagan daño.

—Hombre, pues entonces si tienes que preocuparte, ella esta en...

Dejo caer mi bolso y el sonido lo calla. La vista de ambos se posa en mí.

—Yo... lo siento iba pasando y...—tartamudeo.

El rubio me ve con indiferencia mientras Damián maldice.

—Manipuliruyut. —me quedo con la boca abierta sin entender. Es obvio que me lo dijo a mí.

—Ne shulite s ney. —replica Damián. El rubio alza la ceja y le dice otra cosa en su idioma antes de volver a verme con indiferencia y ¿Rencor?

—¿Qué haces aquí? —pregunta Damián cuando deja de hablar con el otro.

—Bueno pues...

No puedo justificarme cuando llegan otros dos hombres, son altos con rasgos rusos, una mujer extremadamente hermosa llega junto a ellos. Sin repararme todos se dirigen al rubio y hablan en su idioma.

Me idiotizo viendo a toda la belleza junta, pero la llegada de la siguiente persona lo altera

—¿Qué esta pasando aquí? —cuestiona el director.

—Contigo quería hablar, ¡Hijo de puta! —el rubio se va contra él, pero antes de llegar la mujer lo detiene.

—Antes de matarlo, habla con ella. —su voz es suave, el acepto marcado demuestra la autoridad disfrazada en una sonrisa.

—No olvides los rangos Iryna. —gruñe. —Por que tu estas varios bajo el mío y en ningún momento pedí tu opinión. Así que hazte a un lado.

El sonido de un móvil los detiene todos se revisan, pero es Oleg quien saca el móvil que suena. Arruga las cejas al ver la pantalla.

Valla móvil ¿Cuánto ganara un doctor de la junta?

—Bueno. —responde. Su rostro se endurece. —Bueno. —vuelve a decir.

Si de por si ya estaba molesto, no se como describir como esta en estos momentos. Sus cejas se juntan, su mandíbula la tensa. Se endereza y la ira se apodera de él.

—¿Por qué diablos me estas hablando de un número privado? —se tensa. —¿Dónde demonios te metiste Alessia?

Me estremezco, ¿Estamos hablando de la misma Alessia? Reparo a todas las personas. Todas son atractivas, pero ninguno se ve cuerdo.

—Alessia. —susurro. Damián es el único que me escucha y me saca del lugar.

—Es de mala educación escuchar las conversaciones ajenas.

—Iba de paso y... —callo. —¿Qué tiene que ver Carvajal con esas personas? —señalo de donde venimos.

Que Alessia tenga contacto directo con uno de la junta me suena a corrupción.

—No se meta donde no la llamen doctora. —sentencia. —No querrá involucrarse con los Bogdánov.

—¿Es una amenaza? —cuestiono. Sonríe y la pupila de sus ojos se vuelve a oscurecer.

—Jamás amenazamos, Vilma. —se acerca a mí. Mi respiración se dispara al sentir su la suya en mi cuello. —Nosotros actuamos. —susurra. —No te metas donde no te llaman.

—¿Esto es personal?

—Nada de esto es personal. Si lo fuera la ropa no cubriría nuestros cuerpos y su respiración no estuviera agitada por mi cercanía, sino por mi tacto. —mi rostro se calienta.

Fue directo, y vaya que me calentó. La vergüenza se apodera de mí, pero antes de decir algo, lo arruina con sus nuevas palabras.

>>No te metas con Alessia Carvajal. —ve sobre mi hombro.

Se va y me deja con miles de dudas. Me doy la vuelta y encuentro a Rubén, antes que se acerque tomo el ascensor con la intención de procesar sus palabras y todos los acontecimientos pasados.

Al llegar a la casa que comparto con dos personas me dispongo a ir a la cama, sé que aún es temprano, pero tengo que descansar. Si tengo la oportunidad no lo voy a desaprovechar.

¿Qué estará haciendo Alessia? ¿Le estará yendo tan bien? ¿Estará disfrutando de algo que era para mí?

Dejo de pensar y me dispongo a descansar, así pasan los días. Voy al hospital luego a mi casa y viceversa.

Rubén me dijo que tiene un proyecto para ambos. Me pidió que dejara mi proyecto y me uniera al de él. Lo dude, pero creo que es lo mejor, trabajaremos juntos.

Atendí a Sara una de las que fue interna de Alessia. Se desmayo y cuando descubrí lo que tenía la mande con otro especialista porque esa no es mi área.

Hace un tiempo me molesté con ella cuando se negaba a participar en un parto al que ella ya había firmado. Ella se negaba porque decía que en ningún momento lo había firmado. Ese día estaba demasiado estresada y termine gritando a mi paciente. Todo se fue a la mierda y me gane una sanción.

Ahora que estoy recibiendo a los nuevos pacientes vuelvo a ver a Sara demacrada. Ya esta especializándose en el área de pediatría. Su rostro se ve más cansado y las horas de desvelo le están pasando factura.

Por otro lado, la tensión con Damián cada vez es peor, estar en el mismo sitio es una tortura. Veo cosas que antes no, como su cabello negro, sus ojos cafés que cuando me ven se oscurecen. El tamaño de su espalda y lo frio de sus dedos, lo último lo sentí cuando me entrego la carpeta de mis pacientes que se confundieron y terminaron en manos de Rubén.

No puedo seguir acosándolo al recibir la llamada que mueve mi mundo.

—Voy para allá. —digo.

Mi madre se puso mal y en estos momentos me dirijo a su casa. No se como sentirme por el hecho de no estar al corriente con la salud de mis padres.

Siempre les hablo y me dicen lo mismo, están bien, pero no es cierto. Mi madre se callo hace unos días y ha tenido unos dolores horribles. No quiero dar un diagnostico porque lo único que se me ocurre es fatal.

—No te preocupes hija, ya llamé a una ambulancia y no tarda en venir. —trago grueso. —En algunas ocasiones perdió la conciencia y...

No me tranquiliza

—Papá, ¿Por qué no me dijeron de lo que pasaba? —veo a Damián venir por el pasillo.

—Ya llego la ambulancia, estaremos en unos minutos. —cuelga.

—¡Papá! —grito.

No se que hacer, todo se esta saliendo de control. Paso las manos por mi cabello.

—¿Todo en orden? —cuestiona con cautela.

Mis ojos se llenan de lágrimas, pero me obligo a apartarlas.

—No, mi mamá esta mal. —comento. —Ya vienen en camino y... —callo.

—Tranquila, todo estará bien. Puedo atenderla cuando venga si eso te tranquiliza. —alzo el mentón.

Antes de afirma unos brazos me rodean, me volteo y devuelvo el abrazo cuando escucho las palabras tranquilizadoras de Rubén.

—Tranquila, todo estará bien. —dice. Arrugo las cejas tras sus palabras.

—¿Cómo sabes que algo no esta bien? —cuestiona Damián. Me separo de mi amigo para verlo. Su rostro muestra molestia.

—Avisaron en urgencias que traen a una mujer, cuando dieron sus datos deduje que era su familia.

No tiene sentido, solo conoce mi apellido paterno y ellos no están casados.

—Pero...

No logro intervenir cuando las puertas de urgencias son abiertas por los camilleros. Vendito sea el cielo que viven cerca.

Mi corazón se detiene al ver a mi madre en la camilla, mi padre viene tras ellos y es Rubén el primero que se mueve a su encuentro.

Paso los peores minutos en la sala de espera. En algún momento Damián sujeto mi mano y es lo que me mantiene cuerda. Mi padre regreso a casa por unos documentos que se necesitan.

Minutos después que se llevaran a mi madre hacer los estudios veo salir a Rubén, me paro de inmediato para escuchar lo que tiene. Su rostro esta serio y eso me preocupa.

—Un derrame cerebral, Vilma. —sus palabras son como una daga en mi pecho.

Tomo varias bocanadas de aire asimilando la información. En ningún momento Damián soltó mi mano y es su apretón es el que me trae a la realidad.

—Hay tres formas quirúrgicas de intervenir en estos casos. —comento. —¿Cuál es la que necesita mi madre?

—Hemicraniectomía.

Hemicraniectomía: Cirugía para tratar la hinchazón en el cerebro después de un derrame cerebral isquémico o hemorrágico.

—Ok. —digo. Al ser una cirujana se me permite decidir quien quiero que proceda con la cirugía ya que por obvias razones yo no puedo.

—Solo tienes que firmar Vilma. —alzo el rostro viendo a Rubén, una gota de sudor baja por su frente.

—No la presiones. —alega Damián. —No es una decisión fácil de tomar. —Rubén rueda los ojos.

—Ya no hay tiempo Vilma. —asiento. —Deja a tu madre en mis matos, prometo hacer todo lo que esta en mis manos para ayudarla.

—Ve. —susurro. Logro ver una sonrisa antes de irse a preparar.

Los nuevos internos se van tras él y son los enfermeros los que empiezan a moverse para tener listo el quirófano. Voy a recepción y firmo los documentos que se necesitan.

—Esperemos que todo salga bien. —no digo nada.

Vuelvo a sentarme en la sala de espera junto a mi padre que recién llega. Damián se va no se a que mientras yo me quedo procesando en la situación que esta mi madre.

La inflamación de su cerebro era demasiada después del derrame, por lo tanto, se creo una presión insalubre en su cerebro (presión intercraneal) esto puede conducir a un daño mayor incluso...

La muerte.

Las horas pasan y la angustia me gana. Me paro y empiezo a caminar a lo largo del pasillo. Damián vuelve, me habla, pero no lo escucho. Dejo de escuchar a todos concentrándome en mi respiración.

Tengo que tranquilizarme para ser un buen apoyo, no puedo darle fuerzas a mi padre si yo me encuentro hecha papilla.

—¡Oye! —Damián me toma de los hombros para detenerme. —¿Confías en Rubén? —suspiro. Claro que confío en él, lo he visto entrar al quirófano muchas veces y son casi nulas en las que ha fallado.

—Sí. —aseguro.

—Entonces confía en él y deja de mortificarte. —en su mirada veo paz.

Me relajo y dejo que me guie a una silla apartada del resto de mi familia que poco a poco se ha unido. Él se mantiene a mi lado sin decir nada. Siento como mi cuerpo entra en confianza cuando pasa sus dedos en mi espalda.

—Damián...

La puerta que divide a los quirófanos de la sala de espera se abre. Me paro de golpe cuando Rubén aparece en mi campo de visión.

Siento su camita en cámara lenta y en su rostro veo lo que tanto me temía.

—La operación fue un éxito. —dice. Mi familia se abraza y celebra.

Yo me quedo a la espera de más porque se que la hay. Me trago la impotencia cuando sé lo que dirá.

>>Sin embargo, cuando se estaba suturando, la paciente presento un paro cardiaco. —bajo el rostro. —Lo siento, la señora María falleció.

Los lamentos de mi familia se escuchan como algo lejano. Me concentro en ver a Rubén, me da una mirada de disculpa, pero desvío la vista ignorando su presencia.

Me concentro en mi dolor y en tratar de ser fuerte por los míos. Mi padre esta devastado y lo abrazo dejando que llore en mi hombro mientras yo lo hago en el suyo.

Hoy 1 de agosto mi madre dejo de respirar quedando su presencia solo en recuerdos. Su partida me duele, fue la mejor madre que pude tener.

Su presencia me hará demasiada falta. Fue mi mejor pilar, una gran madre y una extraordinaria amiga.

Con todo el dolor de mi alma me encargo de todo el procedimiento que se necesita para hacer el sepulto. Bajo los rayos de sol veo como el ataúd de mi madre baja, arrojamos la rosa y luego empiezan a echar tierra.

Una pala te ves hermosa mi niña.

Dos palas ánimo, sé que tú puedes Vilma.

Tres palas eres mi mayor orgullo.

Cuatro palas ¿Te vas de casa? Ya eres toda una mujer.

Cinco palas no te preocupes por nosotros, ve por tu sueño y nos vemos en navidad.

Seis palas te amo, y ese diagnostico no te hace menos mujer.

Siete palas hay tratamientos Vilma, no te agobies.

Ocho palas la vida te esta dando una nueva oportunidad, no arruines tu vida, cariño.

Nueve palas me alegro que tengas el empleo que desees.

Diez palas lucha por ese ascenso, pero nunca olvides de dónde vienes.

Mi madre fue la única persona que me entendió cuando supo que soy infértil. Para muchos es algo sin importancia, pero esa etapa era importante en mí. Aun me cuesta aceptarlo.

Las lágrimas corren por mi rostro en silencio. Paso mi duelo en mi casa, no salgo de mi cuarto y cuando termina la semana de duelo que me da el hospital me presento.

No lo superé, pero si estoy aprendiendo a vivir con su ausencia.

—Hola. —me interceda Rubén.

—Estoy ocupada, te busco luego. —lo esquivo.

—¡Espera! —me detiene. —Tengo que comentarte algo. Escuche que Alessia esta en Colombia, no sé en que parte exactamente. Pero los rumores dicen que decidió ir porque su presencia equivale a... —me sorprendo a escuchar la cifra. — Está es la última semana que esta haya y...

—Rubén. —lo corto. —Esta bien que Alessia haya tomado esa oportunidad. Si el dinero, la ambición y el poder la mueve a ella, esta bien. —aclaro. —Es su forma de estar bien con si misma y esta bien. No tienes que juzgarla y ya deja de meterme ideas en la cabeza.

Da dos pasos atrás incrédulo por mis palabras.

>>Alessia y yo tenemos objetivos diferentes y eso no hace a ninguna menos. Respeta sus acciones y deja que la mujer triunfe en lo que le gusta. Concéntrate en ganar el ascenso si tanto te disgusta que tu exnovia lo haga.

No dice nada y sigo de largo.

—¿Abandonaras la lucha? —sonrío.

—Cada quien con lo suyo. —digo. —Si tu lo ganas es porque te esforzaste, si yo lo gano es porque mi trabajo valió la pena, pero si ella lo gana es porque en verdad lo merece. No quieras hacerte el de la vista gorda, independientemente lo que haya pasado entre ustedes eres consiente que Alessia Carvajal es una de las mejores Cirujanas.

—No sabes lo que yo sé de ella, por lo tanto, no puedes defender a una prostituta. —niego.

—Es probable que no sepa muchas cosas de sus vida privada por lo mismo es pri-va-da.  —arruga las cejas.

—Y aun así apoyas a una maldita corrupta, sin saber si una mierda. —parpadeo.

¿Será este el verdadero Rubén?

—Sé lo que saben todos, siempre fue aplicada y a los 15 años inicio la universidad. En su primer año ya veía las cirugías junto a su padre cuando aún era una estudiante, se lo permitían cuando era solo una niña y la trataban como una interna, no intervenía, pero estaba parada por horas junto a los demás. Termino una carrera de 6 años en cinco, ¿Sabes lo difícil que pudo ser eso? No quiero ni imaginarlo.

>>A los 20 se convirtió en residente y tres años después ya era una especialista. En 8 años Alessia Carvajal hiso lo que muchos tardan el doble, así que por favor no trates de desmeritarla. La mujer se ha ganado todo lo que tiene, con esfuerzo. No intentes arruinarla, no lo merece.

No lo merece.

—Ya veo que la compañía con Avalos te ha afectado. —me pasa llevando con su hombro cuando se marcha.

¿Qué tan ciega me pude ver?

Ahora vuelvo a recordar porque admiro tanto a Alessia. Aunque su historia se escuche bonita estoy segura que fácil, no lo fue.

—¿Qué tan buena es en la organización? —sonrío al ver la persona que me habla.

—Soy la mejor organizadora de fiestas. —asiente satisfecho mientras me explica lo que quiere y yo con gusto acepto.

Es hora de volver a ser la Vilma fuerte e independiente.

***


¿Qué piensan de Vilma?

Como un dato random, Alessia empezó a narrar un 12 de marzo, no se si pudieron apreciar la cronología, pero mientras Vilma enterraba a su madre Alessia en Colombia tenía el incidente con Min y Alika.

¿Les esta gustando? ¿Alguna recomendación?

***

¡Spoiler!

Veo como su cuerpo se tensa.

>>Pero no lo haré por que no me importa. Estoy cansada Kim, si no tuviera mis propios problemas créeme que me daría la oportunidad de pensarlo, pero no es así de fácil. Lo siento Kim, no me interesa tu propuesta. —me doy la vuelta con mis sienes palpitando.

—Alessia. —me detengo. —Esto en ningún momento fue una propuesta.


***

¡Otro Spoiler!

>>Espero que seas objetivo si toca votar, porque no permitiré que Carvajal obtenga beneficios por acostarse contigo. Creo que ese fue el motivo en primer lugar por el que te abrió las piernas y...

Su mandíbula gira en el momento que recibe mi puño.

—¡Respeta a Alessia! —lleva su mano al lugar. Nunca ha necesitado a nadie para estar donde esta, ¿Qué te hace pensar que necesitara la mía, idiota? Solo espero que no le falte ningún cabello porque no querrás ser testigo de lo que te pasara.


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