Ambición.

Af nickrespin

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La dependencia es un estado físico y mental al que Alessia se niega ser una adicta. Ella es un mujer que ha... Mere

♣ADVERTENCIA♣
Epígrafe.
Sinopsis
♣PRÓLOGO♣
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Extra Matías
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 15/2
Capítulo 16
Extra Javier
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Extra Vilma
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 32/2
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
EXTRA VYSHE
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Final
Epílogo

Capítulo 12/2

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Af nickrespin

El silencio en el que se encierra Alessia es molesto, se debate entre hablar o no hacerlo, pero al final lo hace.

—Entiendo. —comenta.

Guarda silencio mostrando una seriedad no típica conmigo.

¿Qué mosca le pico? Siempre supo que estaba comprometido, ¿Cuál es la diferencia?

—Pero...

—¿Hace cuánto no habla con su madre? —Me paso las manos por la cara.

Por unos segundos me tenso, pero luego descubro que habla de Raisa.

—Que tiene que ver...

—Contesta. —exige.

—No lo sé. —respondo.

Intento acercarme a ella, pero se aleja como si mi tacto le quemara.

—No te pases.

—Alessia deja las niñerías y...

—Oleg, hablo en serio, responde. —Me río de forma irónica.

—Hace dos días no hablo con mi madre, Dra. Carvajal. —me burlo.

—Hoy en la mañana recibí una llamada de su madre diciendo que su prometida le había hablado.

El tiempo se detiene, el aire deja de llegar a mis pulmones, la sangre deja de circular por mis venas. Trato de serenarme. Tiene que ser mentira, tengo mucho de no hablar con ella, está en una misión de alto riesgo.

Flashback.

—A partir de aquí estoy sola, si algún día te llamo será por dos cosas. —Se está despidiendo, porque debe ir a la misión que le encargó Carsten, mi hermano y jefe.

—No tienes que hacerlo. —Paso mis dedos por su delicado rostro.

—Sabes que lo tengo hacer. —Se retira. —No olvides tú parte en esto, el veneno se activará en cualquier momento, debes de estar pendiente de Raisa y esconder a Ágata.

—Sé lo que tengo que hacer. —aclaro.

Lo supe desde la enviamos a la misión y sirvió como un conejito de indias.

—La amas, pero sé que me amas más a mí y si ella vive yo muero. —asiento. —Si te llamo es porque me descubrieron o porque necesito que intervengas.

Raisa tiene que morir sí o sí, lo siento tía.

Fin del flashback.

—¿¡Porque mierdas no me dijiste!? —Me dirijo a la mujer frente a mí.

—¡A mí no me gritas, a mí me respetas! —Alza la voz.

Respiro controlándome, porque tiene razón

—Habla. —pido, doy dos pasos a ella, los mismos que ella retrocede, el último lo da mal, cayendo de costado.

Su lamento es como un puñal a mi tórax. Me acerco para ayudarla, pero unos brazos detienen la acción.

—¡Déjala! —Escucho cómo me gritan a la vez que la ayudan a pararse, quien me sujeta es el Dr. Borja mientras que Matías la ayuda a pararse.

Los otros ven la escena en silencio. Me suelto del agarre ignorando los reclamos de sus amigos.

—Young Min, llamó. —Dos de los presentes se ponen pálidos a la vez que se alejan para hacer las llamadas necesarias.

Después de eso no vuelvo hablar, me voy sin dar explicación, subo a mi auto manejando a toda velocidad, por mi mente pasan muchos momentos que viví con Young Min.

La mujer de la que estoy enamorado.

***

Me tomo solo unos minutos ir a las afuera donde se encuentra el cuartel.

Los grandes muros que cuidan la fortaleza me reciben, arriban visualizo a más de 10 guardias. Muestro mi identificación a la vez que paso por todo el protocolo de seguridad.

Abren el primer portón y sigo por la rampa hasta llegar al lugar más cerca en el estacionamiento del ascensor.

Entro al ascensor, y observo los números bajar.

Las puertas se abren mostrando una serie de cubículos, con personas frente a miles de computadoras, las pantallas grandes muestran la ubicación de muchos lugares en los que están nuestros agentes.

Todos se encuentran absortos en su trabajo dejándome pasar desapercibido.

Voy a mi oficina y abro de golpe. Mi prometida me recibe con una sonrisa.

—Hola. —saluda.

Observo a la asiática sentada en mi escritorio.

Su cabello negro está más largo, su cuerpo sigue igual de delgado, pero fuerte con su palidez que lo caracteriza. Me acerco para evaluarla, no hay golpes visibles solo un leve rasguño en su labio inferior.

—¿Qué pasó? —Indago después de darme cuenta que está bien. —¿Por qué estás aquí?

—Salimos las tres. —Eso no es bueno. —No nos descubrieron, pero del grupo que entro junto a mi descubrieron a un infiltrado que ni nosotras sabíamos que estaba, ya que es del FBI. —Tuerzo los labios.

—Los mandaron de regreso y a los que hicieran movimientos extraños los van a capturar. —Término de hablar entendiendo que hasta el momento no hay peligro. —¿Por qué mis otras dos agentes salieron? —Eso no cuadra.

—Una de ellas se ganó la confianza de Pedro. —Odio a ese hombre. —Pero tranquilo, sé que hacer para que su atención se pose en mí. —No me gusta eso.

Si ya una de nuestras agentes tiene la confianza de Pedro no le veo la necesita de que Young Min haga algún movimiento, eso podría ser demasiado sospechoso.

—Deja que ella se encargue. —Conozco desde hace años a las dos agentes y confío en su capacidad.

—No las tolero. —Cruzo mis brazos sobre mi pecho. —Tienes un pasado con ellas y no me gusta su cercanía y tampoco dejaré que se lleven el crédito al terminar la misión.

Se molesta y saca a relucir algo que no viene al caso discutir.

—Eso fue en el internado. —Reitero sentándome frente a ella.

—Internado que ni tu ni yo terminamos. —Odio que se ponga en este plan. —Te recuerdo que somos agentes entrenados desde los 5 años por la organización. —comenta.

Se levanta y abre las persianas que muestran una galera de entrenamiento con distintas pistas de entrenamiento y circuitos con agentes, entrenando a agentes hereditarios y sumandos de todo el mundo.

México tiene los cadetes de 10 a 15 años, luego se van a Rusia para su última etapa que es la más dura y exigente.

—¿A qué quieres llegar? —Me paro para encararla.

—Solo estoy cansada. —Sus hombros decaen. —Las cosas en Colombia no están bien y si no hacemos algo ya, es probable que muchas personas mueran. —La entiendo.

—No es necesario que regresen. —Se voltea.

—No es así de fácil. —Si lo es. —Sedan a las personas para que nadie conozca la ubicación.

—¿Cuándo vuelves? —Se acerca a mí llevando sus dedos a mi pecho.

—En cuatro días. —Besa mis labios. —Aprovechemos el tiempo. —Intenta volver a besarme, pero la aparto y me alejo de ella.

—Tienes que entregar un informe detallado. —Ordeno. —Mi primer agente está en Colombia desde hace dos años, tú y la última agente están hace más de un año y no veo resultados.

—Oleg...

—La vida de muchas personas corren riesgo en ese lugar y si no hacemos algo todo se irá a la mierda, porque Pedro esparcirá el virus y la humanidad enfrentará el verdadero terror.

—¡Cállate y escúchame por favor! —La veo serio. —Encontraré la manera de desmantelar toda la corrupción.

—No hables en singular. —Ordeno. —No eres la única que está en esto. —Camino por la oficina deteniéndome a ver como una cadete llora siendo presionada para terminar un circuito.

>>Muchos agentes han muerto en la lucha por erradicar una de las peores cosas que han sido creadas. El 15 % de toda la organización está en este caso así que no me vengas con que tú lo encontrarás, porque ambos sabemos que no es así.

Seguimos hablando y aunque hay avances no son los suficientes para atacar. El tiempo pasa y en algún momento la ropa desaparece uniendo nuestro cuerpo piel con piel.

Algo ha cambiado en los dos, ella se entrega a mí, pero no puedo corresponder de la misma forma porque mi mente vuela a fragmentos en situaciones similares con otra persona.

Cabello negro azabache, ojos oscuros, piel bronceada con curvas que se amoldan en mis manos. Una seguridad en sí misma que me incita a corregir cada desvío erróneo que le hará mal.

Alessia.

Me encanta su frialdad y capacidad con la misma intensidad que odio su pusilanimidad que en la vida es irrelevante y la hará fracasar.

Pusilanimidad. Cualidad de no tener valor para enfrentar una desgracia o intentar hacer algo grande.

Cierro los ojos pensando en mi amante mientras follo a mi prometida.

Soy un maldito, hijo de puta.

—Así no. —Se queja Min cuando empiezo con las embestidas. —Suave, hazme el amor Oleg.

Si lo hago.

***

—¡Levántate, o te largas! —grito. —El próximo que se detenga inicia desde cero, y si falla sale de mis filas, ¡Con un tiro en la frente!

Visualizo como todo el escuadrón saca fuerzas. Están terminando el circuito dos, de tierra.

Siguen pasando los obstáculos sin dejar de repetir por que lo hacen.

Fui un fracasado,

Al no acatar la orden.

La misión se perdió.

Y mi vida valió.

—¡Más fuerte!

Hoy hago doble esfuerzo.

Y afuera esta el sabueso.

Dejé libre al malo.

y...

—Me alegro no haber sido un soldado bajo tu mandato. —dice Ryan a mi lado. —Es vergonzoso lo que hacen.

—Sin duda aprenderán la lección. —no dejo de verlos.

Están llenos de lodo y sudor, el cansancio es notable, pero ninguno protesta.

Saben que la única forma de salir de OFR, es como se los mencioné y a nadie le agrada la idea de morir por no cumplir un circuito.

—¿Cuál es el motivo? —indaga.

—Adelantaron un operativo, que es dentro de dos horas. —alza una ceja. —Lo hicieron ayer.

—Hijos de puta, tendrás suerte si no te han arruinado el plan.

—No, por eso llevaré a mi mejor equipo. —sonríe.

Se aleja cuando ve a Min caminando en nuestra dirección.

Ella estaba en una reunión con Carsten y algunos Superiores inmediatos, yo al ser el Superior Supremo y pareja de ella me dio los detalles ayer cuando volvió.

***

Observo como Ryan se acerca al sujeto que les da la droga para distribuirla en burdeles.

—¿Para cual lo quieres? —se sientan en las mesas de la cafetería.

Cada uno en mesas diferentes, Ryan esta de espalda al sujeto para evitar que los asocien, esas fueron sus reglas.

—Tengo dos en la mira. —responde.

Tengo a mi escuadrón a excepción de Damián distribuidos en el lugar por si algo sale mal.

—Quiero nombres. —ordena el sujeto. —No puedes vender en alguno donde ya tenga clientes.

Aprieto mi arma mientras escucho la conversación a través del intercomunicador.

—Mi hermana la venderá, ella es bailarina en un burdel, yo quiero algo más grande. —evade la pregunta solo para ganar más tiempo.

—¿Tienes idea de lo que estas diciendo?

—Me gusta el dinero, y quiero trabajar con los meros meros.

Y así es como Ryan logra colarse en la red de tráfico de drogas, la conversación continua, pero debo desviar la atención de ellos a Alessia.

—El sitio en el que Rebeca distribuirá la droga es Carvajal Burdel. —digo a través del intercomunicador.

Ryan asiente y le da la información al sujeto yéndose con él.

—Misión desmantelar traficantes iniciada, Superior. —informa Caleb en mi oído.

Me levanto de mi posición en la azotea descendiendo y pensando que mientras mis agentes logran avances con la misión, todo esta bajo control

Estoy desviando la atención de Carvajal Burdel, por lo tanto, de Alessia.

***

Pasan tres días, cada uno más estresante que el anterior, Min se encuentra frente a mí revisando algunos documentos.

Sin duda es una excelente agente, pero que se quiera meter en el caso del tráfico de drogas no me convence en lo absoluto.

Su atención debe estar en el caso que está involucrada, en Colombia. Es uno de los que más me interesa culminar, es demasiado arriesgado que esté en el terreno de mi peor enemigo.

Si Pedro descubriera de que mi prometida está bajo su techo no dudaría un segundo en asesinarla, pero antes la dañaría de mil maneras.

—Oleg, ya hay un avance con respecto al caso del tráfico de drogas. —dice Caleb al entrar, pero se calla cuando ve a mi prometida.

Ella lo ve con fastidio mientras él la ignora concentrándose en mí.

Nunca se han llevado bien.

—Regresa luego. —lo corre.

Sigue ignorándola mientras espera a que le de alguna orden. Sobo mis sienes al saber la pataleta que se viene tras mis palabras.

—Min, sal un momento, necesito hablar con Caleb. —me mira incrédula. —Es un caso especial, sal de inmediato.

Se levanta y sale dando un portazo.

—Y aun preguntas por que no la soporto. —rueda los ojos. —Ryan hizo la primer entrega a Rebeca, al ser la primera ambos estarán vigilados.

Observo el documento que me muestra.

—Necesito que al menos diez agentes vayan al burdel en donde se supone que Rebeca venderá la droga. —ordeno. —Nadie fuera de nosotros se enterará de esto.

—Ok, ¿Conoces a la dueña del burdel? Lo pregunto porque recuerdo que la trata de blancas se daba en ese burdel, y con el plan que trazaste no hubo ningún altercado que perjudicara ni el negocio ni a la dueña.

No me interesa ser evidente con respecto al manejo de las cosas en ese negocio.

—Carvajal Burdel no puede salir perjudicado. —aclaro.

Se me queda viendo raro, pero ya no sigue cuestionando.

—Esta noche Rebeca irá al burdel y venderá la droga a los diez agentes. —posa sus ojos en la tablet. —Por cierto, se me había olvidado comentarte que hace cuatro días Rustam dijo que la doctora Carvajal...

Guarda silencio mientras trata de unir puntos, me mira incrédulo, pero al saber que no diré nada continua.

>>Ella se fue con sus amigos, Damián escucho cuando dijo que eres una bestia insoportable.

Analizo sus facciones.

—Búscame cuando sean cosas relevantes las que me vas a decir. —se da la vuelta. —Tienes estrictamente prohibido indagar lo que no se te ha pedido. —se tensa. —Retírate y has lo que te he ordenado.

—Como ordene, Superior.

Bestia insoportable, bufo.

Si no tuviera cosas importantes que hacer ya mismo me devolvía y le demostraba como le gusta que la bestia la embista.

Una llamada seria perfecto. Llamo una vez, no responde, ni dos, tres, cuatro, cinco, sin embargo, a la sexta llamada responde.

¿Qué quieres? —cuestiona molesta.

Follarte.

—Necesito verte.

—La necesidad no es mutua. —me tenso. —No sé porque me molesto en contestarte.

—Por que me deseas. —suelta una carcajada. 

—No te confundas Bogdánov, el que desea al otro aun estando comprometido no soy yo.

—Me saliste sensible.

—Te equivocas, salí inteligente, y es algo que aun no entiendes. Porque si lo hicieras te darías cuenta de que esta llamada es innecesaria.

—No lo creo...

—Amor, ¿Vamos a comer? —entra Young min y me tenso al saber que la doctora la ha escuchado.

—Buen provecho, Bogdánov, disfrute de la presencia de su prometida sin que los recuerdos de los últimos meses lo atormenten.

—Te prohíbo que cuelgues. —Min arruga las cejas.

¿Me prohíbes? —se burla. —Ten cuidado con lo que dices porque hablar conmigo es como caminar en un suelo minado. Puedo explotar en cualquier momento y el más perjudicado es quien me provoca.

Le doy la espalda a Young Min.

—¿Lo que escucho son celos?

No, no podría sentir celos de alguien a quien no conozco ni deseo conocer. —sonrío. —Ve con tu prometida.

Puedo sentir la inquietud de la mujer a mi espalda, pero no dice nada intentando captar algo.

>>Aunque me parezca interesante saber que puedo tenerte en estos momentos si se me apetece, no quiero. —tenso la mandíbula. —Debes saber que las cosas no están bien, no soy una amante conformista y no refiero a que deseo que te separes. Solo quiero un poco de comunicación.

—Ni yo me meto en tus cosas ni tu en las mías. —la escucho reír.

Me meteré si tus cosas me involucran, Bogdánov. —cuelga.

Entiendo el doble significado en cada palabra y me siento satisfecho de que vaya atando cabos de todo lo que le dejo a la vista.

—¿Algo que deba saber? —inquiere Min.

—Vámonos, tenemos que entrenar. —paso a su lado.

***

—No necesito llevar eso. —Le dice Young Min a Rustam quien le quiere poner un localizador en su interior.

—Es necesario. —resalta.

Todos estamos con los uniformes negros y con botas militares, acabamos de tener un entrenamiento al aire libre por lo que estamos manchados de lodo con hojas pegadas.

Nada que no podamos tolerar.

—Te vas en dos horas Young Min. —recalco. —Desde la central podemos apagar el localizador cuando lo creamos prudente y así encontrar más rápido la ubicación.

—¡Me pondrán en riesgo! —Pasa sus manos por su rostro empeorando su aspecto. —No quiero el localizador, quien se arriesga soy yo por lo que me niego a tener un localizador que me delate.

Siguen peleando, pero los dejo solos evitando entrar en un tema que no me incumbe en su totalidad, mi móvil vibra con un mensaje de Damián que me deja inquieto.

Alessia siempre me pone en aprietos y está es una de esas veces, sin embargo, no me importa, ya que siempre que se trate de su ascenso estaré con ella.

Me despido de Young Min y voy directo al hospital.

***


¿Dudas?

***

¡Spoiler!

—¿Y por qué le mentiste al Ruso?

—Porque quiero que tenga claro que, así como él se ira a encontrarse con su prometida, yo también puedo estar con otra persona sin que él pueda decir algo.

—¿Dónde está la exclusividad que tienen los amantes?

No tenemos exclusividad.

—Se quedó en edad moderna. —Sonrío. —Y nosotros ya estamos en la edad contemporánea.


♥♥♥

Capítulo dedicado a @valroscc Una lectora fiel ♥

Fortsæt med at læse

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