52 · nostalgia

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Soojin

—Hope, cariño, ¿ayudas a mami con una cosa? —Le pregunté. Me miró un poco mal, decepcionada de que la interrumpiera y, aunque sabía que me pondría esa cara, estaba segura de que le haría ilusión ayudarme.

—¡Es la hora del té! —Exclamó haciendo un puchero y me acerqué a ella, poniéndome de cuclillas sin dejar de sonreír. Porque era adorable haciendo esos mohines tan pequeñitos que sabía derretirme por dentro y hacer todo lo que ella quisiera.

Le coloqué bien un mechón que salía de su perfecta coleta marrón alta. Llevaba un vestido de princesa rosa y una tiara brillante con perlas que le habían regalado Minji y Yeonji en uno de sus últimos cumpleaños. Para Hope era una tradición vestirse así los viernes para tener la hora del té con sus súbditos del reino. Le gustaba imaginar que era una princesa y que pronto la coronarían como reina.

Y yo siempre respetaba su tradición a no ser que ella misma me invitara a la hora del té con los demás, porque si se interrumpía se enfadaba.

—Mami te promete que será rápido y que te gustará mucho —le respondí también con un puchero y ella terminó sonriendo. La cogí en brazos riendo ambas en dirección al baño.

—¿Y qué vamos a hacer? —Preguntó con curiosidad, sentada sobre un banquito que le había comprado para poder peinarla y no tener que agacharme.

—¿Te acuerdas que te dije que el sábado tenías que quedarte un ratito con papi porque tengo que trabajar? —Asintió, mientras me observaba abrir el neceser con el maquillaje necesario para ese día. Se le iluminaron los ojos y quise reír ante su reacción pero me contuve—. Me han pasado las fotos del maquillaje de animales que tengo que hacer ese día y pensé que tú podrías ayudarme para practicar, ¿qué te parece?

Sonrió con todo su rostro, asintiendo.

—¡Muy bien! —Exclamó, consiguiendo que riera en el proceso y no pude evitar besar su cabeza y acto seguido acariciarla. Ella continuó sonriendo ante esos actos.

—Pues entonces, manos a la obra, ¿no? Que tienes la agenda apretada entre la hora del té y ayudar a mamá. —Ella volvió asentir emocionada. Y yo no podía dejar de pensar que Hope era el mejor regalo que podía haber tenido nunca.

La única esperanza que me mantenía viva.

—Primero vamos a quitarte esta tiara y ponerte una banda en el pelo para que no nos moleste, ¿vale?

—Vale, mami. —Sonreí de lado, poniéndole una que tenía de gatito que le quedaba increíblemente adorable. Acaricié sus hoyuelos antes de coger el móvil para mirar la foto de referencia.

—¿Qué prefieres, un tigre o un gato?

—¡Un tigre! —Exclamó emocionada.

—Marchando un tigre entonces. —Reí, tomando el color amarillo anaranjado que tenía para empezar a pintar su cara.

—Está frío —dijo, pero sin dejar de sonreír. Unté su cara y pellizqué su nariz consiguiendo que riera—. ¿Y de qué es la función? —Preguntó interesada.

—Pues, al parecer va sobre unos animalitos, pero no estoy muy segura qué hacen, cariño. ¿Te gustaría algún día hacer una? —Asintió, emocionada.

—Creo que sería divertido —respondió—. Así podría imitar al tío Jimin.

Sonreí en cuanto lo nombró pensando en lo mucho que echaba de menos verle, a él y a Taehyung, quienes eran los que más se preocupaban por ella.

—Pero él es muy bueno, ¿eh? ¿Crees que podrás imitarle? —Se puso pensativa pero después sonrió avergonzada antes de encogerse de hombros.

HOPE ━ j. hoseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora