51 · incomodidad y miedo

83 7 8
                                    

Soojin

—Hola, ¿eres Park Soojin? —Me giré ante esa voz desconocida encontrándome con un chico que me pasaba en altura.

Tenía su pelo castaño, de ojos grandes y oscuros, nariz prominente, labios finos y rosados. Iba vestido prácticamente todo de negro y me sorprendió ver que a pesar de ese hecho, su mirada era brillante y cargada de inocencia.

—Sí, ¿por qué lo preguntas? —Pregunté confundida, con Jisoo a mi lado, observando con curiosidad a ese chico.

—Soy Jeon Jungkook, estoy en segundo de Bellas Artes y el señor Kang me dijo que tú eras mi mentora del trabajo de técnicas de color —abrí los ojos antes de asentir. Oh, claro.

El profesor de técnicas de color, el señor Kang, tenía esa norma de que, cuando estabas en cuarto y cursabas su asignatura, tenías obligatoriamente que ayudar a uno de segundo a hacer el trabajo final de la misma. Su intención era conseguir que, alumnos de la misma carrera, nos conociéramos entre nosotros y nos ayudáramos a superar las dificultades. Y aunque era bastante guay, a la vez, era un poco estresante tener que ayudar a otra persona con su trabajo cuando estábamos a tope en el último curso.

Pero me prometí que daría lo mejor de mí tal y como habían hecho conmigo.

—Cierto, él me dijo tu nombre. Encantada de conocerte —alargué la mano para entrelazarla con la suya y le dediqué una sonrisa.

Él me correspondió y de pronto, tuve la sensación de que le conocía de toda la vida.

Tal y como me había sucedido con Jaehyuk.

—Ahora mismo no tengo nada que hacer, ¿quieres que te dé las primeras pautas? Y así nos conocemos un poco mejor —Asintió y entonces sonreí de lado. Parecía tímido, como si le costara un poco relacionarse con los demás.

Miré a Jisoo.

—¿Nos vemos después del descanso? —Asintió sin mucho interés, mirando su móvil. Tuve ganas de suspirar ante su acción, pero decidí no darle demasiada importancia.

Salimos de allí, caminando por los pasillos en silencio, como si de primeras, la situación fuese incómoda. Y, realmente lo era, ¿no? Después de todo, nuestro profesor nos había agrupado de manera aleatoria con personas que no conocíamos de nada, con las que incluso teníamos diferencia de edad y que, lo único que se suponía que compartíamos, era nuestro amor por el arte.

Así que, de primeras, era normal sentir cierta incomodidad al verte obligada a hablar con alguien de esa manera. Además de que ese chico, no parecía ser de esos que mantenían conversaciones inmensas con personas desconocidas. Pero, intenté ser lo más agradable y cercana posible con él para que no fuera incómodo para ninguno de los dos.

—¿Y qué tal te va en la carrera? —Pregunté mientras caminábamos en dirección a la cafetería para tomar algo mientras le daba las primeras pautas. No quería que siguiera prolongándose el silencio incómodo.

Y en parte, como mentora, quería que se sintiera cómodo conmigo si lo necesitaba, que hubiera confianza entre nosotros.

—Bien —se encogió de hombros—, siempre había querido estudiar arte así que supongo que estoy feliz —tocó su nuca con nerviosismo y timidez entremezclados que me hizo sonreír. Era tierno y me daban ganas de protegerlo—. Aunque aún no me acostumbro mucho a este lugar.

—Es normal, es difícil hacerlo al principio, pero seguro que pronto te sentirás como si nada al caminar por aquí...

—Lo digo sobre todo porque soy de Busan y acabo de mudarme hace nada —abrí los ojos sorprendida ante sus palabras, porque, aunque tenía un acento bastante marcado, no me había dado cuenta hasta que él lo mencionó—, así que...

HOPE ━ j. hoseokWhere stories live. Discover now